Fútbol de alto rendimiento
EL OBJETIVO del alto rendimiento en el fútbol es desarrollar las habilidades de este deporte y de los futbolistas. Desarrollar las capacidades en las que se sustenta el juego y adquirir las técnicas y las tácticas necesarias para los diferentes niveles de juego.
El alto rendimiento se basa en el juego con profundidad y amplitud del juego ofensivo, en la variedad en la circulación del balón, donde los jugadores tienen que dominar las superficies de contacto del pie y los puntos de impulsión del mismo para jugar lento-rápido, corto-medio-largo, raso-medio-alto, recto, con curva, con parábola... Necesita de una ocupación adecuada del campo de juego, eligiendo los espacios que se quieren ocupar, teniendo claro cuáles son los libres naturales, los creados y a ocupar. Dominar las zonas y los lugares cercanos a la portería, los intermedios y los alejados. Tener idea de juego con circulación rápida del balón y a diferentes velocidades, con cambios de ritmo físicos, técnicos y tácticos. Dominar los diferentes dispositivos tácticos y las estructuras.
Al entrenar día tras día, con un plan adecuado, el jugador de fútbol puede avaluarse a través de pruebas y partidos. En alto rendimiento los jugadores tienen a su disposición el ambiente perfecto para florecer y alcanzar un nivel de formación excelente y especializarse en puestos, funciones y misiones.
Los entrenamientos serán planteados para invitar al jugador y al equipo a desarrollar adaptaciones específicas y representarán al modelo de juego que se pretende. Aprenden a explorar e identificar las oportunas acciones que da el juego y dotarse de patrones y señales. Inducen al jugador a que explore la información que envía el entorno para aumentar la dependencia del contexto donde se está jugando. Garantizarán un nivel óptimo de variedad e incertidumbre para promover una interacción permanente del contexto y los jugadores y permitir que aflore lo que es funcional y eficaz. Crear condiciones que estimulen la creatividad a través de las condiciones del entorno y no estar parando continuamente el entrenamiento, que el jugador comprenda que se enfrenta a la limitación de espacios, tiempo y oposición. La idea del entrenamiento para jugar debe estar en consonancia y en sintonía con el modelo y con el juego. Entrenarse para entrenar y entrenarse para jugar. Existe el juego con vida propia. Para un entrenador los más importantes es el entrenamiento y todo este proceso consiste en la transmisión de conocimientos, aplicación de ejercicios, actividades, y también es liderazgo, con pasión, emoción, comunicación.
El fútbol es el deporte más universal y querido del mundo. Hay muchas razones para este éxito. Una de ellas es sin duda la versatilidad de la disciplina, combinada con una increíble velocidad de evolución y muchas facetas aparentemente fáciles de aprender, que en realidad son imposibles de conocer en su totalidad. Hay muchos secretos que el fútbol esconde, a menudo diferentes, según el papel desempeñado, no sólo como jugador, sino también como entrenador.
Entender cómo mejorar el rendimiento deportivo de un equipo de fútbol no depende de una fórmula matemática o mágica, sino de una amplia variedad de actividades y aplicaciones que deben llevarse a cabo diariamente dentro y fuera del rectángulo del juego. El éxito está en actuaciones con gestos atléticos perfectos, automatizados, fluidos que dan al futbolista máxima confianza, gran conciencia, energía psíquica y control perfecto de la situación. Ésta sería la situación óptima.