Juan Cuevas, nuevo Gallego del Año por el exitoso y ejemplar traslado del Aero Club

El suyo nunca ha sido un papel fácil, pero ha sabido sacar pecho en los malos momentos y, lejos de rendirse, coronar el Aero Club de Santiago como una de las mejores instalaciones de ocio que existe en Galicia. Consciente de que ha cumplido sus compromisos y a sabiendas de que el exilio a Ames no es más que un convulso capítulo para olvidar, Juan Cuevas (Pontevedra, 1954) prefiere quedarse en un segundo plano y dejar paso a savia nueva. Después de 13 años al frente de la junta directiva, el médico afincado en Compostela y el resto de su equipo se van y la asamblea de socios tendrá que elegir a su sucesor el próximo martes 30 de junio. Con las cuentas saneadas y un valor patrimonial que supera los nueve millones de euros, la herencia es inmejorable y por eso las redacciones del Grupo Correo Gallego han decidido por unanimidad que Juan Cuevas ingrese en el selecto club de Gallegos del Año.

Cuando la sociedad daba sus primeros pasos allá por 1947 pocos podían imaginar que, seis décadas después, tendría que digerir una mudanza forzada más allá de las fronteras municipales. En 2009 llega una orden judicial que les obligaba a desalojar los terrenos que ocupaban en las inmediaciones del aeropuerto de Lavacolla. De nada sirvieron sus esfuerzos, ni tampoco los del gobierno local, para que pudieran reubicarse en el campo de tiro de Bando cuando arrancaran las obras para ampliar la terminal.

El asunto ya era irreversible y, con el beneplácito de los socios, Juan Cuevas encabezó una inesperada y agria transición que, sin embargo, fue capaz de culminar con éxito. El pasado verano se cortaba la cinta de las nuevas instalaciones que el Aero Club levantó a solo 10 kilómetros de Compostela, en el vecino municipio de Ames. Con 64 hectáreas, cuenta con un campo de golf de 18 hoyos, cuatro pistas de tenis de tierra batida, cuatro pistas de pádel, tres piscinas (adultos, niños y bebés) y zonas de juegos infantiles cubiertas y descubiertas. Por si fuera poco, el centro se completa con 5.500 m2 de jardines y restaurante.

ESCUELA DE VUELO. De la oferta deportiva, destaca especialmente la escuela de vuelo. Como novedad, a principios de este año se empezaron a impartir cursos para pilotar drones. Los socios también tienen a su disposición otras actividades para mantenerse en forma y disfrutar de su tiempo de ocio. Véase las clases de pilates, bridge, sevillanas o rumbas. Los niños disponen de un programa específico y, de cara al verano, se ha organizado un Campus Infantil con diferentes prácticas deportivas para todas las edades.

Aun a pesar de que la institución atravesó momentos duros, durante el mandato de Juan Cuevas el valor patrimonial de la sociedad se ha multiplicado por diez y a día de hoy supera los nueve millones de euros. No en vano, una vez finalizadas las obras de Ames, el club dispone de un presupuesto superior a 1,5 millones de euros para 2015, una cantidad ligeramente superior a la del curso anterior. Su principal fuente de ingresos sigue siendo las cuotas que pagan las 1.700 familias que pertenecen a la sociedad.

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