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Ana Peleteiro, una promesa que ya es realidad, elegida Gallega del Año

La ribeirense logró el pasado sábado el bronce en la prueba de triple salto del Mundial bajo techo // "Es un orgullo. Nunca me habían dado un premio en mi casa de esta importancia"

Brilla con luz propia. Ya no es aquel diamante por pulir que reclamó un lugar entre las grandes promesas del atletismo español con su oro en la prueba de triple salto del Mundial júnior de Barcelona 2012. Ana Peleteiro Brión (Ribeira; 1995) demuestra cada día que, pese a sus 22 años, ha alcanzado la madurez necesaria para codearse con la élite de su deporte. Ahí está ya situada, como demuestra su medalla de bronce en el Mundial de pista cubierta que se celebró la pasada semana en Birmingham. Su presente es esplendoroso; su futuro promete ser todavía mejor.

El Grupo Correo Gallego ha decidido que Ana Peleteiro ingrese en su club de los Gallegos del Año tras su primera medalla internacional en categoría sénior, pero no por un éxito que es únicamente el preludio de los que están por llegar. También por su condición de referente en un deporte en el que no es sencillo abrirse camino como ella ha hecho, entrenándose en A Pobra do Caramiñal prácticamente hasta la mayoría de edad. O por los valores que transmite cuando alza la voz con firmeza en contra de los compañeros que recurren al dopaje. O cada vez que ejerce de embajadora, a cientos o miles de kilómetros de distancia, de Ribeira, de Galicia, de España; incluso de su Celta, del que es hincha acérrima.

"Para mí, como gallega, es todo un orgullo. Nunca me habían dado un premio en mi casa de esta importancia y que te reconozcan el trabajo que estás haciendo desde lejos es superimportante y estoy muy agradecida", declara la deportista ribeirense después de conocer el reconocimiento del Grupo Correo Gallego.

Su primera reacción tras el bronce del pasado sábado fue acordarse de los que la alientan. "España se merecía ya una alegría por mi parte porque siempre me ha apoyado en los momentos duros que he tenido. Hoy salté por mi familia, por mi entrenador y sobre todo por España", dijo incluso antes de colgarse al cuello la medalla con su salto de 14,40 metros, tan largo que superó el que era su mejor registro personal en ¡17! centímetros. Esa es una de sus grandes virtudes: no supera sus límites, los pulveriza.

Su entrenador es una figura clave en su éxito. Al lado del cubano Iván Pedroso, leyenda del salto de longitud, ha explotado todas sus virtudes. "No es mi 50%, él es mi 90%", proclama ella orgullosa. Porque Ana Peleteiro parecía bloqueada desde su fulgurante irrupción en el Mundial júnior de 2012, con solamente 16 años de edad. Tardó cinco años en rebasar la marca de 14,17 que logró allí. En 2017 inició su despegue definitivo: plata en el Europeo sub-23 (14,19), quinta en el Europeo en pista cubierta, séptima en el Mundial al aire libre (14,23). Éxitos enormes que agrandan su importancia por lo que parecían augurar. Este 2018 ya lo ha empezado celebrando el mayor éxito de su todavía corta carrera.

En ese lustro que transcurrió entre 2012 y 2017 también consiguió éxitos: un bronce en el Europeo júnior de 2013, tres títulos nacionales absolutos entre la pista cubierta y el aire libre, además de los correspondientes en sus categorías, incluso récords de Galicia en los 60 y los 100 metros lisos. Pero le faltaba algo para dar el gran salto. No le importa reconocer ahora que le costó asimilar su éxito a los 16 años. "Ganar en 2012 me abrió muchas puertas. Tal vez sin aquella victoria no tendría el nombre que tengo, pero cuando vino la realidad, choqué contra la pared y pensé que ojalá no hubiera ganado aquel campeonato", admitía el pasado fin de semana en Birmingham.

En 2013 dejó su club, la Atlética Barbanza, y al entrenador que la había guiado en sus inicios, Abelardo Moure, con la expectativa de desarrollar todo su potencial. De Ribeira, a Madrid; de Madrid, a Lisboa; de Lisboa, a Guadalajara, donde se instaló hace apenas año y medio para ponerse a las órdenes de Iván Pedroso. En el grupo del cubano ha encontrado el hábitat ideal para explotar. Con él, al que denomina "salvavidas", pero también con compañeras como la venezolana Yulimar Rojas, actual campeona mundial tanto al aire libre (2017) como bajo techo (2018). Compañeras, pero también rivales, pues ambas -con la misma edad- compiten por objetivos similares. Exigirse mutuamente les beneficia. "Entreno todos los días con la mejor del mundo (por Yulimar) y tienes que estar siempre al cien por cien si no quieres sentirte ridícula, así que me preparo cada día para estas situaciones. Pedroso siempre me dice que no desaproveche las oportunidades que te da la vida porque nunca sabes si volverán", dice Peleteiro.


SIN LÍMITES. La atleta gallega ha demostrado que no se le pueden poner límites porque los superará una y otra vez. Solo el futuro dictará hasta dónde es capaz de saltar. Tiene unas condiciones asombrosas, pero ha sido a base de duro y constante trabajo como ha conseguido desarrollar un potencial que todavía puede dar más de sí. Lo sabe la propia Ana Peleteiro, que el lunes al aterrizar en Madrid procedente de Birmingham ya enviaba un mensaje: "Mi próximo objetivo es continuar entrenándome. Nunca había terminado una temporada con ganas de entrenarme, pero en este caso he acabado con mucha ilusión". Con esa ambición, su techo es indescifrable. Todavía le queda mucho por saltar.

"Que te reconozcan el trabajo que estás haciendo desde lejos es superimportante

y estoy muy agradecida

por este premio"

"Mi próximo

objetivo es continuar entrenándome. Nunca había acabado una temporada con ganas de hacerlo, pero ahora tengo mucha ilusión"

04 dic 2020 / 19:37
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