Un cambio para bien
¿CAMBIO de ciclo en la Fórmula 1? Puede, pero habrá que esperar unos cuantos grandes premios para ratificar o rectificar esta impresión sacada precipitamente por muchos aficionados tras la disputa de la primera carrera celebrada en Bahrein y de la que salió como gran triunfadora la escudería Ferrari que hizo doblete. Desde septiembre de 2019, con Sebastián Vettell pilotanto un bólido rojo, el equipo italiano no había conseguido subir a lo más alto del cajón.
Ahora mismo la escudería del Cavallino Rampante, después de muchos años y de no pocos cambios en toda la estructura del equipo, parece haber dado con la tecla para, cuando menos, mirar de tú a tú a los auténticos dominadores en los últimos doce años, Mercedes y Red Bull. Habría que remontarse al 2007 para ver a un bólido rojo como vencedor del mundial con Kimi Raikkonen a sus mandos.
Según los entendidos, no cabe la menor duda que los cambios técnicos introducidos por la Federación Internacional de Automovilismo para hacer más atractivas las carreras, perece que están dando sus frutos. Al menos en esta apertura del Mundial se ha podido ver como escuderías que hasta hace bien poco apenas tenìan chance de subir al cajón, ahora disponen de posibilidades si saben aprovechar los cambios introducidos en los vehículos.
Ya en plena pretemporada se ha podido apreciar que Ferrari había vuelto y a pesar de que el chasis no convenció a muchos debido a su, dec ían, excesiva anchura, lo cierto es que se ha mostrado como un vehículo muy fiable y que da excelentes resultados tanto en calificación como en plena carrera, lo que no es fácil de conseguir. Tanto Charles Leclerc, que se mostró imbatible a lo largo de todo el fin de semana en el circuito Sakhir, como Carlos Sainz, se han acoplado perfectamente a sus monoplazas y le han sacado un excelente rendimiento. Ahora habrá que esperar a la disputa de los próximos tres grandes premios -Arabia Saudí, Austria e Imola- para comprobar si la escudería italiana ha conseguido que el motor se adapte a los diferentes circuitos, aunque todo apunta a que sí y ello les va a permitir estar en la pomada.
El que lo pasó mal pero al final se encontró con un meritorio tercer puesto ha sido Lewis Hamilton. El piloto británico se quejó de que ahora mismo Mercedes no está para luchar por ser primero en la parrilla de salida ya que no acaban de resolver el efecto ‘porpoising’ que les ha llevado de cabeza tanto a él como a su compañero George Russell. El equipo alemán deberá emplearse a fondo para abrir todo el potencial del W13, que impresionó en la primera jornada de los test de pretemporada, pero que fue perdiendo fuelle a medida que pasaban los días.
Los de Brackley esperan solucionar estos problemas que les impiden estar con los de arriba, pero todo parece indicar que se han equivocado en el desarrollo del monoplaza con el que buscan su noveno título de constructores consecutivo, algo que ninguna escudería ha hecho en la historia de la F-1.
Y si la escudería alemana tiene mucho trabajo por delante, no le va a la zaga Red Bull, que cuenta en sus filas con el actual campeón del mundo Marx Verstappen y con otro piloto igual de fiable como Sergio Pérez, que se han visto obligados a abandonar en Barhein. Es más, el piloto belga se vió obligado a abandonar a tres vueltas del final cuando estaba luchando por el segundo puesto, lo que le permitiria sumar unos puntos que a final de temporada puede echar en falta.
Los ingenieros del equipo austríano van a tener que sudar tinta china en su sede de Milton Keynes para paliar los problemas de sobrecalentamiento de los frenos que sufieron a lo largo del fin de semana sus dos bólidos así como lo que provocó el abandono de Marc, un fallo en la bomba del combustible. En todo caso y dada la experiencia acumulada a lo largo de estos años, todo apunta a que Red Bull va a estar en la pomada por lo que se nos antoja un Mundial más reñido que nunca por lo que hay que felicitar a los responsables de la Fedración Internacional que después de años sin mover una tecla, han visto que de continuar por el mismo camino acabarían por echar a los aficionados de los circuitos.
Por lo que respecta a los dos pilotos españoles, señalar que el inicio de Carlos Sainz ha sido agridulce. Hacer un segundo puesto hay que calificarlo como de sobresaliente si no fuese porque el ganador fue su compañero de escudería que en la prueba le sacó dos décimas por vuelta lo que debe hacer recapacitar al piloto madrileño para que no se deje comer la tostada pues no es lo mismo ser primero que segundo piloto. Y respecto a Fernando Alonso, todo apunta a que las mejoras introducidas en su Alpine no han resultado positivas y ahora solo cabe confiar en que los técnicos consigan sacar un mayor rendimiento a un motor que no está, ni de lejos, para luchar por los primeros puestos.
INTRATABLE Ahora mismo la venezolana Yulimar Rojas no tiene rival, en realidad lucha contra sí misma. En los Mundiales de Belgrado, en un último salto antológico, se fue hasta los 15,74, treinta y un céntimetros más que el récord del mundo que ella misma ostentaba desde hace dos años cuando también en un último salto en Gallour se fue a los 15,43. Campeona del mundo y olímpica, a sus 26 años, esta caribeña que entrena en España puede marcar, en realidad lo está haciendo ya, toda una época en triple salto al punto que desde su entorno comienzan a barruntar la posiblidad de que en los próximos Juegos Olímpicos intente hacer el doblete, luchando también por el oro en salto de longitud donde no lo va a tener tan fácil.
INVESTIGADO El presidente de la Juventus de Turín, Andrea Agnelli debe pensar que este no es su año. Enfrentado con la UEFA por la Superliga, eliminado de la Champions, sin apenas opciones en la Liga, y ahora ha trascendido que la Guardia de Finanzas de Turín, dependiente del Ministerio de Economía italiano está investigando una presunta falsedad de cuentas del la entidad turinesa respecto al abono de cuatro meses del año 2020 a su plantilla. La policia procedió días atrás al registro de varios despachos de abogados en distintas ciudades del país y, de momento, tanto el presidente del equipo como su vicepresidente, Pavel Nedved están siendo investigados, algo que ya ocurriera hace unos meses por presunto fraude fiscal.
LOS DINEROS. El próximo 7 de abril la UEFA aprobará un nuevo fair play financiero. Ese día se reunirá su Ejecutiva para aprobar este nuevo plan en un intento por acabar con el ‘coladero’ que el actual sistema permitía a los llamados clubes-estado inyectar todo el dinero que quisiesen, algo a lo que los demás clubes no podían acceder, pues tan solo se limitaba a sumar ingresos y gastos a lo largo de periodos trienales. Según ha trascendido, el nuevo fair play solamente permitirá gastar un 70% de los ingresos para invertir en la plantilla. El descontento era palpable con el plan puesto en marcha hace una docena de años pues no había cumplido los objetivos de control y competitividad. Al contrario, había agrandado la diferencia entre los clubes más ricos y el resto, e incluso había motivado las constantes quejas hacia los clubes propiedades de estados como son los casos del PSG o Manchester City. Si se incumplía te exponías a una sanción. Es más, el City fue sancionado con dos años sin poder competir en la Champions League, sanción que luego no prosperó y solo tuvo que pagar una pequeña multa.
Ahora, el nuevo modelo que se pondrá en marcha la próxima campaña de forma paulatina tratará de compaginar los ingresos con los gastos en las respectivas plantillas, sin que la cosa se vaya de madre. Así, tras tres campañas de adaptación, los equipos solamente podrán gastar el 70% de sus ingresos anuales en la formación de su plantilla, lo que, en teoría, igualaría la situación de los llamados clubes grandes de Europa, que son los que básicamente protestan por la situación de desventaja con la que compiten actualmente ante los clubes-estado.
La entidad que incumpla la norma tras estos tres años de transición se expone a graves sanciones que podrían llegar hasta el descenso de categoría o, como mal menor, a perder puntos en las competiciones internacionales en las que estén interviniendo en esos momentos. La cuestión está en saber si llegado el momento, la UEFA está dispuesta a mostrarse firme, algo que hasta la fecha no ha hecho permitiendo que algunos clubes se saltasen la normativa sin importarles lo más mínino las consecuencias.