Transporte

El 'Caso Feve' se lleva por delante al presidente de Renfe y a la secretaria de Estado de Transportes

Escándalo por los trenes incompatibles con las medidas de los túneles existentes en las líneas por las que debían circular

Isaías Táboas.

Isaías Táboas. / EFE

Paula Blanco

Nuevos ceses en el 'Fevemocho', esta vez en la parte alta de Feve y Adif. El presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha comunicado su dimisión a la titular de Transportes, Raquel Sánchez, mientras que la secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana - anterior presidenta de Adif-, Isabel Pardo de Vera, ha sido cesada por el ministerio, según ha podido confirmar 'activos'.

Las dimisiones se producen en plena resaca por los errores en el proyecto de los trenes de Cantabria y Asturias que no cabían por los túneles por los que debían circular, lo cual provocó airadas quejas por parte de los gobiernos de las autonomías afectadas. Los trenes de ancho métrico destinados a la antigua Feve que habían sido encargados a CAF en 2020 no eran compatibles con los túneles existentes en las líneas de ambas comunidades autónomas.

Raquel Sánchez ha trasladado a ambos su reconocimiento y agradecimiento por el trabajo desempeñado en Adif y en Renfe. Desde el ministerio defienden que este relevo "permitirá poner en marcha un cambio con el que el Ministerio quiere comenzar una nueva etapa tanto en la Secretaria de Estado como en el nuevo operador", según han declarado a Europa Press fuentes próximas.

La noticia se ha dado apenas una hora antes de que la ministra se reúna con los presidentes de Asturias y Cantabria, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, para dar explicaciones sobre el problema de las dimensiones y el diseño de los trenes de Cercanías para las dos comunidades autónomas. Tanto Barbón como Revilla habían adelantado pedir la gratuidad de los trenes de Cercanías en sus respectivas comunidades como compensación por la "chapuza" y reclamarán más unidades sin que suponga un mayor retraso del contrato actual.

El contrato, que ascendía a un total de 258 millones de euros, incluía 31 unidades y seis trenes alpinos para una línea de cercanías de Madrid. Ahora, con el retraso sufrido por la equivocación, los trenes sufrirán un sobrecoste estimado en 250 millones de euros iniciales por el incremento del precio de las materias primas que reflejará la nueva licitación que se precisa.

A principios de febrero, cuando estalló la polémica, la ministra de Transportes trató de cerrar el escándalo con el cese de dos mandos intermedios en Adif y Renfe. En concreto, se destituyó a un técnico que cesaba su actividad de forma provisional y a un alto cargo de Renfe que estaba a punto de jubilarse. A estos dos cesados, a quienes se les considera responsables del error que ha supuesto un retraso adicional de entre dos y tres años en la entrega de los trenes, se añaden ahora las cabezas visibles de las dos compañías envueltas en la polémica.