Defensa

Los jefes de los tres ejércitos piden un presupuesto estable para rearmar a España

Solicitan una Ley de Financiación de la Defensa para facilitar las contrataciones y compras de las Fuerzas Armadas

Los jefes de Estado Mayor de la Armada (Antonio Piñeiro), Ejército de Tierra (Amador Enseñat) y Ejército del Aire y del Espacio, Javier Salto.

Los jefes de Estado Mayor de la Armada (Antonio Piñeiro), Ejército de Tierra (Amador Enseñat) y Ejército del Aire y del Espacio, Javier Salto. / Alba Fernández Portillo

Juan José Fernández

Los tres jefes de los estados mayores de la Armada, Tierra y Aire han coincidido este miércoles en pedir públicamente una normativa que permita la contratación a largo plazo o, dicho de otra forma, una Ley de Financiación de la Defensa, para poder afrontar las adquisiciones que necesitan las Fuerzas Armadas, y para el rearme de España para el que el Gobierno, a instancias de la

, ha decidido aumentar la inversión militar.

Tanto el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), Amador Enseñat, como el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Antonio Piñeiro, como el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), Javier Salto, secundaron esta petición, largamente sostenida también por sus respectivos antecesores. Ahora que hay vacas gordas en las cuentas de Defensa, se trata de que se pueda contratar de forma que la industria proveedora acepte la demanda y aborde planes plurianuales. Todos los grandes proyectos militares implican años de duración, plazos que no contempla con facilidad la actual ley.

"La legislación contractual dificulta la adquisición plurianual", dijo el general de Ejército Enseñat en su turno de intervención en una mesa redonda organizada por la Feria Internacional de la Defensa, FEINDEF, que ha sido la primera ocasión en que los tres miembros de la cúpula militar comparecían juntos. La mesa versó sobre las expectativas de los tres ejércitos ante "el nuevo ciclo inversor de Defensa".

Tierra

El JEME describió tres objetivos de inversión del Ejército para reparar los daños sufridos por los recortes presupuestarios que arrastraban las Fuerzas Armadas desde la crisis de la burbuja financiera: sostenimiento, o "que lo que tenemos funcione bien y sea eficaz"; completar los niveles de munición y piezas de repuesto de los arsenales, así como "adquirir capacidades que habíamos perdido [con los recortes], como los lanzacohetes"; y recuperar personal en cantidad y en calidad.

Enseñat desmenuzó esos objetivos haciendo alusión a programas clave del Ejército. Entre ellos, la base logística en Córdoba, con el que sus fuerzas buscarán "la logística 4.0", o que todo el entramado de suministro militar "pase de ser reactivo a ser predictivo".

También señaló el JEME planes para "llevar la transformación digital al campo de batalla" con el fin de "lograr la superioridad ante el enemigo" en ese campo. Pasan estas intenciones por trasponer el modelo que se está ensayando en la Fuerza Experimental 2035 a toda la fuerza del Ejército. Y eso implica grandes programas de armamento y material. Enseñat citó el vehículo de combate 8x8 Dragón, el nuevo misil contracarro Spike LR2, la modernización del helicóptero de ataque Tigre, el vehículo Castor de zapadores, y la necesidad de modernización en sistemas de defensa antiaérea vitales, como el Patriot o el Nasams.

Entre la necesidades que fue enumerando, el general de Ejército Enseñat subrayó la importancia de contar con "sistemas de lanzacohetes de alta movilidad", nuevas aportaciones de artillería autopropulsada y munición de precisión y merodeadora. Sobre esto último refirió una conversación con su homólogo del ejército de Ucrania: "Si nos dan más munición de precisión, no tendrán que darnos tanta de la otra", le dijo el ucraniano.

El Ejército de Tierra precisa además incrementar su capacidad médica y hospitalaria. "La nueva guerra convencional provoca más bajas. En el futuro en las guerras vamos a tener bajas en masa", auguró el JEME.

Antes de pedir una legislación contractual más flexible, Enseñat apuntó a los problemas de demanda acumulada que vive la industria de Defensa: "Antes teníamos muchas cosas que comprar y no crédito para comprarlas; ahora es al contrario: lo que queremos no está en los almacenes".

Mar

El almirante Antonio Piñeiro, por su parte, señaló que "el esfuerzo del Gobierno es palpable incrementando de una manera fuerte el presupuesto de Defensa, y es verdad que esta inversión está permitiendo recuperar capacidades perdidas o muy degradadas". La Armada es, de hecho, la rama de las Fuerzas Armadas que mayor carestía de medios llegó a sufrir durante la crisis de la burbuja.

Pero ha sido demasiado el tiempo perdido en materia de innovación, según el AJEMA: "Ya no basta con recuperar. Se nos pueden quedar obsoletas las cosas que recuperamos antes de que entren en servicio. Hay que recuperar capacidades, y a la vez modernizar y evolucionar".

El jefe de la Armada llamó "incorporar los desafíos tecnológicos emergentes" y las enseñanzas de la guerra de Ucrania por la vía de "asimilar lo que está ocurriendo y aplicar a nuestras capacidades".

Para ello, las demandas de las Fuerzas Armadas deben corresponderse con planes industriales sostenidos, dijo Piñeiro en alusión a la capacidad de contratar, que implicarían redimensionar a los proveedores de la Defensa en España y Europa.

Aire

El teniente general Javier Salto puso nombre concreto a esa herramienta legislativa: una "ley de financiación de la Defensa" que proporcione "estabilidad financiera plurianual". Pero además introdujo otra variable de cara a esta etapa de inversión en Defensa: el tiempo.

Los grandes proyectos militares tardan tiempo. "Ejército del Aire y del Espacio necesita tiempo No basta con poner el dinero, hay que ponerlo con antelación" enfatizó. Algunas infraestructuras de las fuerzas aéreas "tardan entre 3 y 8 o 10 años" en materializarse. Los nuevos aviones de patrulla marítima que sustituyan a los obsoletos P3 que usa España, "tardan 50 meses en llegar", contó Salto a modo de ejemplo, aludiendo a los ritmos de un área industrial, la aeroespacial, que en España supone el 80% de la industria de Defensa.

Otro ejemplo: los 25 nuevos Eurofighter con los que su ejército planea sustituir los cazas F18 desplegados en la península, podrían no llegar antes de la próxima décda.

Entre las necesidades que Salto espera cubrir con las nuevas inyecciones de dinero decididas por el Gobierno, el JEMA señaló el sostenimiento de infraestructuras: "Pistas, hangares, ayudas a la navegación, sistemas de simulación más avanzados...", enumeró.

También se refirió a la necesidad de "recuperar capacidades perdidas", pero sobre todo aludió al personal. Salto quiere recuperar los 5.000 militares que el Aire ha perdido desde 2008. El jefe de un ejército que ahora no puede producir más de 50 pilotos al año, y al que le falta gente hasta para hacer el seguimiento de las nuevas inversiones, sentenció: "El personal es nuestro recurso más valioso".