Pendientes de la COVID en un duelo con sabor a Primera

Riazor recuperará hoy, si la COVID-19 lo permite, el sabor de la Primera División con la eliminatoria de Copa del Rey que enfrentará al Deportivo, ahora en Segunda B, y su tocayo, el Alavés, que sigue en la élite. Un positivo por coronavirus en la plantilla del equipo coruñés provocó la suspensión del entrenamiento previo al partido con el Alavés, un encuentro que está pendiente de los resultados del resto de test a los que se sometieron los jugadores locales.

La Copa no es la prioridad para el Deportivo, que centra su foco en el ascenso a Segunda tras haber salido del fútbol profesional, pero le brinda la oportunidad de reencontrarse con un rival de Primera, a partido único y en su campo.

Esas circunstancias jugarán a su favor hasta las semifinales en el caso de que siga adelante en la competición, pero sus esfuerzos se centran en el torneo de la regularidad, en el que ocupa una de las plazas que permiten seguir luchando por el ascenso.

El entrenador Fernando Vázquez dosificará a sus jugadores y repartirá minutos, aunque hay dos futbolistas con plaza asegurada en el once (salvo que se hayan contagiado de COVID): el portero Lucho García, clave en la anterior eliminatoria, ante El Ejido, y el centrocampista cedido por el Sevilla José Alonso Lara, sancionado en Liga.

El técnico no dispone de Borja Granero, expulsado en la ronda previa, ni de Miku Fedor y Galán, lesionados. Osede, Keko Gontán y Héctor Hernández salen de lesión y Diego Rolan fue sometido el lunes a una prueba de detección del COVID, por lo que es duda. El coronavirus lo ha superado el canterano Yago Gandoy, a disposición ya del entrenador.

El Alavés es favorito y Pablo Machín no rotará tanto como en el estreno copero. Si las molestias musculares lo permiten, Ximo Navarro y Rubén Duarte serán de la partida después de descansar en la última jornada.