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AQUELLOS MARAVILLOSOS AROS (134) > 1989 Debutó con 26 años y repartió tapones en once cursos con Utah (5,6 como su mejor temporada) // Pívot de 2,24 m, fue Defensor del Año dos veces y All Star una

Solo vivió una final de conferencia y perdió

Las televisiones autonómicas de Cataluña, Euskadi y Galicia dieron a mediados de los años 80 muchos partidos de la NBA, parte los rechazaba TVE, los del montón, si bien todo era caviar dado el ansia que sentíamos entonces por estar cerca de las estrellas, que díría Trecet.

Los espectadores de entonces nos tragamos mil noches de los Utah Jazz, que con John Stockton y Karl Malone al frente, avivaban la clase media de la liga. Y a su vera, yendo de un lado a otro de la cancha con lentitud de gigante... Mark Eaton, y cada vez que se estiraba entero al lanzar un gancho sacaba media brazo del televisor.

Pívot de 2,24 m con carrera universitaria ramplona, entra en la lotería del draft dos veces pero ni él lo ve claro ni los demás confían en su discreta estadística, y eso que en los años 80 el juego interior marca la pizarra como ahora el triple.

Le llaman los Suns pero un intercambio le lleva a los Jazz.

A los 26 años, el chavalón debuta en la NBA en un partido ante los Spurs, donde pierden. Él sale tres minutos y pone su primer tapón.

Había nacido la muralla con barba (al inicio se afeitaba, luego se descuidó, acercándose al canon de la profunda América blanca).

Esos Utah no son los afamados del cartero Malone llamando dos veces tras asistencia con sello de Stockton, no. Esa era una plantilla previa donde el hercúleo dos cañonero Adrian Dantley disputa más de 40 minutos y acapara la ofensiva promediando 30 tantos por encuentro.

Son una banda, solo ganan 30 partidos, sin pisar el play off, un leñazo que Eaton jamás volverá a sentir.

En su estreno, Mark calceta casi tantos gorros (3,4) como puntos (4,3) en 18 minutos por jornada.

Su vida mejora en 1984, llega un metrónomo con flequillo llamado John Stockton, y en 1985 se suma al roster Karl Malone. Ya están todos, solo falta Jerry Sloam, el entrenador de los mejores Jazz (solo tumbados por Jordan) se une al clan en 1988.

A Mark le pilla la transición entre la era de los grandes dinosaurios de siete pies de altura o más (Artis Gilmore, Jabbar, Rollins...) y el bum del espectáculo aéreo tras la llegada del dios de los Bulls, de Dominique Wilkins y otros aleros raudos que avivan el juego, tanto que a veces Eaton sube al ataque y se cruza con el ascensor de vuelta con sus compañeros bajando a defender.

Da igual, lo suyo es tapiar el aro.

Cumple de diez y en 1985 abre un servicio de cáterin para servir pinchos a domicilio: pone 5,6 tapones cada vez que sale. Ese año logra el premio de Mejor Defensor y repite en 1989 (siendo All Star).

Acuario del 24 de enero de 1957, Eaton se despide a los 36 años. Luego los Jazz retiran su número 53. Hoy da charlas motivadoras de empresa y deporte. No sé si hablará claro pero bien alto, seguro.

EN ESPAÑA Entre los años 1982 y 1993, Mark Eaton fue capaz de lograr varios récords defensivos pero solo disputó una final, en la Conferencia Oeste de 1989, donde su equipo, los Jazz de Utah, cayeron por 4-2 frente a Portland. Así, puede considerarse a Mark como el rey del tapón durante la historia de la temporada regular pero no en las finales, ahí manda un mito: Kareem Abdul-Jabbar. Ojo, conviene decir que esta estadística empezó a realizarse en el ejercicio 1973-1974, para dolor del inmenso Wilt Chamberlain.

El icono de los Lakers, Kareem, brilló antes en los Bucks de unos años 70 que apenas conocemos aquí porque TVE no dio cobertura semanal a la NBA hasta los 80, y lidera el ránquin taponador de las finales con 116 pinchos, por delante de Tim Duncan (81), Shaquille O’Neal (62) y Hakeem Olajuwon y Robert Parish (54)... Eaton, un muro, fue cinco veces parte del Mejor Equipo Defensivo de la liga estadounidense. De 1984 a 1992, jugó entre 25 y 30 minutos con los Jazz, saliendo menos en su año de rookie y en su curso final (1992-1993). El 18 de febrero de 1989 arrasó, quizá por vengarse de un amargo debut profesional ante ese mismo equipo (disputó tres minutos), este 2,24 m. creció aun más. Ese día puso 14 gorros, los mismos que ya repartió el 18 de enero de 1985 ante Portland. Anotador, no, muro atrás sí.

En 1987, Eaton jugó contra España en Tenerife y Valladolid como parte de un combinado americano.

29 mar 2021 / 01:00
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