Los brigadistas contra el fuego, Gallegos del Mes de EL CORREO
La entrega de este premio quiere reconocer el esfuerzo y la dedicación de los más de cinco mil efectivos que formaron parte de los dispositivos que lucharon para evitar el avance de las llamas ·· En ocasiones arriesgaron sus vidas para proteger personas, casas y bosques
Las redacciones de EL CORREO GALLEGO, Galicia Hoxe, y Radio Obradoiro han elegido por unanimidad como Gallegos del Mes de Agosto a todas las personas que forman o han formado parte de las brigadas que lucharon contra el fuego durante la ola de incendios que del 4 al 14 de este mes azotaron la comunidad gallega. La entrega de este galardón quiere reconocer públicamente la labor que han desempeñado todos los profesionales que han trabajado contra las llamas.
En toda Galicia, más de cinco mil personas han formado parte de estos equipos. En este grupo se incluyen las brigadas contratadas por la Consellería do Medio Rural dentro del Plan Infoga, las aportadas por la de Medio Ambiente y las que pusieron en marcha los propios ayuntamientos con los integrantes de Protección Civil y de los Grupos Municipales de Intervención Rápida.
El premio que cada mes concede el Grupo Correo Gallego quiere reconocer el ingente trabajo que han hecho estos brigadistas, que junto con aquellos que procedentes de otras comunidades o países, han llegado a arriesgar su vida por sofocar los incendios que devastaron más de 78.000 hectáreas de monte (según las cifras oficiales).
En concreto, Medio Rural movilizó a casi 3.500 personas distribuidas en 483 brigadas. Medio Ambiente reclutó a 150 personas entre guardas forestales y personal de Aguas de Galicia. Tampoco hay que olvidar a los más de 1.000 miembros de Protección Civil y Grumir que incorporaron los ayuntamientos. Y a los más de 1.500 especialistas llegados del resto de España y de otros países.
Más allá de sus obligaciones
El trabajo de este grupo de personas fue en ocasiones más allá de lo que estipulaba su contrato o de lo que merecía su sueldo. La lucha fue intensa y las noches en vela se sucedían unas tras otras, "hay pocos medios", aseveraban muchos de ellos, pero el agotamiento no fue excusa para ninguno de ellos, que continuaron a pie de incendio luchando por impedir que las llamas comiesen más monte gallego. Muchos no descansaron mientras el fuego no dio tregua, pero a nadie le importó, "levo cinco días de garda sen descansar, pero se teño que estar, seguirei outros cinco máis", señalaba Elías Rodeiro, integrante del Grumir de Boqueixón, en plena crisis. Otros llegaron, incluso, a renunciar a sus vacaciones y prefirieron estar en la lucha contra los incendios que en la tumbona de una playa. Incluso, aquellos que fueron juzgados bajo la sospecha, antiguos miembros forestales que quedaron fuera de las brigadas por la reforma, fueron los primeros en correr contra las llamas.Y no es de extrañar que más de uno de estas brigadistas se convirtiera en héroe para los ojos de los vecinos. Es el caso de Julio Gigirey, agente del servicio de conservación de la naturaleza, al que -durante la visita de Touriño- se acercaron varios vecinos de Aldea Nova para estrechar la mano a la persona que actuó con valentía desde el primer día que cobró vida el fuego que obligó a evacuar la urbanización. Pero al igual que Girigey, hubo otros muchos que salvaron hogares y vidas humanas poniendo la suya en peligro.