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María José Alonso, entre los Gallegos del Año 2011

Pionera en España en la aplicación de la nanotecnología a la farmacia, buena parte de sus proyectos se centran en facilitar mejoras en las condiciones de salud del mundo en desarrollo

Nació en la localidad leonesa de Carrizo de la Ribera (1958), pero Santiago de Compostela la acoge desde que al acabar el Bachillerato decidió estudiar Farmacia atraída por su pluridisciplinariedad. Hoy María José Alonso es catedrática en el mismo centro en el que se formó, y la única persona de la ciencia española que figura en el top diez de Times Higher Education para su disciplina, uno de los ránquines de prestigio en la comunidad científica internacional. El Grupo Correo Gallego ha querido reconocer también su relevancia científica galardonándola con el Gallegos del Año.

La calidad científica de Alonso ha llamado la atención de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la apoyó en un estudio sobre la posibilidad de obtener una vacuna antitetánica de una única dosis; o la Fundación Bill and Melinda Gates. En 2005, su trabajo para avanzar hacia una vacuna nasal para la hepatitis B fue el primer proyecto español financiado por el padre de Microsoft, dentro del programa de investigación de su fundación en busca de mejoras sanitarias aplicables en las condiciones del tercer mundo.

Sus trabajos giran siempre alrededor de las posibilidades de las nanopartículas, de un tamaño mucho menor al diámetro de un cabello, porque la escala de lo nano es la de la millonésima parte de un milímetro. En esta ínfima dimensión, las partículas hechas de ciertos materiales biológicos pueden ayudar a un principio activo a vencer barreras infranqueables o incluso a orientarlo para que llegue a la diana correcta, reduciendo su toxicidad y evitando efectos no deseados.

Alonso fue pionera en España en la aplicación de la nanotecnología a la farmacia, un campo en el que se sumergió tras doctorarse, entre 1986 y 1987, en la Universidad de París Sur. Más adelante, ya como profesora titular, volvió a salir al extranjero, primero a la Universidad de Angers y después, entre el 91 y el 92, se incorporó al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde, junto a Robert Langer, considerado el mayor experto en nanomedicina del mundo, avanzó en la simulación de compuestos biotecnológicos.

Tres proyectos de nuevas vacunas centran en la actualidad sus esfuerzos. VIH-sida, virus del papiloma humano y influenza son objetivo de los trabajos de colaboración que, respectivamente, la catedrática de la USC mantiene con la Universidad de Manitoba (Canadá), un equipo de Colorado y una start-up española, siempre sobre la base común de aprovechar las ventajas que brinda la nanotecnología en beneficio de la eficiacia, e incluso abaratamiento, de las vacunas.

En paralelo, Alonso está involucrada en un proyecto europeo centrado en el diseño de tratamientos contra el cáncer más selectivos. Se trata de desarrollar un producto que actúe a nivel de las células tumorales y de las metástasis, y en esto, subraya, el trabajo transcurre en estrecha colaboración con el grupo clínico del doctor Rafael López en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, con la vista puesta en que sus resultados tengan la más rápida traducción posible en beneficios para el paciente.

Ganar eficiacia, reducir toxicidad y -la tercera ventaja de la nanotecnología- facilitar las formas de administración. La aplicación de este tercer punto, indica Alonso, es clara en la sustitución de las vacunas inyectables por dosis orales o nasales que permiten reducir los riesgos de contagios por uso inadecuado de agujas en países en desarrollo, pero también en el perfeccionamiento del tratamiento de patologías tan globales y presentes en el mundo desarrollado como la diabetes. Esta enfermedad, en la que la forma de insulina inyectable figura como causa principal de los deficientes niveles de seguimiento del tratamiento, ocupa otro de los proyectos actuales de la catedrática, que en colaboración con algunas de las multinacionales más reconocidas del ámbito farmacéutico, trabaja en el desarrollo de tratamientos alternativos por vía oral.

Más allá del laboratorio, Alonso también se ha implicado de lleno en la gestión científica, como vicerrectora de Investigación de la USC entre los años 2006 y 2010. Bajo su mandato, la institución introdujo por primera vez criterios de evaluación externa para la selección y el seguimiento de la I+D desarrollada en la nueva red de centros singulares, integrados en el Campus Vida, que también en ese periodo consiguió el sello de Campus de Excelencia Internacional.

Recientemente, la catedrática de la USC ha sido también una de las cinco mujeres gallegas -con Rosalía Mera, María Emilia Casas, Julia Otero y Ana Pastor Julián- incluidas por el portal MujeresCía en Top 100 Mujeres Líderes en España, que selecciona y visibiliza a las cien profesionales más influyentes en los distintos ámbitos de actividad.

galicia@elcorreogallego.es

+ info: Premios Gallego del Año. Galardones 2011

07 dic 2020 / 08:25
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