Sin salto
ERA UN PARTIDO para que el Obradoiro diese un salto cualitativo en la clasificación, en la autoestima de los jugadores y en la tranquilidad de los aficionados, aparte de dejar a un rival directo en una situación muy incómoda. Un partido muy importante en esos aspectos aunque todavía falte un mundo en el devenir de la Liga. El Obra quiso pero no pudo ante un rival que ofreció entrega, lucha, un gran Hakanson y muy poquito más que algunos destellos del francés Bigote. El Obra dominó el rebote, salvo en los momentos cruciales, porque Birutis estaba, otra vez fuera con 5 faltas, y en pista los desaparecidos y desapercibidos Ellenson y Filipovity. Okouo, junto a Birutis, fueron los mejores.
El comienzo del partido fue muy bueno para el Obra, defendiendo bastante bien y jugando con criterio y acierto en ataque. En el momento en que se perdió la fluidez ofensiva el Bilbao comenzó a recortar la ventaja sin hacer apenas nada, salvo que cuando entra en pista Hakanson le dan alas pues al pasar Hobbs el bloqueo por detrás, arma el brazo, tira su primer triple y la mete y casi acto seguido Oliver llega a puntearle un poco tarde y mete el segundo. Cogió confianza y se convirtió en el jugador letal que necesitaba el Bilbao para solucionar sus problemas. Dentro de las zonas, Birutis dominando y Okouo manteniendo al equipo en la lucha en el marcador.
El tiro de 3 fue un hándicap tremendo que el Obra no fue capaz de solucionar ni solventar, y aunque estuvo compitiendo hasta el final, se veía que un equipo iba hacia arriba y el otro hacia abajo intentando mantenerse de puntillas en una pelea que estaba igualada.
Es muy difícil ganar fuera si no estás acertado en la que es la primera opción en la filosofía y apuesta de juego del Obra, los triples. Si solo metes 4 de los 23 que has intentado, aunque hayas tenido un buen porcentaje en los tiros de 2 y dominado por momentos el rebote, todo se hace muy cuesta arriba.
Aparte de estas circunstancias, dos jugadores claves, los dos americanos Hobbs y Ellenson fueron un lastre tanto en ataque como en defensa. Uno estaba tocado en un pie y el segundo tenía un tocamiento generalizado en los 21 minutos que estuvo en pista.
Menos mal que el Real Madrid hizo, in extremis, los deberes ante el Fuenlabrada y que el Lenovo Tenerife hizo lo propio ante el Coosur Betis, que son los dos equipos que, de momento, están en el hoyo.
El sábado nos visita el Casademont Zaragoza que aunque no está para tirar cohetes, tiene una victoria más que el Obra, es un equipo correoso. Llega a Sar con dos viejos conocidos, Hlinason y su reciente fichaje Waczynski, ahora convertido en su jugador estrella. La caldeira ahora está escrita con minúsculas y es necesario que recupere las mayúsculas de toda la vida, para ello también es necesario que el equipo aporte el comburente necesario, la lucha, la intensidad defensiva y el buen juego, para seguir siendo fuertes en casa que es fundamental. Ojalá sea así.
El filial volvió a la senda de la victoria, muy trabajada, con el mérito de haberla obtenido sin su mejor jugador y anotador, Sergi Huguet, desplazado a Bilbao con el equipo ACB.