Aplastante triunfo del PP en A Coruña y plata con sabor a oro para el BNG

Sin necesidad de colocar las siglas del PP en los carteles electorales, Alberto Núñez Feijóo arrasó en toda Galicia. Y la provincia de A Coruña sirve de ejemplo de lo ocurrido: los populares agrandaron su mayoría absoluta, el BNG logró una medalla de plata con sabor a oro y los socialistas bajaron a la tercera posición. Pero en las portadas de este 12X, sorprende sobre todo este titular: la caída al abismo hasta la extinción de Galicia en Común. Su candidato a la Xunta, Antón Gómez-Reino, ni siquiera ha conseguido sacar su propio escaño por A Coruña. Desaparece así la llamada izquierda rupturista del panorama político gallego, vacío ya de Mareas y herederos.

De tal manera ha avasallado el PP en esta provincia, que ha sido el partido más votado en 92 de los 93 municipios. La excepción se encuentra en Corcubión, con voto mayoritario para el Bloque. Con estos resultados, la dirección provincial de Diego Calvo se convierte (más aún) en el brazo fuerte del PP de Feijóo. Sobre todo porque lo logra en plena pandemia del coronavirus, tras una crisis económica y entrando en la segunda. Ya durante su votación en Ferrol, Calvo adelantaba que “durante toda a campaña fixemos un chamamento á participación e este domingo deuse unha lección nese sentido, as enquisas non valen de nada”. El papel de este político será determinante en la nueva legislatura.

Con este regreso político a mediados de los 90 (con sólo tres partidos y los nacionalistas liderando las izquierdas), A Coruña arroja los siguientes resultados: 14 diputados para el PPdeG (uno más que en 2016), siete para el BNG (tremenda subida de cinco) y cuatro para el PSOE (uno menos). Entre líos internos y el brutal regreso del voto de izquierdas al BNG, los dos partidos escindidos de las ya viejas Mareas asisten al final de la quimera. Con cero escaños, el fracaso es incontestable sobre todo entre las filas de Galicia en Común y así lo admitía el propio Reino.

Según los porcentajes, los populares consiguieron prácticamente la mitad de los votos depositados: más del 49%. Y el BNG se quedó con la cuarta parte, siguiendo los pasos de esas encuestas en las que el 25% de los gallegos se declaran nacionalistas. Tras el PSdeG con algo más de un 16%, la formación encabezada por Gómez-Reino fue incapaz de alcanzar el necesario 5% para tener al menos un representante en el Hórreo.

Por ciudades, A Coruña ofreció para PPdeG y BNG los resultados de un 46% y un 24% de los votos. Los socialistas subían la media al 18%. Y Galicia en Común sí que conseguía aquí superar el deseado 5%. En Santiago de Compostela, se agudiza incluso la superioridad de los populares con casi el 48% de las papeletas, seguidos de los nacionalistas con más del 28%. En la capital gallega, el PSdeG quedaría con un 14% y la formación morada no llegaría al 5% pese a la presencia en las filas del exalcade Noriega.

Mención aparte merece Ferrol, con resultados ligeramente distintos. El PP logró un 45% y el BNG un 21%. Los socialistas, que gobiernan la urbe naval, rondaron el 20%. Además, la unión de Podemos-Esquerda Unida-Anova alcanzó un 7,75% (hace poco más de un año tenía la alcaldía). Sea como sea, las ciudades antaño gobernadas por las Mareas ahora les dan la espalda y en todo caso vuelven al nacionalismo original: al del BNG.

Ya de regreso al entorno de Feijóo, el triunvirato ferrolano vuelve a cosechar excelentes resultados: con Calvo como número 2 de la lista y presidente provincial, José Manuel Rey en el 4 y Miguel Tellado en el 6 (mientras ejerce como secretario general del partido en Galicia). La propia celebración de Feijóo en Santiago de Compostela mostraba su reconocimiento al partido en la provincia de A Coruña: aparecía justo al lado de la número 1 de esta lista, Ángeles Vázquez, y de Miguel Tellado.

Como conclusión territorial y al igual que el resto de Galicia, se evidencia el trabajado liderazgo tanto de Feijóo como de Pontón: con una gran política comunicativa en ambos bandos. Y el PSdeG, encabezado en la provincia por Pablo Arangüena y en Galicia por Gonzalo Caballero, no ha sabido aguantar el tirón pese a contar con Pedro Sánchez en el Gobierno central.