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Una Liga agónica... y rojiblanca

Remontada del Atlético de Madrid en Valladolid que firma su undécimo título, el segundo con el sello de Simeone // Correa y Luis Suárez voltearon después del descanso el gol de Óscar Plano

En esa agonía reciente, en ese sufrimiento natural con el que vive las últimas jornadas, el Atlético de Madrid ganó la Liga sobre el alambre, derrotado al descanso, vencedor al final y siempre líder durante 90 minutos de alta tensión, en los que sólo se vio campeón cuando Luis Suárez culminó la remontada frente al Valladolid, descendido, que inició el ingenio de Correa (1-2).

En nueve minutos, del 58 al 67, el oscuro panorama del 1-0 pasó a la liberación del 1-2, porque el argentino se inventó lo que suele crear con constancia últimamente, goles casi de la nada, y porque, en el 67, Luis Suárez aceptó el involuntario regalo de Sergi Guardiola para ejercer de líder, de campeón y de goleador.

Inabordable primero, superviviente después, inalcanzable toda la Liga, el Atlético es el vencedor de un torneo vibrante, intenso y comprimido, el más emocionante quizá por su resolución de los últimos tiempos. Es un undécimo título del campeonato. El segundo de Diego Simeone, el indudable líder de tal éxito, el revolucionario que discute, ya por segunda vez, el dominio de Real Madrid y Barça.

Nadie más que su Atlético los ha ganado la Liga en las últimas diecisiete temporadas. Y lo ha hecho dos veces. Si es una hazaña o no depende de la perspectiva desde la que se mire a los rojiblancos, a los dos “monstruos” de los que hablaba el técnico no hace mucho en plena persecución de un liderato y a las diferencias entre los tres.

INDISPENSABLE. La Liga 2020-21 es suya. De Simeone. Y también de Luis Suárez, un goleador prescindible para el Barcelona y un goleador indispensable para el campeón, el que firmó el tanto final de la Liga; de Oblak y sus paradas cruciales; del impactante Marcos Llorente y sus goles; del desbordante Carrasco; del capitán Koke; del Saúl menos titular que nunca; del líder Savic, esta vez ausente por sanción; de Joao Félix, Giménez, Felipe, Hermoso, Trippier, Lodi, Héctor Herrera, Vrsaljko, Vitolo, Kondogbia, Torreira, Lemar, Dembélé, Ivo Grbic...

Y de Ángel Correa. Nunca entre los favoritos, siempre en la duda que surge su condición imprevisible, pero con una valentía y un atrevimiento al alcance de pocos, él surgió de nuevo al rescate del Atlético, tan determinante como lo ha sido en muchos tramos de esta temporada, tan protagonista principal en el título como se merece.

Cuando la derrota 1-0 del Atlético era irrebatible, cuando le costaba crear ocasiones de verdad, cuando el VAR revisaba el gol del empate (luego no subió al marcador) del Madrid ante el Villarreal, cuando nada predecía la igualada, agarró el balón en el borde del área, como si estuviera en cualquier otro partido, para el 1-1.

Ahí resurgió el Atlético, ganador por el 1-2 de Luis Suárez, que se encontró con un balón que era del Valladolid directo hacia la portería de Masip. Corrió, corrió y corrió, se perfiló hacia su izquierda, para lograr el hueco justo para completar la remontada, para hacer campeón al equipo rojiblanco como le hizo al Barcelona.

Para triunfar en un grupo determinado a ganar la Liga desde el principio, ambicioso siempre, reinventado, resolutivo muchas veces y brillante otras tantas, resistente cuando sintió el riesgo, cuando percibió una posible caída, entre la agonía contra Osasuna o Real Sociedad, también en la cita final en Valladolid, pero con la convicción de que nadie merecía más que él este triunfo sonoro.

El Atlético sufrió más de una hora hasta que lo consolidó, en desventaja desde el minuto 18. Porque a un partido no hay 52 puntos de diferencia. No hay ni futurible campeón ni descendido. Con tanto en juego, no hay matices. Óscar Plano logró el 1-0 en un contraataque perfecto, pero la alegría fue efímera.

Para el Valladolid no hubo carambola en la última jornada. No ganó él, que era la primera premisa de todas, pero tampoco perdieron ni el Elche ni el Huesca, y Pucela vuelve a Segunda División.

FICHA TÉCNICA
VALLADOLID 1-2 ATLÉTICO

Valladolid: Masip; Janko, Kiko Olivas, El Yamiq, Olaza; Óscar Plano, Roque Mesa (Míchel, m. 62), Fede San Emeterio, Toni Villa (Jota, m. 62); Weissman, Marcos André (Sergi Guardiola, m. 62).

Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Giménez, Felipe, Hermoso (Lodi, m. 62), Carrasco; Llorente (Kondogbia, m. 79), Koke, Saúl (Joao Félix, m. 62); Correa (Herrera, m. 85), Luis Suárez.

Goles: 1-0, m. 18: Óscar Plano. 1-1, m. 58: Correa. 1-2, m. 67: Luis Suárez.

Árbitro: Sánchez Martínez (C. Murciano). Amonestó a los locales Marcos André y El Yamiq; y a los visitantes Joao Félix y Felipe.

Campo: José Zorrilla, sin público. En las afueras, se congregaron unos 2.000 aficionados atléticos para animar a su equipo.

22 may 2021 / 20:19
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