Crisis energética

España exprime su red de plantas de gas y dispara las llegadas por barco hasta máximos históricos

El sistema gasista eleva las entradas de gas en buques metaneros hasta el 80% del total en marzo y alcanza un nuevo récord con 35 metaneros descargando en un solo mes.

La planta de regasificación de Enagás en Sagunto (Valencia).

La planta de regasificación de Enagás en Sagunto (Valencia).

David Page

El terremoto geopolítico y económico por la invasión militar rusa sobre Ucrania ha generado una sacudida histórica en el sistema energético europeo. Con toda Europa buscando reducir al mínimo su dependencia del gas ruso y con el Kremlin cortando el envío de gas por tubo al continente como parte del juego de represalias recíprocas, los países europeos se han entregado a la compra de gas por barco como solución alternativa.

Y en medio de esta crisis energética, España está consiguiendo sacar partido de su amplia red de plantas regasificadoras (las que reciben y envían el gas en buques) para convertirse en una pieza clave del tablero gasista continental. El sistema gasista español está erigiéndose en un gran hub continental para la llegada y reexportación de gas natural licuado (GNL), el que se transporta congelado por barco, hasta alcanzar máximos históricos.

Además de los condicionantes generales por la crisis energética y la guerra que soporta toda la Unión Europea, España ha sufrido un golpe particular. En noviembre de 2021, con los mercados energéticos ya registrando precios disparados, Argelia cerró de manera unilateral el mayor gasoducto que unía sus pozos con España a través de Marruecos y con entrada por Cádiz. Un revés que también ha empujado al sistema gasista español a blindar su suministro elevando las llegadas por barco.

Vuelco del GNL

El resultado es que las entradas de gas utilizando buques está marcando niveles récord. El mes pasado España las llegadas por barco a las plantas regasificadoras elevaron su peso hasta un histórico 79% total de importaciones de gas, frente a sólo el 21% que entró por gasoducto, según los últimos datos oficiales de Enagás, el operador del sistema gasista. Tradicionalmente, y hasta el cierre del gasoducto Magreb-Europa decidida por Argelia, el reparto de importaciones entre el tubo y el barco era prácticamente a partes iguales.

En marzo en las seis plantas regasificadoras españolas descargaron un total de 35 buques metaneros, el mayor registro para un solo de toda la serie histórica de estadísticas de Enagás, que arranca en 2013. Los barcos inyectaron en las plantas un total de 29.940 gigavatios hora (GWh) equivalentes de GNL, el segundo mayor volumen de energía descargada de la historia, sólo por detrás de abril de 2022 en el que se registró un pico excepcional tras el arranque de la guerra.

Durante el primer trimestre del año, las terminales de las plantas de regasificación españolas han recibido gas natural de 13 orígenes diferentes y su nivel de llenado medio ha rondado el 60%, diez puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año anterior. España está adquiriendo un papel de relevancia en el sistema gasista europeo en esta coyuntura de crisis y de sacudida geopolítica: entre enero y marzo, el 43% del GNL almacenado en toda Europa se encontraba en las plantas regasificadoras españolas.

‘Hub’ de reventa de gas

Con toda Europa buscando reducir al mínimo su dependencia del gas ruso, España está consiguiendo sacar partido de su amplia red de plantas regasificadoras y también está exprimiendo al máximo sus gasoductos internacionales, lo que está provocando que la reventa de gas a otros países se estén disparando.

Las reexportaciones de gas desde España a otros países se han disparado un 88% desde el inicio de la guerra y hasta el pasado febrero, hasta los 73.186 GWh equivalentes, según los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores). Los países europeos son el principal destino de las exportaciones de gas con mucha diferencia, concentrando un 90% de las ventas en los últimos doce meses (frente al peso del 65% de 2021).

España ha reexportado a Europa durante el último año cerca del 15% de todo el gas que llega al país y tiene capacidad para elevar aún más la reventa en caso de ser necesario. Según los datos que maneja Enagás, el sistema gasista español puede exportar al continente 8.500 millones de metros cúbicos de gas (8,5 bcm) al año a través de los dos gasoductos con Francia tras la ampliación de capacidad puesta en marcha en noviembre con un nuevo compresor en Irún, y actualmente también tiene capacidad para mandar otros 4 bcm por barco desde las plantas de regasificación.

Pero si se ponen las regasificadoras a máximo rendimiento, se pueden sumar casi otros 10 bcm adicionales y elevar la cantidad redigirida a otros países europeos hasta más de 20 bcm cada año (aproximadamente un 13% del volumen de gas que compra Europa a Rusia). Además, Enagás trabaja con poner en marcha de manera inmediata la planta asturiana de El Musel, hasta ahora inactiva, para utilizarla como almacén logístico de reexportación, lo que podría elevar en otros 8 bcm la capacidad española de envío de gas a Europa a partir del próximo año.