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AQUELLOS MARAVILLOSOS AROS (139) > 1994 Sin hueco en Portland, gana títulos en el Madrid, luego llega al OAR Ferrol, donde coincide con Pablo Codesido, que nos ayuda a recordarle // Lugo, su otra parada

“Salvando diferencias, recuerda a Tatum”

Detrás vendrá quien bueno te hará. La frase viste al Real Madrid del curso 1985-1986, que gana Copa y Liga con este dúo extranjero: Wayne Robinson, pívot, y Linton Townes, alero. Les cambian por Brad Branson y Larry Spriggs y en los siguientes cinco años, el desierto: un mero trofeo copero. Tras su etapa blanca, Linton, escorpio del 11 de noviembre de 1959, recala en nueve clubes y solo en uno permanece más de dos añadas (tres en Manresa 1994-1997).

Elegido por Portland número 33 del draft de 1982 (Worthy, nº 1), este ala de 1,98 m., uno de tantos jóvenes con casi 15 puntos y 5-6 rebotes de media en una universidad pequeña, debuta como profesional con Audie Norris como compañero pero dos All Star como Calvin Natt y Jim Paxon promedian 20 puntos cada noche, y se cansa de mendigar minutos. Así, tras 55 jornadas allí, inicia un vaivén por Milwakee, San Antonio, la CBA...

En 1985, Brian Jackson se aleja del club madridista, que opta por Townes para ahorrarse 40.000 dólares (6,8 millones de pesetas, hoy 33.000 euros), informa El País del 27 de julio. Linton iguala las cifras del predecesor, anotando algo menos pero superándole en triples (49,1%) en un Madrid que sueña con Europa. No sigue, se va a Colonia, Francia e Israel hasta volver a la ACB con el OAR Ferrol de 1993-1994.

Coincide con Aldrey, Lavodrama, Aller, Romay, Cobelo, Baeza, Esmoris, Ferreira... “y Roy Fisher, que un año después ficha por el Barcelona”, apunta certero a EL CORREO Pablo Codesido, hoy médico traumatólogo. Y añade: “Townes era elegante jugando y un caballero. Incluso llegué a cenar con él y su mujer. No era el típico americano que se dejaba ir, se esforzó por integrarse”.

“Ese año jugamos la fase de ocho de la Copa del Rey”, aclara. Lograron el puesto quince entre veinte

“Aunque jugué poco tuve el privilegio de salir en el Palau frente al Barcelona de los Epi y Jiménez”, detalla Codesido, luego jugador del Basket Coruña y del Peleteiro.

En su era ferrolana, un Townes de 34 años firma 14,2 p. y 3 reb. en 28 min. (¡ y 92/186 de tres!) pero es el ejercicio del descenso administrativo, el inicio de la hoguera donde arde el club que llevó a Ferrol a la élite del baloncesto con alma.

Regresemos a Manresa: con 36 años, hace 9 puntos, 2 rebotes y 2 robos en el TDK 94 - Barcelona 92 que vale la Copa del Rey de 1996, a la vera de Creus, Esteller, Peñarroya, Lázaro... Vista la longevidad de su muñeca, el Breogán le llama en 1997-1998 buscando el ascenso, en vano. Sin embargo, su talento merece happy end y toca el cielo al subir con el Gijón de 1998-1999 en su reencuentro con Cobelo y Esmoris , entrenados por Moncho López (con un joven Scola).

Ya con 39 abriles, su suspensión se retira... y la red aún le añora.

DE CERCA Pablo Codesido, hoy médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología (drpablocodesido.com) fue parte de la plantilla del OAR Ferrol de la temporada 1993-1994, compartiendo aventura con Linton Townes, a quien le tocó defender “muchas veces”, en los entrenamientos. Uno era un alero veinteañero que estudiaba “segundo de Medicina” y el otro un experimentado profesional de 34 años. “Vivimos en el club una situación económica complicada, y al lado de jugadores importantes que llevaban años en el equipo, como Aldrey, Lavodrama y Aller, estábamos como júniors Esmoris y yo. Gracias a Townes aprendí lo que era un profesional serio del baloncesto. En aquel momento era la leche haber jugado en la NBA, como hizo él pero era muy humilde y trabajó para integrarse en el equipo. Era súper elegante. Sus capacidades físicas ya no eran las de cuando tenía 22 años pero fue mejorando físicamente durante la temporada y acabó jugándose los balones decisivos. No era un alero de driblar, era un tirador puro, que además era un buen defensor. Tiraba de siete metros con una facilidad brutal, se parecía a Dell Curry, el padre de Stephen Curry”, apunta un Pablo, que hoy sigue la NBA con otro Pablo, su hijo de 18 años. ¿Y si se compara a Townes con alguien de hoy? “Salvando diferencias, recuerda a Jayson Tatum, de los Celtics, porque es fino y un gran tirador pero, como Linton, carece de instinto asesino, al menos, por ahora”, subraya.

03 may 2021 / 01:00
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