Golpe de mano del Deportivo, que se afianza como líder

El Deportivo venció con más autoridad de la que indica el marcador en su visita al Cerro del Espino donde, tras el obligado parón de la semana pasada por la incomparecencia del Extremadura, venció a un rival directo, encadenó su cuarto triunfo consecutivo y afianzó su posición de líder.

Minuto y medio tardó el Deportivo en golpear. Lo hizo con una incursión de Víctor García por la derecha. Su centro lo cabeceó hacia atrás Álvaro Vega, Quiles se acomodó la pelota con el pecho y, sin dejar caer la pelota, cruzó el remate ante Champagne.

Tenía controlada la situación el Dépor cuando una acción inofensiva del Rayo Majadahonda fue el empate. Borja González colgó un balón, Lapeña acudió a despejarlo sin oposición pero su cabezazo golpeó en Jaime y enfiló la portería de un Mackay desprevenido ante el infortunio. Sin tirar a gol, el equipo de Abel Gómez había empatado.

Creció el Rayo con el empate y Bernal, en boca de gol, no acertó a conectar el testarazo en un centro de Mawi. El Deportivo recuperó pronto la manija del choque, con un trallazo de Juergen desde fuera del área que no encontró por poco la escuadra.

Volvió a probar el centrocampista colombiano con otro zurdazo lejano, alto, y tampoco vio puerta Diego Aguirre, novedad en el equipo coruñés, en la culminación de una incursión en diagonal. Y un centro de Doncel, después de un balón peleado por Miku, se paseo por la línea de gol sin remate.

Devolvió el equipo majariego el regalo del 1-1 con un error infantil de Néstor, que acudió a la línea divisoria del campo para retrasar un balón a su portero. Miku, entre los centrales, aceptó complacido la ofrenda y fusiló a Champagne a media altura. El propio ariete venezolano cabeceó fuera un córner que pudo suponer el 1-3 en pleno recital de juego del equipo de Borja Jiménez. Un postrero disparo del pontevedrés Ángel al que respondió con una gran estirada Mackay cerró el primer acto.

Volvió a perdonar el Deportivo, por medio de Quiles, al regresar de los vestuarios. Y Mackay desvió a córner un testarazo de Raúl Sánchez tras una falta. Mejoró el Rayo con los cambios y tuvo el control territorial, sin inquietar en exceso la meta del equipo herculino.