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    Compostela mantiene muy viva la leyenda del camino de estrellas, que inspiró a artistas de la talla de Alfons Mucha, Arnulf Rainer, Joan Miró o Luis Buñuel con su película La Vía Láctea, 1969, centrada en dos trotamundos que emprenden el Camino desde París con humor surrealista. Pero ninguno ha dedicado tanto empeño ni tiempo al Camino de Santiago, como Eiravella. Es el nombre artístico de Juan Otero (Portas, Pontevedra,1934- 2019).Lo suyo fue un compromiso vital en su serie más larga, sentida y emotiva denominada Camino de estrellas. Una producción que supera las trescientas obras realizadas a lo largo de más de 35 años.

    Selectas piezas de su más emblemática serie podemos contemplarlos hoy. La inauguración fue pospuesta por el covid-19, en el espacio más adecuado, el Museo de las Peregrinaciones. En su sala de exposiciones temporales, el comisario Gonzalo Sellés Lenard su gran amigo, máximo experto, catalogador y conservador de su obra, anticipa un ciclo expositivo pensado para poner en su justo lugar a un artista que califica como creador de tiempos remotos. En efecto, las creaciones de Eiravella poseen raíces medievales, signos de culturas arcaicas, primitivas y localistas que nuestro artista supo transformar en lenguaje universal. Tiñó su obra de simbolismo y lo nutrió de la abstracción por vía figurativa. Sus ingenuistas y un tanto naif figuras sólo las llegan a entender espectadores sensibles, con cierta alma de poetas, que saben valorar su metafórica reunión de lo celeste con lo terrenal a través de un grafismo elemental pero muy lírico.

    Sus composiciones dan cabida a sentimientos encontrados tan tiernos como, el eterno abrazo de Maternidad, el gozo de parejas enlazadas al ritmo de los tradicionales bailes de pueblo, figuras concentradas en el deleite musical, departiendo charlas o regocijándose ante los vaivenes de un juego; o tan sufridos como el abatimiento por fatiga o dolor existencial en sus peregrinos. El universo Eiravelliano concita lo luminoso y mágico con lo mitológico en escenarios organizados al margen de limitaciones espacio-temporales.

    Nuestro artista experimenta con materiales tan originales como la talla viva y directa, sobre mandíbula de cachalote halladas en la factoría abandonada de Punta Balea. El uso de fragmentos abandonados supone una manera de poner en valor la memoria de la actividad ballenera en Galicia, que se inició en siglos anteriores y fue retomada en el XX para ser desmantelada definitivamente en los años 80. En torno a 1988 datan la mayoría de las piezas expuestas. Tablones enormes de madera (algunos superan los tres metros) fueron rescatados de aserraderos. La porosidad de la osamenta, como las oquedades y zonas corroídas del cálido material, le sugieren volúmenes, curvas e incisiones conformadoras de sus singulares imágenes, etéreas algunas, más terrenales las demás.

    La nutrida serie Camino de Santiago-Luz de estrellas, comenzó en 1962, en Suiza, y le ocupó hasta sus últimos días. En ella apreciamos a un artista rendido al paisaje astronómico desde su infancia al lado de su madre, pasmado ante los millones de estrellas que componen la vía Láctea o seducido por las fascinantes ilustraciones de astronomía, tema que se refleja tanto en sus lienzos como en los enormes tablones que penden de las paredes de la sala. Sus oníricas estrellas se estilizan en misticidad, virtual sencillez como Bellatrix; a veces toman formas oblongas estirándose en grupos circulares, adaptándose a las propiedades de la madera. Se vuelven antropomorfas, como delata Orión, en posición un tanto inquieta y más tímida y preocupada que guerrera, o Casiopea reducida a pura fugacidad dubitante.

    En clave expresionista, Eiravella esculpió el sol en circular piedra rojiza cuya expresiva carita sintética semeja adelantarse a los pictogramas de los actuales emoticonos. Al igual que su Asteroide, con elementales facciones humanas en actitud de rasgar el horizonte. También sus deliciosos dibujos en pastel, como Pleniluvio en Campolameiro, congregan la visión de la romántica luna llena por un grupo de devotos desnudos magnetizadas por el astro. La serie Viaxeiros no tempo, la componen obras que aluden tanto a las autopistas que seguían los cetáceos guiados por las estrellas, como a la milenaria mancha blanquecina guía de todo caminante a Compostela impulsado por sentimientos de fe, esperanza, amor o cultura. El mismo trayecto sugerido por San Juan de la Cruz como camino de perfección y superación basado más en la renuncia al placer, rechazo de lo fácil y empeño en lo dificultoso. Es lo que parece guiar a estas ingenuas figuras, inclinadas ante las pesadas jornadas laborales en el campo o por las duras cargas vitales.

    Un madero es un ingrávido Cisne si lo manipula Eiravella logrando que flote en el espacio a la manera de klee o Brancussi, o en su otra vertiente lo ancla a la gravedad como delatan sus personajes cotidianos. Por la sala expositiva, grupos escultóricos de mujeres, niños, parejas, devotos religiosos o peregrinos, ora solos ora en grupos, quedan sintetizados a esquemas geométricos, siempre absortos en sus pensamientos, afanados en su misión o concentrados en la música que alivia las penas.Al igual que enotras composiciones pictóricas adoptan carácter céntrico bañadas por el radiante sol como Fiesta, Música o Cantores de Rianxo, o en escenas etnológicas como el prensado de la viña.

    Son pequeñas revivificaciones de un lejano tiempo, de momentos que el artista ha querido preservar y rememorar a lo Chagall.

    Sus creaciones, además de piezas tan contundentes como las que se exhiben en sala, también hacen las delicias de los muchos coleccionistas particulares que presumen de poseer un Eiravella. Es tiempo de acariciar esas estatuillas en piedra que contienen alma, encierran aura, aunque las leyes de la nueva normalidad no lo permitan, tampoco las reglas del Museo. El año pasado fallecía nuestro artista, se aislaba así de sus criaturas y de su amada Manuela para habitar la más hermosa de las muchas estrellas que tan poéticamente plasmó en su fecunda vida artística.

    11 jul 2020 / 22:38
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