Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

La experiencia escarmentada

Las ‘Máximas’ de La Rochefoucauld, ‘Los Caracteres’ de La Bruyère y las ‘Fábulas’ de La Fontaine nacieron en la época de Luís XlV y de la Corte de Versailles. Son reflexiones sobre todo a partir de conductas bien registradas, hondas y agudas, lúcidas y escarmentadas, donde el desengaño, la decepción, la ingratitud, un cierto pesimismo, y una enseñanza sólida forman un universo sabio acerca de las relaciones humanas. Estos tres autores tenían el don psicológico de saber captar a los demás, que les venía de un abundante y variado trato humano y manejaban un rigor de escritura. Realismo, experiencia y objetividad son sus signos visibles, y en esto también reside su espléndida actualidad y su frescura literaria. Los tres eran hombres de mundo y sociedad y descubrían lo que se escondía detrás del mundo de la etiqueta y ceremonia y del mundo de los salones; dejaron acertados lienzos escritos de determinados ambientes del siglo XVll en Francia, y de lo particular supieron alcanzar lo universal : sus textos corresponden a la condición humana. Podemos clasificar sus cientos de reflexiones : sobre hechos que a nadie se le ocurren, sobre hechos que nadie sabe expresar en apretada y acertada expresión; hechos y captaciones que escapan a la “normalidad “: los demás ni se enteran, y , finalmente, y es la gloria de ellos, el verter todo ello en escritura impresa con ornatos de época. Ediciones diversas, antiguas y modernas, contribuyen a ello.

SOBRE LA BRUYÈRE. Jean de La Bruyère(1645-1696) ostenta el doble mérito de haber traducido del griego los Caracteres de Teofrasto, lo que le convierte en un helenista; y también haber asimilado y recibido su influencia ; pero además, y aquí yace su valor, en haber sido continuador de este género literario-humanístico y psicológico al crear obra original, distinta en su estilo y distinguida por su mensaje. Al publicar sus” Caracteres “ a partir de una vida reflexiva e intensa presenta las costumbres de su siglo en Francia, lo cual es importante también para la Historia, la Antropología y la Sociología de su época, pero también su mensaje cobra valor universal y vale para cualquier geografía : enseña, orienta desde la confusión, y resuena honda y luminosa toda la verdad de lo que leemos en su escritura. Su vocabulario psicológico y moral es enorme. Su obra puede incluso tomarse como una consulta para la conducta a seguir cada cual. Su libro no pide una lectura continua, sino que es un libro que rezuma “olores” y “sabores” en cada sentencia cargada de pensamiento acerca de los juicios, la sociedad y la conversación, etc. Se advierte en todo ello un sabor estoico.

SOBRE LA FONTAINE. En el bachillerato francés los alumnos aprendían sus fábulas y las recitaban de memoria sacando su enseñanza moral. He aquí una directa didáctica humanista. La Fontaine era el prodigioso continuador desde la Antiguedad con Esopo y Fedro de poner a los animales como protagonistas de situaciones diversas. La estructura de la Fábulas es una forma poética al servicio del hecho moral, para mejorar la conducta de los hombres, o para censurarlos . La recitación de fábulas atrevidas, en velada alusión política o mundana, o su representación teatral de las mismas, tenía la intención de que el público se enterase al encontrar un retrato piadoso o despiadado de sus defectos. Jean de La Fontaine(1621--1695) enfocó la fábula como una forma de arte , con un sentido exquisito de su justa medida; y sabía al mismo tiempo llegar a lo profundo y a lo sólido , lanzando un envío magistral contra la postmodernidad actual, que se complace en lo superficial y lo ligero. En sus 12 Libros de Fábulas alcanza los arquetipos, las generalidades, lo universal. Los moralistas ayudan a vivir.

SOBRE LA ROCHEFOUCAUL. Las Máximas de François de La Rochefoucauld (1613--1680) son un enorme y complejo gráfico de altibajos en que la pluma del autor funciona como la flecha que marca el funcionamiento del corazón y del cerebro en la pantalla de un monitor, tanto lo mismo, las ideas, las reflexiones, las discusiones, los pensamientos, y también, los sentimientos, las emociones, las pasiones, las acciones, en subidas y bajadas diversas , en una potencia o disminución del obrar a medida que vienen las realidades directas de la vida, como son la ambición, la aversión, la confianza, los defectos, la envidia, el miedo y la vanidad (tan del Barroco), en la rigurosa edición de J. Truchet (1992). De las 641 Máximas definitivas elijo una, la 253 ; “El interés mueve toda clase de virtudes y de vicios”. Tuvo una vida agitada, intensa, y con graves disgustos familiares ( muerte de varios hijos ). Como referencia surge Séneca y su estoicismo. Legó a la posteridad este libro de desilusiones y desesperanzas, pero tuvo la fortuna de haber sabido captar el valor de sus vivencias agridulces y de haber captado las esencias de los conductas elevándolas a categoría literaria. El legado de los moralistas franceses continúa no sólo actual, sino que también sus reflexiones sirven para la vida de los hombres de este siglo.

30 may 2020 / 22:21
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito