Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Julio Cortázar, el gallego

Estas palabras del escritor uruguaio Eduardo Galeano nos sirven para conocer un poco mejor a Julio Cortázar: “Aquella noche me di cuenta de que yo era un cazador de palabras. Para eso había nacido. Esa iba a ser mi manera de estar con los demás después de muerto y así no se iban a morir del todo las personas y las cosas que yo había querido” (Galeano. La biografía. Ediciones B). Al morir nuestro autor la escritora Cristina Peri Rossi (1941) no fue a su entierro y gracias a ese sentimiento y a esa inquietud ha salido la publicación de Julio Cortázar y la crisis, un texto de ciento cuarenta páginas donde Rossi introduce sus vivencias más íntimas con el escritor de Rayuela “A veces se produce el encuentro entre dos grandes escritores y de esa conmoción surgen risas, relatos, poemas, cartas, viajes, diarios y fascinación mutua en la última década de su vida”.

París y Barcelona han sido los escenarios y Julio Cortázar dedicó quince poemas de amor a Cris y muchos años más tarde tras su muerte, Cris en este trabajo escribe una crónica de esa amistad irrepetible y amorosa. Han sido otros los que se acercaron a la figura tanto personal como literaria de este gran autor. El catedrático de Literatura Española en la Facultad de Humanidades Miguel Herráez (Valencia -1957) dedica en uno de sus trabajos a escribir un Julio Cortázar, al otro lado de las cosas acercándonos aún más si cabe a este gran protagonista. También en Julio Cortázar. Una biografía revisada se recogen infinidad de datos de su vida en ciudades como París y Buenos Aires a partir de un profundo conocimiento de su obra y al pasar sus páginas, nos acordamos de aquella excelente entrevista realizada en su momento por Joaquín Soler Serrano en su mítico programa A fondo Pero se preguntarán: ¿Por qué ofrecemos un texto o un comentario sobre un autor nacido en Bruselas de origen argentino llamado Julio Cortázar? La respuesta la ha dado Francisco X Fernández Naval cuando hizo de la necesidad una virtud y se puso a trabajar en una obra que nos ha llamado poderosamente la atención bajo el nombre de El sueño gallego de Julio Cortázar.

En el año 2006 como ha escrito Fernández Naval, Aurora Bernárdez, esposa del escritor cedía a Galicia su archivo fotográfico. Un patrimonio que actualmente está depositado en el Centro Galego de las Artes e imagen (CGAI) encargado de su custodia y conservación. Al hablar del trabajo de Naval lo hacemos de un volumen con distintas notas aclaratorias y textos cedidos para este edición por autores como Eva Veiga, Miguel Mato Fondo, Olalla Cociña entre otros. Uno de los textos que engloba a todos estos autores sin duda ninguna es el trabajo realizado por Xavi Ayén “Aquellos años del boom. García Márquez, Vargas Llosa y el grupo de amigos que lo cambiaron todo”. O las reuniones mantenidas en su momento por el escritor Graham Green y su amigo el sacerdote Leopoldo Durán. “La primera carta que me escribió Graham Greene está fechada el 30 de junio de 1964. Nuestra última conversación larga, telefónica, tuvo lugar el 12 de febrero de 1991, mes y medio antes de su muerte”. En El fin de la aventura... Graham Greene escribe “Ustedes, los sacerdotes, ¿no saben hablar de otra cosa que de Dios?. Es que no hay otra cosa”. Volvemos a Cortázar.

Buenos Aires. Era la capital editorial literaria en lengua castellana. Manteniendo Julio Cortázar conversaciones con Ramón Chao quien podía ser uno de los personajes de sus relatos. Han sido muchos los que nacieron fuera de Galicia pero que tenían una relación con ella. Las circunstancias hicieron nacer a Lorenzo Varela en La Habana y a Arturo Cuadrado en Denia –Alicante– y a Luis Seoane en Buenos Aires.

Los tres llegaron a Galicia donde fueron protagonistas de una intensa actividad cultural “estropeada” por la Guerra Civil. Se encuentran en Buenos Aires con otros compañeros y amigos desde Carmen Muñoz, Rafael Dieste, Suarez Picallo, Otero Espasandín... Pero fue en el año 1956 cuando Aurora Bernárdez y Julio Cortázar llegan a España y a Galicia donde utilizan todo tipo de vehículos de aquella época con numerosas fotografías que recuerdan aquella ocasión. Es en 1968 cuando Xosé Neira Vilas da a conocer su Memorias dun neno labrego y conoce a Julio Cortázar. Es una de las personas que ofrece material y conversaciones para que Fernández Naval pueda realizar su trabajo en torno a la vida literaria de Julio Cortázar. En La Habana con Neira Vilas entre otros habla del cuento como un género literario dando lugar a una conferencia que será publicada como Del cuento breve y sus alrededores. Hasta el intelectual Isaac Diaz Pardo establece conversaciones en las que Luis Seoane habla de su amigo escritor.

Al hablar de Cortázar lo hacemos de un autor cuyo conocimiento cuenta como referentes a las grandes figuras que han trascendido esa época que les ha tocado vivir como Kafka, Heminway, Faulkner, Bates, Chesterton, Nerval, Wilde, D’Annunzio, Valéry, Homero, Shelley, Keats, Eliot, y el Jazz negro que a su entender era el único genuino. Semejante autor realizó muchos trabajos en torno a su vida y a su obra. Fruto de ese trabajo es el libro mencionado. En los años 2006-2007 la profesora Soledad Pérez Abadin nos hizo acordarnos de la obra de Cortázar en Galicia gracias a unos alumnos que sentían un profundo interés por la obra de este escritor. Tiempo más tarde la profesora publicaría Cortázar y el Che Guevara- Lectura de Reunión

El periodista Camilo Franco ha sido responsable durante muchos años de dar a conocer esa faceta desconocida en Culturas, dedicándole a Cortázar un número especial en dicho suplemento. Una vez más volvía Galicia a la mente de los gallegos y del propio Cortázar con su La circunstancia gallega de Julio Cortázar Y en sus páginas ofrecía a sus lectores una entrevista a Aurora Bernárdez y un relato en su página final No peto dunha americana. Sería en el año 2006 cuando Xavier Seoane daría una conferencia sobre la poesía del escritor argentino. “Hablamos de un hombre, muy culto”, dice Xavier en conversación con Fernández Naval en una conferencia sobre la poesía del escritor argentino y añadimos las palabra de Saúl Yurkievich (1931-2005, Julio Cortázar: mundos y modos) que en un prólogo para Rayuela habla de una novela talismán, novela iniciática, propuesta existencial que aspiraba, potenciando lo humano a cambiar la vida. Hacemos nuestras unas palabras de César Vallejo: “Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo”. Julio Cortázar nació un 1914 en Bruselas y murió una mañana lluviosa en París en 1984.

05 dic 2020 / 19:32
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito