El historiador Fernando López Alsina, elegido Gallego del Mes

El catedrático de Historia Medieval y director del Programa Urbe para compilar toda la documentación referida a Santiago a lo largo de los siglos, Fernando López Alsina, ha sido elegido por unanimidad Gallego del Mes de Febrero por las redacciones de EL CORREO GALLEGO, Galicia Hoxe, Radio Obradoiro, Tierras de Santiago y Correo Televisión, que han querido reconocer así el infatigable trabajo desarrollado por el investigador compostelano a lo largo de su fecunda trayectoria profesional.

Doctor en Historia Medieval, está casado con Pura López, profesora titular de Álgebra en la Facultad de Matemáticas, y tiene tres hijos, Fernando, médico oftalmólogo; Antonio, ingeniero industrial, y Ana recién licenciada en Medicina

Nació en Santiago en 1952, aunque su primera intención era estudiar Arquitectura, finalmente optó por Filosofía y Letras, especialidad que englobaba todas las ramas de Humanidades, y acabó optando por la Historia Medieval, en buena parte por la influencia del catedrático García de Cortázar, entonces profesor en Compostela.

Dentro de este ámbito su especialidad fue siempre la historia urbana, un trabajo que entraña una gran dificultad por la escasez de las fuentes, pero que López Alsina supo sacar adelante, investigando desde pequeñas ciudades como Mondoñedo, Viveiro y Ribadeo, que fueron el tema de investigación de su tesis de licenciatura, hasta urbes de la categoría de Compostela.

Precisamente sobre Santiago en la Edad Media versó su tesis doctoral, un trabajo imprescindible para conocer la evolución de la ciudad desde el Locus Santi Iacobi hasta su consolidación como núcleo urbano.

Un trabajo científico que le obligó a consultar abundantes fuentes escritas, tanto en el Archivo de la Catedral como en diferentes fondos documentales, ya que Compostela, como uno de los centros de peregrinación más importantes de la Cristiandad, cuenta con referencias en los más importantes archivos.

Estudios urbanos

Estas investigaciones lo convierten en uno de los mejores conocedores de Compostela, una ciudad que se constituyó como un núcleo urbano muy pronto, que ya en el siglo XI contaba con su segunda muralla y una superficie interior de treinta hectáreas.

Santiago no ha sido la única urbe medieval que ha sido objeto de investigación por parte de López Alsina, sino que también ha participado en proyectos de investigación como Las ciudades y los espacios urbanos en Galicia, La organización parroquial en Galicia entre los siglos VI-XVI, o La formación de los núcleos urbanos de la fachada atlántica del señorío de la Iglesia de Santiago en el siglo XII: Padrón, Noya y Pontevedra.

También todo lo relacionado con el Camino y la peregrinación ha sido objeto de sus estudios, como reflejan sus numerosos trabajos de investigación, editados no sólo en Galicia y España, sino también en Bruselas, Perugia, Braga o Tubinga.

Entre estos proyectos de investigación cabe destacar uno actualmente en curso sobre El Pontificado Romano: relaciones con el noroeste peninsular y bases documentales para su estudio hasta el año 1198, dirigido por él mismo.

Fuentes documentales

Un prolijo trabajo de investigación que le ha facilitado también un importante conocimiento de las fuentes documentales relacionadas con Galicia, un material sobre el que ya trabajó en proyectos de investigación como Corpus documentale latinum medievale gallaeciae, o en la obra colectiva Inventario das Fontes Documentais da Galicia Medieval, publicado por el Consello da Cultura Galega en 1988.

Este profundo conocimiento de las fuentes documentales gallegas dentro y fuera de Galicia fue el argumento decisivo para su elección como director de uno de los más ambiciosos proyectos del Consorcio de Santiago.

El programa Urbe prevé recopilar todas las fuentes documentales relacionadas con la ciudad a lo largo de la historia, su identificación, filmación y puesta a disposición de todos los investigadores a través de Internet.

De esta forma, según explicaba el propio Fernando López Alsina, se trata de localizar e identificar las fuentes escritas que son de interés para la historia de Santiago, digitalizarlas y ponerlas en red a disposición de los historiadores o de los interesados en la historia de la ciudad.

Además de los fotógrafos que realizan estas reproducciones, en el proyecto también participan documentalistas, que se encargan de leer cada documento y de hacer un resumen de su contenido para que después se puedan realizar búsquedas rápidas, lo que permitirá que se incrementen de forma exponencial las investigaciones sobre la historia de Compostela.