Los diferentes modelos y el juego

NO HACE muchas fechas he reflexionado sobre la Periodización Táctica, donde el modelo de juego es el centro de todo. Hoy hablo sobre el juego y los modelos.

Todos los modelos han evolucionado. Hasta la Inglaterra de hoy (idolatramos al Liverpool), no se parece en nada a lo que nos mostró no hace mucho. En nuestro país había tres modelos bien diferenciados: el del norte, el típico vasco (inglés) que se caracterizaba por el envío de la pelota siempre en profundidad, no enredaban, buscaban el área rival; el canario, semejante a la samba brasileña, dormía al rival con una iniciación lenta, de toque corto y preciosista; y el que más se practicaba, el de la península, donde cada uno jugaba como podía.

Al final se trataba de ganar, igual que ahora, donde el modelo perece innegociable por lo menos de boca para fuera. La realidad dista mucho de la verbalidad. Incuestionable o no, los artistas del balón tienen capacidad de interpretación. El modelo y el juego, si no son eficaces, no valen.

El modelo está siempre en evolución, muy condicionado por el contexto; en busca de mejora y perfección, no depende totalmente del entrenador.

Los diferentes momentos del resultado, de la competición, y las fases del juego se relacionan y están en la mano de los jugadores. Después de esta pandemia, a puerta cerrada, sin ruidos, podremos observar todas las menudencias en el campo. Todos, jugadores y entrenadores, tuvieron un tiempo muy valioso para resatearse. Es vital que el entrenador construya patrones de juego que se conviertan en hábito, en identidad y que permitan conseguir rendimiento colectivo, con eficiencia y eficacia. El juego y los modelos están obligados a entenderse. Empezar a construir de atrás hacia adelante, apoyándose en los pilares de todo equipo, para proteger la portería y perforar la del rival, es la finalidad; cada uno que lo haga como pueda.

A los entrenadores le toca arriesgar y proponer opciones de gusto colectivo. Esta opción es lógica, cada empresa vende un producto para gusto del mercado, si no es así hay que retirarlo. Si coinciden gusto por el juego y propuesta de nuestro equipo, nos llena de euforia.

Fútbol es sentimiento, hay intriga e intangibles que no se aprenden sobre el campo. El talento se tiene o no se tiene. Hay delanteros que marcan con sencillez y los hay que sueñan con el gol que nunca llega.

Hay equipos que se sostienen y se diferencian por la pegada. Otros consiguen las victorias con proyecto arquitectónico y con artistas con buenos pies. Hay equipos que buscan marcar con profundidad, avidez y sin enredar. Los hay que les gusta chupetear hasta borrar la pintura del balón. Hay para todos los gustos.

Por más que intentemos analizar y describir el fútbol, está sentenciado por el gol: gana el que marca más veces. Aguardamos verlo, y que los protocolos sean eficaces.