Las ausencias
TRAS UNA PRIMERA PARTE impecable, salvo en algunas pérdidas de balón que penalizaron los andorranos con contraataques y canastas fáciles, el Obra compitió muy bien sobreponiéndose a las ausencias y al gafe que impide a Ellenson rendir con normalidad. Esta vez fue el estómago el que le obligó a ausentarse. Fue una primera parte excelente, sin que Birutis y Robertson acusaran las ventanas o el jet lag, en el caso del segundo. Junto con la primera parte de Álvaro Muñoz fueron lo mejor del equipo a los que no se añadieron otros compañeros en la faceta anotadora o en la defensiva. En el final del segundo cuarto, el ataque del Obra comenzó a colapsarlo la defensa y el poderío físico del Andorra, no obstante se llegó con tablas en el marcador al descanso, 40-40.
En la reanudación, más de lo mismo, mejor defensa del Andorra y el Obra se fue atascando todavía más en ataque por su falta, otra vez, de puntería al mismo tiempo que por la inferioridad en el rebote, donde solo Birutis ayudado por Muñoz y Scrubb aportaron. En lo táctico Scrubb fue el gran sacrificado al tener que desempeñar la función de 4 mucho más tiempo que la de 3, en la que suele tener ventaja por su físico. Jugando de 4 esa ventaja desaparece y su rendimiento no es el mismo, pero tuvo que hacerlo debido a la nula aportación de Filipovity, que ante la mejor oportunidad para reivindicarse tuvo casi 17’ de actuación plana en todos los aspectos.
También ante la ausencia de Beliauskas hubo momentos en los que se recurrió a jugar con dos bases que tampoco dio un gran resultado y además se sufrió en defensa más de la cuenta. El que cumplió muy bien en los 6’ que estuvo en cancha fue Sergi Huguet que además anotó su primera canasta en la ACB. Que conste que los problemas de falta de efectivos del Obra se notaron ya que el equipo se quedó muy pronto sin gasolina y los de Ibon Navarro, con la importante ausencia para ellos de Jelinek, consiguieron ser más corales en su juego, con todo el grupo aportando en defensa y en ataque, sin que nadie resaltase especialmente.
Ahora toca recuperar las fibras musculares de Beliauskas, el tobillo de Suárez, el estómago de Ellenson y emprender la complicada tarea de adaptar al recién llegado, Edgar Vicedo, a toda la parafernalia y dinámica del equipo. De todas formas lo más importante es reponerse mentalmente para afrontar la visita a Valencia con el mejor de los ánimos, ya que entre pitos y flautas, los de Peñarroya no son capaces de ofrecer una trayectoria y regularidad acordes con su potencial. Como muestra la derrota que sufrieron ante el Fuenlabrada en el último instante.
Los chicos del infantil Cenor Obradoiro están en la Minicopa intentando hacer el mejor papel posible en un grupo muy muy difícil, que el sorteo les ha deparado. Son los más bajitos, pero seguro que corazón y ganas no van a faltar. Lo importante, que disfruten del torneo más bonito que hay para un jugador en formación. En la EBA la lucha por estar en los puestos de arriba del Obradoiro Silleda continúa tras su trabajada victoria en Valladolid ante el Universitario. Mañana miércoles se enfrenta en Silleda al líder, el Usal salmantino, en un duelo que promete ser muy interesante y competido.