Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
David Rial Bello Entrenador del Jerubex Santiago Futsal

“Yo no me veía con la fuerza necesaria para seguir, por el desgaste ”

{Santiago, 1991} Es compostelano, tiene 29 años (nació un 27 de septiembre) y casi la mitad de ellos, doce, los ha pasado entrenando en el club de su vida, el Santiago Futsal: desde benjamines hasta, las dos últimas temporadas, primer técnico del equipo de Segunda División. El dato ayuda a entender la difícil decisión que tomó y que el viernes se hizo oficial: tras el descenso, no continuará en el club el próximo curso

La primera pregunta es directa: ¿Por qué decide no seguir?

Bueno, es una sensación que tengo. Fueron dos años de mucho desgaste: sin casi vacaciones, con muchas situaciones duras: el final del año pasado, la pandemia, el ERTE, a un mes de empezar esta temporada casi no teníamos plantilla... un desgaste muy grande, más allá de la situación económica del club. Con el descenso, yo entendía que tenía que venir alguien con fuerza, yo no veía con la fuerza necesaria para dentro de dos meses empezar algo tan exigente. El club me exige mucho, porque es mi casa y entiendo que tengo que dar el 200 por ciento. Creo que es honrado por mi parte dejar que venga otra persona, no ser egoísta y tomar la decisión fácil, que sería quedarme por comodidad.

¿El descenso ha sido determinante en esta decisión?

No. Si nos manteníamos, que creo que en ciertos momentos estuvimos cerca, tenía la decisión tomada de irme, y al descender es verdad que me lo replanteé, pero creo que es una decisión que no hay que tomar a partir de un resultado deportivo.

Deja usted atrás media vida...

Sí, yo llegué al club con 17 para 18 años, me voy con 19 para 30. Llegué con la mayoría de edad y se va una persona madura. Ha sido mi vida, no sólo a nivel profesional sino personal, que creo que es donde más me ha dado este club y donde más me ha formado. De ahí lo duro de la decisión, más allá de que a uno siempre le gusta entrenar y más en su casa. Dejas atrás tantos amigos, experiencias y momentos...

¿Cómo encajaron su decisión el presidente, Ramón García, y el director general, Miguel Fernández?

Hablé con ellos nada más consumarse el descenso, la semana de Zaragoza y antes del Elche. Les dije que era una decisión que tenía tomada, y la entienden. Es verdad que no la compartían, sobre todo Ramón tenía el interés en que yo continuase y podía tener otra perspectiva que entiendo muy bien. Pero me respaldaron todo este tiempo, siempre tuve su apoyo, nunca un reproche, y tampoco ahora.

Con 17 o 18 años, un chico juega más que entrena a fútbol sala...

Yo jugué hasta esa edad, en el Don Bosco, el Belvís, y ahí empecé a entrenar a equipos de niños. Llega una edad en la que uno ya sabe hasta dónde va a llegar como jugador. Me gustaba lo de entrenar, me llamó Mon Barreiro, entré en el club y bendito el día de esa llamada. Entrené en todas las categorías inferiores, desde benjamines hasta el filial.

Vivió el final del ‘boom’ del fútbol sala, pero más las ‘vacas flacas’...

Llegué cuando empezaba a bajar: aún viví desde dentro la Copa de 2010 en casa, con Alemao y ese gol fantasma. Se fue José Antonio Lobelle, el club cambió de nombre, salieron las deudas y empezó a decaer, hasta por desgracia la situación actual. En la época de Venancio no estaba, pero desde 2010-2011 los problemas económicos empiezan a aflorar. El club sigue en Primera unos años, pero sí que cada año que pasaba era un poquito menos.

Supongo que quizá su mejor recuerdo es cuando le dicen que va a entrenar al primer equipo.

Fue un día muy especial. Había tenido la suerte de poder entrenar algunos partidos al equipo en Primera, por sanciones al cuerpo técnico. Pero cuando Ramón y Miguel me dicen que voy a entrenar al primer equipo... recuerdo perfectamente dónde fue, cómo fue, y es un momento que guardaré para siempre.

Eso sí, después llegaron dos campañas más que difíciles...

Sí, fueron duras. La primera es diferente, por la ilusión de empezar, era el primer año, pudimos confeccionar una plantilla muy competitiva... cuando acabamos estábamos en puesto de descenso, pero dentro de mí tengo el convencimiento de que nos hubiéramos salvado, nos quedaban partidos en casa ante rivales directos. Acaba la temporada de una manera convulsa: la pandemia, el ERTE, y tuvimos quizás más problemas de los que deberíamos para cerrar la plantilla de la actual... al final todo eso condiciona el trabajo del entrenador. Esta temporada ha sido muy rara, aunque para todos. Pero esa suma de pequeñas cosas genera un cansancio muy grande.

¿Cuál es el futuro de David Rial? ¿Alguna propuesta de trabajo?

La verdad es que no tengo nada. No tomé le decisión pensando en si tenía o no, sino pensando en que para mí lo mejor era esto y para el club también. No quería ser egoísta ni conmigo ni con alguien como el club que me dio tanto. Creo que era el momento de apartarme, aunque no tuviese nada. Ahora creo que saldrá algo, pero no sólo tiene que salir sino que tiene que convencerme: si no hay que entrenar, no se entrena, pero más allá de que yo acabe estos dos años saturado por todo lo que vivimos, tengo 29 años y debo seguir entrenando, es mi vida.

¿Qué sustituto le propondría al club como entrenador?

Esa es una decisión que tiene que tomar Ramón, el club. Lo que yo creo, mi punto de vista, es que debe ser alguien que conozca la casa, que entienda la filosofía, y aunque sea un poco diferente a mí, desde mi punto de vista tiene que ser alguien que pueda continuar con el legado que va dejando el club. Pero repito, es decisión de la directiva. Lo importante es que sea alguien con ilusión, con hambre, y que pueda despertarla de nuevo en todos.

EL CLUB
UNA SITUACIÓN “INSOSTENIBLE” EN sEGUNDA

Al técnico se le incide sobre una cuestión: el futuro del Santiago Futsal. “Yo creo que en Segunda B, con menos gastos, tiene... bueno, tenemos, que me sigo considerando parte del club, una oportunidad grande para reestructurarse en un lugar donde va a poder estar más cómodo. Es verdad que tendrá que seguir afrontando situaciones que le vienen de atrás. No sé si decir que es la situación ideal, pero es duro decirlo: en el aspecto económico, la situación en la que hemos estado este año, incluso el pasado, era casi insustentable: lo que generaba de ingresos no llegaba. Ojalá que el futuro traiga ilusión, sé que el club ya está trabajando en ilusionar, en hacer un buen proyecto, en generar estabilidad. Estoy convencido, sobre todo creo y deseo, que el club se estabilice y que poco a poco vaya resurgiendo”, comenta.

16 may 2021 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.