Un derbi de otra época

Casi 23 años después, 8296 días más tarde, la competición de la regularidad vuelve a citar en Riazor al Real Club Deportivo y a la Sociedad Deportiva Compostela (17.00 horas; TVG2). Ya hubo derbi en octubre dentro de esta primera fase de Segunda B, pero ahora ambos se ven las caras en el coliseo herculino, escenario de duelos que remiten a otras épocas. El último, el 2-6 que el Compos endosó al Dépor el 10 de mayo de 1998, apenas unas semanas antes de su descenso a Segunda.

No habrá tiempo para la nostalgia, pues ambos equipos se juegan mucho y atraviesan un momento que invita a no descuidarse. Cierto es que el Compostela ha encajado únicamente dos derrotas, la última el pasado miércoles en un partido en el que pesaron más los condicionantes externos que el rival (3-0 ante el Salamanca), pero sumando muchas veces de uno en uno se ha ubicado en zona de pelear por la permanencia durante la segunda fase de la competición, una situación que intenta evitar.

Yago Iglesias tendrá que modificar su esquema habitual para solventar la baja de su único especialista en la posición de 9. Hay alternativas dentro del plantel, pero sin Primo como referencia ofensiva durante unas tres o cuatro semanas habrá que retocar el plan. El míster blanquiazul deslizó en su rueda de prensa del viernes que Brais Abelenda ocupará ese puesto, pero al mismo tiempo desveló que sopesa más cambios para paliar la ausencia del cántabro. Están citados los 19 jugadores sanos del plantel y el ariete juvenil Yago.

El primer objetivo será jugar de tú a tú ante el equipo con más potencial de la categoría, y el Compos demostró su capacidad para hacerlo en el derbi de la primera vuelta, en un Vero Boquete sin público en las gradas. El 0-0 final no llegó a reflejar los méritos compostelanistas en el último tramo del choque, cuando cercó el área del Dépor para buscar dos puntos más de los que terminó llevándose.

Dominar la posesión será una de las premisas del Compos, aunque asume que no resultará nada sencillo. Yago Iglesias avanzó también la intención de evitar que Rubén de la Barrera imponga su idea ofensiva y de toque en el choque de esta tarde, y ambos técnicos señalaron en la previa que esperan un derbi “bonito”, entre dos adversarios con una filosofía similar.

Será el debut del coruñés en Riazor, después de estrenarse en el banquillo blanquiazul el pasado domingo con un empate frente al Salamanca en El Helmántico (0-0). El Dépor apostó por relevar a Fernando Vázquez hace apenas diez días y las urgencias son evidentes, pues el ascenso es obligado y su racha lo pone en peligro.

NECESITADO. El Deportivo atraviesa un momento de dudas que lo ha llevado del liderato a la tercera posición, al límite de avanzar al grupo que peleará por el ascenso a Segunda y con el condicionante de que los partidos aplazados pueden arrebatarle momentáneamente ese lugar.

Son cuatro encuentros consecutivos sin ganar, con dos puntos de doce posibles, y ningún gol en sus tres partidos (dos de Liga y uno de Copa del Rey) en 2021, un bagaje impropio de un plantel con ese potencial ofensivo, que recupera hoy a Diego Rolan, Miku y Beauvue. En la lista entran también dos juveniles, Dani Barcia y Padín.

Sobran atractivos en un derbi al que sí le faltará el duelo de aficiones debido a las restricciones por el avance de la pandemia de coronavirus. El aforo máximo esta tarde en el Abanca Riazor es de quinientas personas, por lo que el Dépor canceló la venta de entradas a lo largo de la semana y solamente permitió el despacho de las correspondientes a los compromisos con los patrocinadores.