El maleficio capicúa de Alfonso XIII
El 8 de marzo se cumplieron cien años del asesinato del coruñés Eduardo Dato, en tres ocasiones presidente del Gobierno
-En 1912 había sido asesinado el ferrolano José Canalejas, que entonces presidía el ejecutivo.
-Dato firmó el decreto de neutralidad en la Primera Guerra Mundial y creó el Ministerio de Trabajo del que es titular Yolanda Díaz.
Hay un maleficio capicúa en los presidentes gallegos que estuvieron al frente de Gobiernos nombrados durante el largo reinado de Alfonso XIII. A José Canalejas, nacido en Ferrol el 31 de julio de 1854, lo asesinan el 12de noviembre de 1912. Eduardo Dato, coruñés de cuna (12 de agosto de 1856) fue asesinado por tres anarquistas desde una moto sidecar el 8 de marzo de 1921. Canalejas en el 12, Dato en el 21. El segundo puso en marcha algunos de los proyectos inconclusos del primeros, como la creación de la Mancomunidad de Cataluña.
Eduardo Dato fue uno de los 19 políticos que presidieron Gobiernos en el dilatado reinado de Alfonso XIII, desde Práxedes Mateo Sagasta, el primero, el que certifica la pérdida de las colonias, hasta el último, el almirante Juan Bautista Aznar y Cabanas, tío-abuelo de José María Aznar, que hace un cuarto de siglo llegó a la Moncloa. Aquel Aznar fue el que convocó las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 que dos días después hicieron al rey viajar en coche hasta Cartagena y allí coger un barco hasta Marsella. Murió hace ochenta años en Roma, la ciudad donde tres años antes había nacido su nieto Juan Carlos, con quien los Borbones volvieron a reinar en España.
Eduardo Dato fue presidente del Gobierno en tres periodos diferentes. El primero, tras una de las marchas del conde de Romanones, entre 1913 y 1915. Le cogió la Primera Guerra Mundial y fue quien firmó el decreto de neutralidad de España en el conflicto el 30 de julio de 1914. Su segundo periodo fue más breve, entre mayo y noviembre de 1917. Coincide con la revolución rusa, que exporta a la España de entonces una huelga general revolucionaria. En esa ocasión, sucedió en el Gobierno a Manuel García Prieto, de quien también hoy es el aniversario de su muerte. Su tercer y último mandato empieza en mayo de 1920, el mismo mes que un toro mata a Joselito el Gallo, el icono de los poetas del 27, en la plaza de toros de Talavera. A Eduardo Dato lo mató una terna de anarquistas: Pedro Mateu, Luis Nicolau y Ramón Casanellas. Dicen los historiadores que lo tenían más a mano que su verdadero objetivo, el general Severiano Martínez Anido, gobernador civil de Barcelona, ciudad que vivía un ambiente incendiario de huelgas y conflictos entre patronos y trabajadores.
Además de firmar la neutralidad de España, Eduardo Dato creó en uno de sus Gobiernos la figura del ministro de Trabajo (cartera que ahora ocupa la gallega Yolanda Díaz). En su tercer mandato, el que no pudo terminar por su muerte, asumió la cartera de Marina. Se había afiliado al Partido Conservador de Antonio Cánovas, asesinado por un anarquista en 1897 cuando descansaba en un balneario de la localidad guipuzcoana de Mondragón.
Eduardo Dato se presentó en 16 ocasiones al acta de diputado. Llegó a presidir el Congreso y en 1907 fue alcalde de Madrid. Su asesinato fue el mismo año de 1921 del desastre de Annual. Dos impactos tremendos en la moral de Alfonso XIII. Una década antes se había producido en Chicago y Nueva York la marcha que originó el día de la Mujer Trabajadora. En 1921 se celebró la primera Olimpiada Femenina. Dato dejó viuda y tres hijas huérfanas. Alfonso XIII presidió el cortejo fúnebre de su entierro. Con Canalejas completa el maleficio capicúa de los presidentes gallegos. Un honor que después ostentarían Santiago Casares Quiroga, Leopoldo Calvo-Sotelo o Mariano Rajoy.