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Gallegos del Año los tres policías que dieron la vida en la tragedia del Orzán

Los tres policías nacionales perdieron su vida al intentar rescatar a un universitario eslovaco, quien también falleció ahogado//Fueron más allá de su deber y son ejemplo de humanidad

Por su heroísmo y su enorme humanidad, yendo más allá de lo que su deber les exigía, Rodrigo Maseda Lozano, Javier López López, y José Antonio Villamor Vázquez -los tres policías nacionales que perdieron fechas atrás la vida en las aguas de la coruñesa playa del Orzán al intentar rescatar al eslovaco Tomás Velicky, también ahogado-, fueron elegidos Gallegos del Año en Febrero por las redacciones de EL CORREO GALLEGO, Tierras de Santiago, Radio Obra- doiro y Correo Televisión.

La solidaridad mostrada por los tres policías nacionales para evitar la pérdida de una vida humana está impresa en la conciencia colectiva gallega. Como bien dicen sus compañeros del Cuerpo, el lema que figura en la entrada de su centro de formación de Ávila, "servicio, dignidad, entrega, y lealtad", denota que estos valores calan hondo en los servidores de la ley y de los ciudadanos.

En aquella fatídica madrugada del 27 de enero, la imprudencia de un extranjero, desconocedor de nuestro mar, llevó a estos tres héroes -en los que se personaliza el reconocimiento- a su fallecimiento, desconsolando a familiares, amigos y compañeros. También participaron en ese intento de rescate varios policías nacionales y locales así como el joven herculino Adrián José Doce, quien acabó en el hospital con una hipotermia.

Fue un acto de nobleza humana, una entrega por los demás que las palabras no pueden describir los sentimientos que durante esos días posteriores a la tragedia invadieron a la ciudadanía herculina, y también al resto de Galicia.

El consuelo fue que el mar devolvió los cuerpos. El primero en encontrarse fue el de Javier, apenas cuatro horas del suceso. Seis días después, el jueves 2 de febrero, reflotaron los de Rodrigo, por la mañana, y José Antonio, a media tarde. Finalmente el domingo 18, apareció el cadáver del universitario eslovaco, que precisó cuatro días de análisis para confirmar una identificación positiva.

Fue una tragedia que nunca debió suceder, sirvió para unir policía y pueblo, pero se deben tomar medidas para que no se repita.

amartinez@elcorreogallego

 

Rodrigo Maseda Lozano

Excelente deportista y amigo de sus amigos
Rodrigo Maseda Lozano, oficial de la Policía Nacional, nació en Burela (Lugo) hace 35 años, y entró en el Cuerpo Nacional de Policía en el año 2000. Antes de llegar a la ciudad herculina había estado destinado en Viveiro, en Navarra y en el País Vasco.

Rodrigo estudió en el instituto de su villa natal y se decidió por la Formación Profesional, antes de optar por entrar en la Policía. Heredó de su familia la dedicación por el trabajo bien hecho y con humildad. Su padre trabaja en este importante puerto pesquero de la comarca de A Mariña lucense, y él tenía grandes amigos en la Lonja de A Coruña.

Tenía novia, era un gran deportista, amigo de sus amigos, y siempre dispuesto a echar una mano a los demás en lo que hiciera falta. Le gustaba el motociclismo, pero también el atletismo y el baloncesto y sobre todo el fútbol sala, donde colaboraba con el Club Deportivo Burela. Además, era un buen nadador, pero ante olas de cinco metros y aguas frías, desgraciadamente no pudo ganar la partida de salvar al joven eslovaco ni a sus compañeros, Javier con el que patrullaba de paisano esa noche, y José Antonio.

Javier López López

Su vocación policial pudo con la abogacía

Javier López López, agente de Policía, nació en A Coruña hace 38 años, aunque sus raíces paternas están en A Fonsagrada (Lugo). Licenciado en Derecho, entró en la Academia de la Policía Nacional en 2003. Desde que finalizó su formación estuvo destinado en la capital herculina.

Los padres de Javier fueron emigrantes, y a su regreso se establecieron en el coruñés barrio de O Castrillón, donde regentan el popular mesón Miña Terra. Ello les dio la oportunidad de que estudiara una carrera y se licenció Derecho, pero él ayudaba a sus progenitores y era muy conocido y querido en la zona.

Sin embargo, comentan los allegados que, finalizados los estudios universitarios, a Javier lo que le gustaba era perseguir a los malos, y por ello fue a la Academia de la Policía en Ávila. Una decisión que lo hizo feliz porque siempre creyó que estaba para ayudar a los desfavorecidos, y a las víctimas de las circunstancias. Quizá por ello, su enorme corazón le dio el impulso de lanzarse al agua en busca del eslovaco en aquella aciaga madrugada en la playa del Orzán. Tras de sí queda su esposa -no tenía hijos-, secretaria del concello de Camariñas.

José Antonio Villamor Vázquez

Un gran apasionado por servir a los demás
José Antonio Villamor Vázquez, agente de Policía, nació en el Reino Unido hace 34 años, pero muy chico regresó con su familia emigrante a Friol (Lugo) de donde son originarios, e ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 2002. Fue destinado inicialmente a Lanzarote y en 2008 llegó a la ciudad coruñesa.

José Antonio era electricista, había estudiado esa rama de la Formación Profesional en Lugo e incluso trabajó en una empresa de montajes eléctricos, pero no le satisfacía del todo, y su vocación de ayudar al prójimo lo llevó a opositar a formar parte del Cuerpo Nacional de Policía.

Cuando volvió a Galicia pudo disfrutar de nuevo de su familia, a la que en los ratos libres le echaba una mano en las labores del campo. Así también se estableció en Lugo con su novia, desde donde se desplazaba a cumplir los servicios policiales que tenía en la urbe herculina.

En la triste noche del Orzán estaba de uniforme en un vehículo patrulla, el primero que llegó a la zona tras la alarma de sus compañeros, y fue a intentar evitar que las olas se los llevaran mar adentro, y por desgracia salió perdedor en la pelea con la naturaleza.

07 dic 2020 / 08:09
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