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Mucho más que una calle

    Si hiciéramos una encuesta en Buenos Aires preguntando quién es Cerviño, me animo a decir que la inmensa mayoría respondería que es una avenida de la Capital Federal. Algunos podrían agregar que es una de las calles más “chetas”, argentinismo utilizado para nombrar a algo o alguien de clase social alta. Está ubicada entre los barrios de Palermo y Recoleta, cruza el imponente ex Zoológico (hoy Ecoparque) y se distingue por un boulevard arbolado. Tras un kilómetro y medio repleto de imponentes edificios y restoranes, finaliza a metros de la emblemática avenida del Libertador.

    TAMBIÉN DICHA AVENIDA se asocia rápidamente al Hospital Fernández y el Sanatorio de la Trinidad, ambos reconocidos por ser los más importantes centros de salud pública y privada porteña, respectivamente. De esta manera Cerviño es el típico caso de esos nombres que nos suenan familiares, que están instalados en el inconsciente colectivo pero no tenemos ni idea de a quienes pertenecieron. ¿Qué hicieron en vida para transformarse en calle? ¿Cómo consiguieron inmortalizar su apellido en el cartel azul que señala cada esquina?

    De hecho, si buscamos Cerviño en internet, el primer resultado es un destacado plano de Google Maps, con la avenida señalada desde el Hipódromo y los Bosques de Palermo, el predio de La Rural y el Planetario hasta el Cementerio de la Recoleta. Luego si, nos encontramos con información sobre la vida de Don Pedro Antonio Cerviño Núñez de la Fuente, bautizado en 1757 en la iglesia parroquial de Santa María de Moimenta, de Campo Lameiro en Pontevedra.

    COMENZÓ SUS ESTUDIOS en la Academia Marina de Ferrol, viajó a Buenos Aires para incorporarse como cadete al Regimiento de Infantería, completó sus estudios en la Academia de Matemáticas de Barcelona (donde se formaban los grandes geógrafos e ingenieros militares) y luego se instaló definitivamente en tierras argentinas, por entonces pertenecientes al Virreinato del Río de la Plata. De familia noble pero origen humilde, integraba como ingeniero la comisión encargada de fijar los límites con el Reino de Portugal.

    Realizó expediciones científicas al inhóspito Chaco para estudiar la calidad del hierro de los meteoritos caídos del cielo, navegó los ríos Paraná y Uruguay realizando cartografías desde su nacimiento hasta su desembocadura investigando su navegabilidad y recorrió la frontera de la llanura pampeana para difundir su geografía, ampliando las fronteras internas. Al crearse el Consulado de Buenos Aires se le ordenó que permaneciera en América debido al exitoso desempeño en todas las tareas encomendadas.

    Confeccionó el mapa de la frontera con Brasil verificando las líneas divisorias, financió escuelas de ciencias, hizo el plano el arroyo Maldonado, aportó con la llegada de instrumentos astronómicos y geodésicos desconocidos hasta esa época, estudió los eclipses de luna, practicó estudios topográficos en la ribera de Quilmes y calculó con exactitud la longitud de la capital del virreinato. Humanista y franciscano, defendió el comercio local y apoyó la llegada de criollos al poder.

    ADEMÁS de llevar a cabo la carta náutica más completa del Río de la Plata hasta entonces, también sondeó de punta a punta el frente de costa de la ciudad para presentar el proyecto de la construcción del nuevo muelle principal. Diseñó los bocetos de la rambla de Barracas y ascendido a “Ingeniero de Estado” fue encomendado para levantar planos de todas las provincias del Virreinato. Confeccionó el mapa general de la expedición al Río Negro y del relevamiento del puerto Ensenada para delinear el nuevo pueblo.

    Fue el primer director de la Escuela de Náutica, inspirada en la Academia Naval en Ferrol de la Armada Española. Dictó cátedras de geografía, hidrografía, geometría y mecánica. Realizó el mapa topográfico íntegro de Buenos Aires y estudió los movimientos migratorios de los pueblos originarios, siempre de manera respetuosa, con el objetivo de integrarlos. Como periodista, fue redactor de “El Telégrafo Mercantil”, el primer periódico porteño, desde donde promovía el crecimiento económico basado en la agricultura y ganadería de los espacios rurales.

    En el ámbito militar enfrentó como Comandante al ejército inglés durante las invasiones de 1806 y 1807, donde por su valentía concluyó la reconquista con el rango de Teniente Coronel. También dejó su legado en el momento más trascendental de la historia política argentina: íntimo amigo del prócer Manuel Belgrano, fue uno de los protagonistas de la Revolución de Mayo de 1810 apoyando al grupo de Cornelio Saavedra, finalmente elegido como presidente de la Primera Junta de Gobierno del Río de la Plata.

    Geógrafo, docente, matemático, ingeniero, militar, político y periodista, prestó servicios para este país la mayor parte de su vida con una trayectoria intachable. Casado con María Bárbara de Barquín, representa un ejemplo de los valores gallegos cien años antes de la gran inmigración. Falleció el mes previo a la Declaración de la Independencia de la Argentina en la Ciudad de Buenos Aires, donde merece difusión y reconocimiento mucho más allá del nombre de una calle.

    13 mar 2022 / 01:00
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