Rodrigo Corrales lleva a los Hispanos a un bronce de ley frente a Francia

La selección española masculina de balonmano cerró ayer su gran actuación en el Mundial de Egipto con una brillante medalla de bronce después de ganar con autoridad por 35-29 a Francia, en un partido donde recuperó su mejor versión para dominar de principio a fin y volver a casa con una sonrisa.

España puso un bonito broche a su paso por una cita repleta de más complejidad que nunca por el coronavirus. No pudo pelear por su tercer título, pero dejó claro que el bloque que ha conformado Jordi Ribera le puede llevar a pelear por cotas altas y, tras los dos oros continentales, un tercer puesto mundialista es un refuerzo anímico y deportivo para el siguiente reto que espera en Tokio.

Si ante Dinamarca el viernes la actual doble campeona de Europa nunca tuvo el control del choque, en esta ocasión fue todo lo contrario. Los franceses, con menos energía y aparente ánimo que su rival, siempre fueron por detrás desde muy pronto, víctimas de la recuperación de la defensa y la portería.

Rodrigo Corrales dejó otra actuación estelar (16 paradas, 43 por ciento), respaldada por Gonzalo Pérez de Vargas cuando le tocó, y en ataque los hermanos Dujshebaev fueron los líderes, con Alex aportando goles (8) y asistencias (6), y Dani tomándole el relevo en la segunda mitad (4 de sus 6 goles), de otra gran actuación colectiva, la gran virtud de este equipo.

España firmó un gran comienzo y demostró que el luto, como había advertido el seleccionador en la previa, había pasado. De la mano de Alex y de un enorme Corrales (10 paradas) maniató a Francia. Sólo Vincent Gerard en la portería evitó que el daño para los franceses fuese aún mayor del 4-0.

La campeona de Europa mantuvo su nivel hasta el tramo final de la primera parte, pero ahí, los cambios en la primera línea afectaron algo al ataque, con un Maqueda no tan inspirado. Del óptimo 12-7 del minuto 18 se pasó a un 14-12 en el 27, 16-13 al llegar al descanso.

CLAVE. Corrales continuó inspirado y, apoyado en sus paradas y en Dani Dusjhebaev, España atajó el inicial conato de reacción gala (16-15, min. 34): volvió a tener paciencia para no descentrarse y plasmó de nuevo su superioridad, impulsado por Aleix Gómez (24-18, min.42).

Francia, sin embargo, no perdonó los errores, pocos, en ataque para volver a recuperar opciones (26-23, min.45). La decimoquinta y parada de Corrales hizo que la renta se estirase (31-25, min.50).

A los Hispanos les quedaba por aguantar el seguramente último arreón de una selección curtida en mil batallas y de carácter campeón. Pero Alex Dusjhebaev se lo puso complicado y Pérez de Vargas puso la rúbrica.