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Apuesta por la innovación desde el mundo académico y el ámbito de la empresa

El fundador del grupo Vegalsa-Eroski y la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, impulsores del progreso social

Galardonados en esta vigésimo séptima edición con un reconocimiento institucional, en el caso de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia (Ramycga), y empresarial en el del fundador del grupo Vegalsa-Eroski, Ventura González Prieto, ambos premiados representan a la perfección el compromiso de quienes, con su esfuerzo y lucha constante, han contribuido significativamente a consolidar la Galicia innovadora y de progreso actual.

Y ello gracias “al servicio prestado, siempre con la única recompensa académica, a veces incluso poniendo su vida en la picota” por los más de 800 académicos que han formado parte de la Ramycga a lo largo de su historia desde 1831, tal y como recordó ayer su presidente, José Carro Otero, durante su discurso en la gala de los Gallegos del Año.

Tras un repaso a algunas de las numerosas actuaciones que lleva a cabo la institución a lo largo del año, prometió “continuar con nuestro firme deseo de servir a la sociedad”.

En nombre del fundador del grupo Vegalsa-Eroski, Ventura González Prieto, intervino su hijo Joaquín, director general de la compañía, quien aseguró que su padre –ausente por motivos de salud– “estaría muy emocionado de poder encontrarse hoy aquí con todos nosotros”.

Acompañado en la gala por su madre, Carmen Iglesias; varios miembros de la familia y directivos del Grupo Eroski y de Vegalsa-Eroski, Joaquín González destacó que tanto a él como a su madre, a sus hermanos Ventura, Mary, José Lorenzo y Jorge, y a su tía Ángeles, su padre les ha transmitido “el amor a la familia, a sentirnos parte de un mismo proyecto vital, y a involucrarnos en los negocios como socios muy pronto, como estímulo y compromiso hacia las empresas familiares”.

El director general de Vegalsa-Eroski hizo un recorrido por la historia del grupo desde “el puesto de charcutería en el mercado del calvario en 1944” hasta llegar a la actual alianza con el Grupo Eroski y su expansión hacia Castilla y León y Asturias.

Satisfecho por dicha alianza, dijo que ambas compañías comparten “un gran espíritu de innovación, pasión por el cliente, por el desarrollo de la responsabilidad social y compromiso con Galicia, apostando por los productos y proveedores gallegos”.

Un espíritu innovador que ya había impulsado su padre cuando, para atender a sus clientes de forma impecable, “compró una furgoneta, que representaba la innovación en aquel momento, como lo es ahora nuestro canal on-line, que crece exponecialmente”.

Manifestó que su padre es “merecedor de este premio, seguramente como tantos otros empresarios y muchos de los asistentes a este acto porque llevan consigo los mismos valores que tú nos transmitiste y que nosotros haremos con nuestros hijos y nietos: trabajo, esfuerzo y respeto”.

Por último, y además de agradecer a la Xunta y a las instituciones públicas el apoyo al tejido empresarial gallego, felicitó a los galardonados en esta edición, dio las gracias a su madre, “por estar ahí siempre, impulsando las decisiones más difíciles; a mi tía Ángeles, a mis hermanos y a los demás miembros de nuestra familia, a los directivos del Grupo Eroski, en especial a Javier Amézaga, presidente del consejo de Vegalsa-Eroski, directivos y trabajadores del grupo”.

En la élite del deporte

Un oro y seis diplomas olímpicos

Haciendo bueno el lema “Más alto, más rápido, más fuerte”, siete de los miembros de la expedición gallega en los Juegos de Río se hicieron con meritorios puestos en sus respectivas disciplinas, con el piragüista Cristian Toro a la cabeza tras obtener la medalla de oro junto a su compañero Saúl Craviotto. Con él, los también piragüistas Teresa Portela y Óscar Carrera, la regatista Támara Echegoyen y las jugadoras de la selección española de rugby Paula Medín y Vanesa Rial –poseedores todos de un diploma olímpico– fueron galardonados en esta edición con los Gallegos del Año. Un premio que por motivos profesionales sólo pudieron recoger las jugadoras de rugby Paula Medín, quien destacó que “Vanesa y yo empezamos hace once años, con grandes alegrías y vivencias, pero también marcados por la dureza, y en los que por suerte pudimos contar con alguien que nos diera fuerza”. Y Vanesa Rial agradeció el apoyo de sus familiares y amigos a un deporte tan desconocido, “a nuestras compañeras y amigas, y a todos aquellos que demuestran pasión por el rugby”.

04 nov 2016 / 00:00
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