Seis precursores, once ascensos y un talismán

Dentro de tan solo seis días el Compostela se jugará de nuevo el ascenso a Segunda División B. Será la tercera temporada consecutiva en la que el equipo se vea inmerso en la misión de retornar a la categoría de bronce. Las dos ocasiones anteriores fueron fallidas, pero todavía está por ver si a la tercera se hace el dicho bueno y va la vencida. No sería el primer ascenso para varios futbolistas del cuadro compostelanista, que acumula un total de siete saltos a Segunda B en sus filas.

No cabe duda de que la experiencia es vital para tener éxito en un play-off. Cuando salten al césped de Balaídos y vean enfrente al Barco, el sábado a las 19.30 horas, la mayoría de los futbolistas del Compos vivirán una situación que ya les resulta familiar y que para unos pocos elegidos traerá el recuerdo de un ascenso. Contra el cuadro de Valdeorras estará en juego el pase a la final, aquella en la que se pondrá en juego el premio gordo: una plaza en Segunda B. Un objetivo para el Compos actual y una meta ya lograda por seis de sus integrantes con anterioridad, cuenta que se eleva a los ocho jugadores si se contabilizan los ascensos logrados con independencia de la categoría, sumando así un total de once promociones con éxito.

Pato, Soto, Jimmy, Baleato, Antas y Primo son los seis jugadores blanquiazules que ya han vivido algún ascenso a Segunda B. También saben lo que es subir, aunque a Tercera, Hugo y Saro.

PATO GUILLÉN. El poseedor del récord de minutos imbatido con la camiseta del Compostela vivió en sus carnes dos ascensos. Su primer salto de categoría en España llegó en las filas del extinto CD Ourense, con el que alcanzó la Segunda División B en la temporada 2011/12, después de haber conquistado el título de liga. En Ourense repetiría suerte, años más tarde y después de haber vivido su primera experiencia en el Compostela, además de su paso por el Barakaldo y el Boiro. Corría la campaña 2017/18, en las filas de la UD Ourense, con la que subió a Tercera.

DAVID SOTO. Formado en la cantera del Celta de Vigo, el central del Compostela participó en el último ascenso de filial olívico a Segunda B. Con experiencia incluso en el primer equipo, con el que había debutado a los 17 años en Segunda División, Soto conseguía un par de años después, en la temporada 2012/13, subir a Segunda B, categoría en la que jugaría los cinco años siguientes, pasando también por equipos como Almería B, Boiro y Cerceda, hasta volver a Tercera División con el Lorca, y de ahí al Compostela, con el que intentará subir otra vez.

JIMMY. Si hay un talismán en el vestuario del Compostela, ese corretea por la banda izquierda y se llama Jimmy. El lateral compostelanista es el único jugador de la plantilla que ha conseguido dos ascensos a Segunda B y, además, con el mismo equipo: el Compostela. Tanto es así, que el cuadro del Vero Boquete acabó subiendo cada año que Jimmy defendió su camiseta en Tercera. Lo hizo en la temporada 2008/09, en la que el equipo se proclamó campeón de liga, volvió a conseguirlo en 2013, después de un tercer puesto, y volverá a intentar este mismo mes, tras un nuevo campeonato de liga. Anteriormente, también había ascendido con el Compostela de Preferente a Tercera.

ROBERTO BALEATO. El mediocentro de Val do Dubra es historia viva del Somozas, con el que logró el hito del ascenso a Segunda B en el verano de 2014, después de haber dominado la fase regular de Tercera División. Este año tendrá una nueva oportunidad, ahora en las filas del Compostela.

PABLO ANTAS. La trayectoria de Baleato y la de Pablo Antas ha estado estrechamente ligada en los últimos años, y por ello también tanto los éxitos como los malos momentos. Ambos coincidieron cuatro temporadas en el Manuel Candocia, logrando el ascenso en la primera de ellas. Una vez cerrada su etapa en el Somozas, coincidirían al curso siguiente en el Bergantiños. Tras un paso fugaz de un año, Antas se fue al Rápido, también brevemente, para volver a encontrarse en la SD.

PRIMO. El Compostela también tiene futbolistas que han vivido un ascenso a la categoría de bronce en su piel en la punta de ataque. Esa bandera la porta el caballero de la venda, que un par de años antes de su primera etapa a las órdenes de Yago Iglesias ya había subido con el CD Vitoria, en 2017. Fue precisamente en esa promoción cuando se dañó sus muñecas y empezó a llevar el vendaje que ahora viste como amuleto.

Dos futbolistas con ascensos en su trayectoria, aunque no a Segunda B, sino a Tercera, son Saro y Hugo. El lateral subió desde Preferente con el Bertamiráns; el atacante hizo lo propio con el Arosa, ambos en 2013.