Santiago, final del Camino y comienzo de la Vuelta ciclista a España de 1982
La ciudad, tantas veces desenlace de derroteros, se convirtió en el punto de partida con el prólogo de la ronda hace 39 años
La plaza del Obradoiro ejerció este domingo como final del Camino, no solo para los peregrinos que acuden a ver al Apóstol, sino también como la mejor meta posible para los ciclistas que completaron la Vuelta a España. Pero todo final tiene un principio, y Santiago, tantas veces escenificada como desenlace de derroteros, también llegó a ser el punto de partida de la ronda española en 1982.
Durante los primeros años de la democracia se había creado un consejo municipal de deportes en el que estaban representadas entre cuarenta y cincuenta entidades, bajo la presidencia de Alejandro Amoedo, segundo teniente alcalde en la primera corporación democrática. Por aquel entonces era habitual realizar reuniones en las que se decidía qué eventos o competiciones se programaban cada año. En una de ellas, “estaba una gente del Club Ciclista Santiago y como era Año Santo insistieron en que se podía hacer algo con la Vuelta ciclista”, recuerda Alejandro Amoedo. “Yo me puse en contacto con la Federación Española, que estaba de acuerdo con esta iniciativa, y me remitieron a Unipublic”.
Para que la Vuelta saliera de Santiago hubo que pagar una cantidad de dinero, pero “se marcharon tan contentos que cuando les di el cheque rebajaron una cantidad importante”, asegura Amoedo.
Santiago albergó una etapa prólogo, por distintos puntos de la ciudad, con la plaza de Galicia como punto de inicio y de meta. Al día siguiente la Vuelta se marchó de Santiago, en dirección a A Coruña.
Alejandro Amoedo fue el encargado de cortar la cinta, junto al alcalde, Marcial Castro. En aquel logro de que el pelotón partiera desde Santiago también jugaron un papel importante Manuel Ariza, concejal y delegado de protección ciudadana, y Paco Torrente, concejal de Deportes.
EDDY MERCKX. Los equipos y la caravana de la Vuelta hicieron de Santiago su base de operaciones durante varios días antes del inicio de la competición. A la ciudad también llegó Eddy Merckx, que no competía, pero fue homenajeado.
Recuerda Amoedo que entre los actos paralelos a la Vuelta “se hacía una peregrinación desde el Ayuntamiento entrando por la puerta principal de la catedral para hacer una ofrenda al Apóstol”, con más de trescientas personas entre ciclistas, directivos de la Federación, directores de equipos...
Unipublic organizó aquel prólogo, ganado por el francés Marc Gómez, primer líder, en la primera Vuelta que gestionaba dicha empresa en España. “A partir de ahí se gestó una gran relación entre Santiago y Unipublic. Al conseguir que se televisaran eventos que se celebraban en la ciudad, Unipublic pagaba por la publicidad que ponía, recuperando prácticamente todo lo que teníamos que pagar. Fue una etapa muy bonita del deporte en Santiago”, remata Alejandro.