Trimble, verdugo de un Obradoiro que de nuevo se pierde en la orilla

Es una película que, por vista ya muchas veces este curso, no deja de doler. El Monbus Obradoiro es capaz de llegar con opciones de victoria al final de un partido que por momentos tiene ganado, por momentos semeja perdido, pero suele adolecer de la templanza, de la suerte o de la mejor lectura de la situación para conseguir el triunfo.

Contra el Urbas Fuenlabrada, un rival directo en la pelea por la permanencia en la Liga Endesa -y frente al que, por lo menos, amarró el average (+19 en la ida con el 101-82)-, se le escapó literalmente el balón de las manos y fue la cadena de dos errores con Mike Daum como triste protagonista los que le sentenciaron (84-82). Hay que seguir remando, peleando... y como casi siempre también en estos 10 años, sufriendo.

“Desarrollar nuestro juego ofensivo nos va a exigir mucho trabajo individual porque es un equipo que aprieta el balón, las líneas de pase y que roba muchos balones en primera línea si te relajas. No va a ser un equipo contemplativo, sino agresivo”, advertía Moncho Fernández en la rueda de prensa previa al duelo del jueves. Y con esa arenga saltaba también su equipo a la pista del Fernando Martín.

Todo pasaba por el acierto y la concentración, y los dos triples con los que Kassius Robertson abrió la cuenta del Obra calmaban cualquier ansiedad inherente a un partido con la etiqueta, de nuevo, de final. El tándem entre el tirador americano y el mejor Birutis postCOVID sirvió para que el conjunto compostelano cogiese las primeras ventajas mientras que en defensa se parapetaba en una zona.

Un 2+1 de Chris Czerapowicz -otra vez omnipresente, como frente al GBC- dispararon la renta del Monbus que con un 0-6 de parcial a partir del minuto 5 (12-21) demostraba voz y mando en el parqué, certificado el dominio cuando llegó el 4/4 en triples -y 15 puntos en el set- de Robertson (18-28, min. 8).

El ir y venir al tiro libre sirvió para cerrar un cuarto en el que el conjunto santiagués exhibía gran parte de las virtudes que le habían convertido en candidato a soñar en los dos primeros meses del campeonato (20-31, min. 10).

A menos. Pero si compartía con claridad Moncho Fernández el camino al triunfo a lo largo de esta semana, también señalaba la “lucha encarnizada” de una Liga Endesa donde “todos los equipos tienen capacidad para batir a todos los rivales”. Lo dejó patente el anfitrión ante el Barça y lo repitió ayer. El Fuenlabrada se encomendó a Trimble para dar el paso adelante que requería la situación y colapsar con su defensa de anticipación y de ayudas a un Obra que se cortocircuitó con las rotaciones a partir del segundo cuarto.

Un primer parcial de 13-4 en 5 minutos (35-35) devolvía la igualdad al marcador con nuevos nombres aportando en la estadística verde, que ni se vio descolocado con la salida al vestuario de Eyenga tras un mal apoyo después de una canasta.

Blando Birutis y descolocado Enoch, sí echaba de menos el cuadro obradoirista un faro en ataque pues aunque Czerapowicz cortó la primera vía de agua desde la línea de 6,75 (37-40, min. 18) las sensaciones eran diametralmente diferentes a las de los primeros diez minutos. El pitido final y el paso por los vestuarios era la mejor noticia para el Monbus Obradoiro (42-42, min. 20).

Pero poco cambió el guion. Aunque Czerapowicz y Robertson amenazaron con resurgir con sendos triples, Trimble siguió perfecto de cara al aro y con 13 puntos más en su cuenta en este cuarto no encontró ni quien le replicase en ataque ni quien le frenase en defensa. Cohen intento que la goma no se estirase en exceso para los de Raventós, pero seguían siendo acciones como la canasta tras rebote en ataque de Cheatham, a falta de 15 segundos para el final del set (67-60), las que lastraban cualquier intento de voltear la situación (67-61, min. 30).

Tormenta. Amenazaba tormenta en Fuenlabrada para el Obradoiro, y los nubarrones se tornaron aún más negros cuando arrancó el cuarto con un 7-0 de parcial que Trimble y Meindle se encargaron de firmar (74-61).

Moncho Fernández apostó con Rafa García al base y no tardaron en llegar los nervios y la presión en ambos lados de la pista a medida que el electrónico restaba segundos.

Buscó recortar distancia el Monbus al triple y lo logró con Robertson y con Cohen (dos de forma consecutiva en la cuenta del pívot israelí) para ajustar el 76-74 antes de que Novak, en un 1x1 indefendible, acertase también de 3 (79-74, min. 38). Sin embargo, lejos de hundirse, demostró casta el equipo compostelano para aprovechar el momento de más dudas de su anfitrión.

Cohen apeló a su experiencia y clase para ver los espacios que dejaba la férrea defensa sobre Kassius Robertson y fue añadiendo dígitos a la cuenta hasta que Kartal, desde el tiro libre, completó un parcial de 5-21 que daba la vuelta de nuevo al marcador (79-82) a falta de 37 segundos.

Pero ni aún con Trimble fallando incomprensiblemente 2 de sus 3 lanzamientos desde los 4,60 tras una falta de Mike Daum certificó el Obra la victoria. Una nueva pérdida del americano regaló el ataque a un Fuenlabrada que se adelantó y Kartal, solo al triple, erró.