El buen humor y las notas reivindicativas marcan la gala

Con un llamamiento al sentido del humor, y en especial a la condescendencia del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, para que arropara con sus aplausos los chistes del dúo Os Tonechos, los actores Roberto Vilar y Víctor Fábregas iniciaron ayer por la noche en el Auditorio de Galicia las intervenciones de los que han sido distinguidos en la XV edición de la entrega de los premios Gallegos del Año, que organiza el Grupo Correo Gallego.

En un elegante escenario, presidido por una pantalla a través de la que se hacía una pequeña semblanza de los galardonados, cada uno fue recogiendo la estatuilla que los acredita como Gallegos del Mes.

Os Tonechos, Roberto Vilar y Víctor Fábregas, quisieron dedicarlo a la gente que les sigue.

En este sentido, Vilar dijo que “el premio es para todos los que se ríen con nosotros, porque creemos que la risa es muy importante, ya que tiene la facultad de suspender durante unos instantes el pensamiento”. Fábregas, por su parte, insistió en que “tenemos la suerte de dedicarnos a una de las profesiones más bonitas, que es hacer reír a la gente”.

La directora de Zygos, María Graña, dijo entender que “este reconocimiento es a todas las mujeres que han sabido compaginar su labor como madres con su carrera, si bien no es un trabajo individual y, en mi caso, tengo la ayuda de mi familia, amigos, la USC y los profesionales de Zygos”.

Ubaldo Rueda, director del Instituto Rosalía de Castro, agradeció el “respaldo del Grupo Correo Gallego a todas mis iniciativas, con las que he pretendido apostar por una enseñanza pública de calidad”.

La presidenta de la Fundación Paideia, Rosalía Mera, tuvo palabras de agradecimiento para “el apoyo incondicional por parte de las instituciones”, ya que dijo que “no hay nadie que haga las cosas en solitario, sin un equipo detrás, al que yo represento en este caso”.

José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller, aprovechó su intervención para reivindicar “ayudas de los ayuntamientos y de Medio Ambiente, porque sólo con ellas podremos conservar el cielo estrellado como patrimonio de la humanidad”.

La arquitecta Teresa Táboas, por su parte, dijo sentir “alegría, incredulidad y responsabilidad” ante la entrega del galardón.

Victoria Prego, subdirectora del área de política del diario El Mundo, se refirió al “calor con que Galicia me llama y me recibe, porque aunque tengo sangre gallega, sólo es por parte de padre”.

El abogado Alberto Torreiro solicitó por parte de las autoridades “ayudas para el deporte, porque ello supone invertir en salud, y porque mientras no se haga, no se podrá erradicar la drogadicción, una auténtica lacra social”.

El restaurador Pedro Roca lo dedicó a los compañeros que con él “han hecho posible que la cocina gallega sea más que un tópico”.

El juez José Antonio Vázquez Taín destacó que “la justicia gallega es hoy más moderna, ágil y capaz de dar respuesta a los problemas de los ciudadanos”.

Blanca García, directora del 061 en Galicia, agradeció “la dedicación de todos los que hacen posible que el 061 sea el número de la vida”.

El fotógrafo Emilio Lavandeira tuvo un recuerdo especial para el fallecido Diego Bernal, y el medallista olímpico David Cal lo quiso dedicar “a todos los que aportan su trabajo desde atrás para poder rendir al máximo nivel”.