Saber perder para ser algún día un campeón

YA teneMOS la solución al milagro Rafa Nadal. Nos la dio ayer el joven aunque sobradamente preparado Denis Shapovalov. “No sólo juegas contra él, también compites contra el juez árbitro”, dijo en la rueda de prensa, tras perder en cinco sets contra el balear. Así que era eso: Nadal juega sus partidos con uno más, y encima ese uno es el árbitro.

Antes, en la pista, el joven Denis había dicho “Sois unos corruptos” tras quejarse al árbitro, Carlos Bernardes, del tiempo que perdía el español entre saque y saque o de que recibiera asistencia médica y dispensa para irse a cambiar al vestuario, todo ello al mismo tiempo.

Está claro: por eso perdió Denis su cuarto partido en cinco enfrentamientos frente a Nadal. Hasta ese momento, torpe de mí, pensaba que tanto valor tuvo, en el quinto set, la férrea resistencia a perder de un Rafa agotado como los evitables errores de su rival canadiense. Celebré coincidir con la leyenda John McEnroe, quien en Eurosport (enésima enhorabuena desde aquí por su excelente trabajo, durante todo el torneo) apuntó que Denis había dejado pasar otra gran oportunidad... que se sumaba a la que perdió contra otro que debe de ganar por los árbitros, Novak Djokovic, en semifinales de Wimbledon, la temporada pasada.

Denis Shapovalov es talento hecho jugador, lo tiene todo para ganar torneos del Grand Slam (apunten su nombre para el próximo Wimbledon). Tiene 22 años, es joven y tiene tiempo de madurar... pero también está entrando en la edad (23 en abril) en la que el maestro periodista Javier Martínez dejó escrito que eso de ser joven y estar a tiempo de todo empieza a ser “la gran mentira”. A los trenes hay que subirse.

Denis no se subió al tren pese a que éste, fatigado como Rafa, iba lento. Nada más perder pagó su frustración estampando su raqueta contra el suelo (eso nunca creo que se lo veremos hacer a Rafa Nadal). Y lo peor vino después, en la rueda de prensa. Ya calmado.

Tan importante como saber ganar es saber perder. Todo deportista lo sabe: se pierde muchas más veces que se gana. Y antes de ganar, de ser algún día un campeón, hay que saber perder. Salir con esas cosas después de no haber dado lo mejor de ti mismo, en el quinto set y con todo a favor, parece más bien una rabieta de un caprichoso joven canadiense.

Rafa dio otro ejemplo en la rueda de prensa. “Denis se ha equivocado, es un buen chico”, dijo. Y recordó que a él, como a todos (también a Djokovic, y no hay que tener mucha memoria) se le aplican las normas. Como la del reloj de tiempo para sacar: Rafa ya tuvo sus más y sus menos por este asunto ¡con Carlos Bernardes! El resto es pagar la frustración con cosas que no tocan.