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Con la llegada de septiembre los deportistas encaran por segunda vez el último curso hacia Tokio 2020 // El covid es ahora el rival más fuerte, pero el deporte confía en celebrar la victoria // Galicia parte con el objetivo de superar el techo histórico de 19 participantes, logrado en Barcelona ‘92 TEXTO Iván Fernández

Unos Juegos para la esperanza, el renacimiento y la superación

Llega septiembre y con él un nuevo curso, que en clave olímpica, al igual que en todos los deportes, viene cargado de incertidumbre. La pandemia del coronavirus ha puesto en jaque la celebración de los Juegos de Tokio, pero tanto deportistas como organizadores, comités, federaciones o patrocinadores trabajan incansablemente con la esperanza de que una vacuna, principalmente, se convierta en el mejor aliado para competir el próximo verano en Japón. Y allí, donde nace el sol, a diez meses y medio del inicio de la cita olímpica (23 de julio a 8 de agosto), Galicia mantiene la esperanza de superar su techo histórico de participantes en unos Juegos.

En Barcelona ‘92 ondearon diecinueve banderas gallegas, marca histórica que podría ser superada en Tokio. Mientras hay deportistas que aún esperan a que se vuelvan a definir los criterios de clasificación, otros ya conocen su hoja de ruta tras el covid-19. Unos y otros comparten un mismo objetivo: acudir a los Juegos Olímpicos.

A estas alturas, una docena de deportistas gallegos ya han conseguido su billete a Tokio, si bien en algunos casos este aún debe ser certificado. No es el caso de Ana Peleteiro. La triplista ribeirense fue la primera de nuestras deportistas en obtener la clasificación para su tan esperado debut olímpico. Por molestias en un talón no pudo luchar por la mínima de Río 2016, donde ya se le esperaba. La oportunidad le llegará cinco años más tarde, convertida en una Ana diferente, con mayor experiencia en todos los aspectos y ya habituada a frecuentar los podios internacionales.

También cuenta con la marca mínima Adrián Ben, que en el Mundial de Doha hizo historia con su sexto puesto en los 800 metros, además de una semifinal en la que corrió más de lo que nunca había hecho. Pero el medio fondo español está más disputado que nunca, y su 1:44.97 de Catar no es suficiente. A Tokio solo pueden ir tres atletas por país en cada prueba, y si cuatro o más ochocentistas españoles logran la mínima, los criterios técnicos de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) dictarán sentencia. Ben, que no ha podido competir últimamente por un edema óseo en el fémur de su pierna izquierda, también tendría la opción del 1500 (3:35.00), aunque la lucha no se presenta más accesible. Hay, además, otro ramillete de atletas gallegos que aspiran a estar en Tokio, entre los que destacan Carmela Cardama (necesita 15:10.00 en 5000 o 31:25.00 en el 10 000) o Jean Marie Okutu (8.22 en longitud). El plazo para conseguir las mínimas, actualmente suspendido, se reiniciará el 1 de diciembre, prolongándose hasta el 29 de junio.

La vela es el deporte con menos incógnitas, y también uno de los llamados a engrosar el botín histórico de preseas olímpicas gallegas. Antes de que el coronavirus interrumpiera nuestras vidas, Támara Echegoyen, Nico Rodríguez y Iago López Marra fueron designados por la Real Federación Española de Vela (RFEV) como los representantes de sus clases para competir en Tokio. Támara, campeona olímpica en Londres 2012 y una de las regatistas más respetadas en la flota internacional, formará pareja con Paula Barceló en el 49er FX, clase de la que son las actuales campeonas mundiales. Como aspirante a todo también se presentará en aguas niponas la pareja de 49er formada por el sonense Iago López Marra y el cántabro Diego Botín, subcampeones del mundo y campeones de Europa por partida doble. Intentarán mejorar el noveno puesto de Río. Pero si hay un regatista que lleva la medalla escrita en su cara ese es Nico. El vigués forma con Jordi Xammar una de las parejas punteras de 470 y una de las embarcaciones más fiables. Entre Mundiales y Copas del Mundo, Nico y Jordi no se han bajado del podio en siete de las últimas nueve citas.

Quien está llamada a brillar con luz propia en los Juegos es Teresa Portela. La palista canguesa se convertirá en la primera española que participa en seis ediciones olímpicas. Logró el billete para el K1 200 español con su bronce en el Mundial de Szeged 2019, y aunque la plaza no es nominal, a nivel nacional nadie puede hacerle sombra para ganarse el derecho a competir en Tokio.

En ese mismo Campeonato del Mundo Carlos Arévalo y Rodrigo Germade formaron parte del K4 500 que firmó la plata y el pasaporte a los Juegos. Sin embargo, ambos palistas deben certificar aún su presencia en la cita olímpica, a través de unos selectivos pendientes de redefinir por la pandemia y en los que también participará el vivariense Cristian Toro. Antía Jácome, Adrián Sieiro y Sergio Vallejo, que acudirán al Preolímpico de canoa, y Roi Rodríguez, si le permiten participar en los selectivos, aún podrían engrosar la nómina de deportistas gallegos.

Por los selectivos también tendrá que pasar el remero Rodrigo Conde. El moañés logró la clasificación del doble scull ligero en el pasado Mundial, formando pareja con Manel Balastegui, y ahora tienen que ganarse la plaza a nivel nacional.

Quien tiene su plaza prácticamente en el bolsillo es Javier Gómez Noya. España ya tiene clasificados a Mario Mola y a Fernando Alarza, y el tercer puesto restante será asignado a criterio de la dirección técnica de la Federación al triatleta ferrolano. El quíntuple campeón del mundo se prepara para luchar por un podio que ya pisó en los Juegos de Londres 2012.

Galicia también estará representada en Japón en deportes de equipo. Rodrigo Corrales formó parte de la selección española de balonmano que se proclamó campeona de Europa, ganando así el billete olímpico. El cangués seguirá siendo un fijo en los planes del seleccionador, Jordi Ribera.

En baloncesto, Tamara Abalde fue una de las piezas utilizadas por Lucas Mondelo en un Preolímpico que por culpa del coronavirus tuvo que trasladarse de Foshan (China) a Belgrado, disputándose sin público en febrero. Aunque no estuvieron en Serbia y parten con menos opciones, María Araújo y Paula Ginzo participaron en alguna convocatoria anterior.

POLÉMICA. Miguel Alvariño, que tenía la plaza en su bolsillo pero la Federación Española de Tiro con Arco decidió volver a ponerla en juego, ya se prepara para volver a luchar por el billete, aunque el caso esté aún en los tribunales. España dispone de una plaza, pero podrían ser tres si se clasifica en el Preolímpico por equipos. El pontés Dani Castro también parte con opciones.

Las opciones gallegas de superar el techo de Barcelona ‘92 se sustentan, además, en deportistas como la judoca lucense Sara Álvarez o la skater coruñesa Julia Benedetti, que actualmente estarían clasificadas a través de sus respectivos ránquines.

En el Preolímpico del próximo año intentará conseguir la clasificación olímpica la selección femenina de balonmano, subcampeona mundial, con la valdoviñesa Alicia Fernández en sus filas. Por los Preolímpicos de lucha, tanto a nivel europeo como mundial, pasarán José Cuba y Lydia Pérez. El macedano Pablo Rodríguez aspira a uno de los dos billetes de España en MTB, en una selección a criterio técnico de la Federación. En la piscina buscarán su oportunidad Bea Gómez y María Vilas, quien perdió en febrero la posibilidad de clasificarse para el Preolímpico de aguas abiertas. Vicente Romero, tercer reserva europeo, y Gony Zubizarreta, buscarán su opción en el Mundial de surf.

camino a tokio
LOS DEPORTISTAS, SIN CUARENTENA

··· Los deportistas que participen en los Juegos de Tokio podrían verse eximidos de la cuarentena de catorce días a la que están obligadas todas las personas que llegan a Japón desde el extranjero. Esta es una de las medidas que discuten el comité organizador y las autoridades sanitarias para prevenir contagios en los Juegos. A cambio, los participantes tendrían que someterse a un test para detectar positivos por covid-19 antes de salir de su país de origen y otro a la llegada a Japón, quedando sus movimientos limitados exclusivamente a la Villa Olímpica y a las zonas de entrenamiento y competición. En octubre se abordarán las medidas de seguridad para los medios de comunicación; y en diciembre, las de los espectadores.

07 sep 2020 / 01:00
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