Sufrido triunfo del Dépor frente al Tudelano que le permite atar el liderato

Sumó el Deportivo tres puntos en su visita a Tudela y eso fue lo más rescatable para el equipo en un partido de pico y pala ante un rival que le apretó y por momentos le encerró en su campo. Pero el cuadro blanquiazul mostró también buenos recursos, supo aprovechar una opción a balón parado y sufrir para mantener su ventaja a pesar de que en la segunda parte apenas tuvo llegadas a la meta local y el partido transitó en una única dirección.

El Tudelano empezó como un avión, muy activo en la presión, valiente para irse arriba y encerrar al rival, al que sometió durante los cinco primeros minutos a un asedio inocuo, un recital de remates bloqueados por la zaga, saques de banda al área y centros que casi siempre partían desde el flanco izquierdo, donde Samanes hizo pasar un calvario a Benito y en el segunda parte a Lapeña.

Acabó como lateral el zaguero vasco, pero antes, en su papel de central incorporado al ataque, marcó el tanto que a la postre fue de la victoria, un testarazo a los seis minutos de partido en la primera incursión del Deportivo en campo del Tudelano. Una falta sobre De Camargo propició una acción a balón parado que remató Lapeña a la red.

Aguantó. El Tudelano palideció porque era el equipo que dominaba, pero las ocasiones las firmaba el Deportivo. Miku pudo marcar a la salida de otro saque de esquina. Y Quiles obligó con un zurdazo desde fuera del área a que Pellegrino se estirase para despejar a córner. El Deportivo logró contener la presión local, aunque nunca acabó de manejar la pelota y temporizar como hubiese deseado. Siempre estuvo incómodo, encimado por el rival, poco acostumbrado a un terreno de juego desigual. Pero bregó para aguantar el marcador y acabó llevándose premio.

El descanso reavivó al Tudelano. Al poco de empezar tuvo que intervenir Borja Jiménez, que reemplazó al amonestado central Jaime ante la previsión de que pudiese ver una nueva tarjeta amarilla. Maniobró el técnico deportivista, que al cuarto de hora de la reanudación buscó aliento en los flancos con Doncel y Víctor García. Pero se quedó sin balón y por tanto sin conexión. El Tudelano se fue arriba sin ambages. Avisó Rodrigo con un remate también tras saque de esquina. Y los minutos finales fueron un calvario para los deportivistas.

El técnico local, Javier Olaizola, no se guardó nada. Acumuló hombres en zonas de remate para intentar encontrar allí el empate en un epílogo que le pareció eterno al Deportivo.