La pediatra María Luz Couce se incorpora al club Gallegos del Año

Entusiasta de su profesión, inteligente e infinitamente perseverante. La pediatra María Luz Couce engrandece con su espíritu de sacrificio el selecto club Gallegos del Año, al que se incorpora como miembro.

La doctora Couce encarna los valores de una persona de bien que apuesta por el compromiso con sus pacientes y sus familias, sin perder de vista la ética.

"Soy gallega y el entrar en este club lo considero un gran honor y un orgullo, ya que supone un reconocimiento al trabajo y a la trayectoria profesional de ya varios años e implica una consideración no solo por tus compañeros, sino también de otros ámbitos sociales y profesionales".

Dudaba entre estudiar Medicina o Derecho pero se decantó por la primera "porque es una carrera muy interesante, se estudia al ser humano con toda su complejidad. Además como profesión es muy gratificante, con la parte de humanización que representa, de contacto, de ayuda al paciente y a su familia".

Al licenciarse tenía claro "que quería especializarme en Pediatría, como hice en Santiago, en el antiguo Hospital General de Galicia. Dentro de las áreas específicas de pediatría me fui introduciendo en la neonatología y en las enfermedades metabólicas hereditarias, un campo muy interesante que lo vivo con intensidad, me gusta mi profesión y le dedico muchas horas al día".

EL ÉXITO ES DE UN EQUIPO. Cuando le preguntamos si podría compartir con los lectores alguno de sus múltiples éxitos y de los que esté especialmente orgullosa, considera que el triunfo "nunca es de una persona sola, es de un equipo de profesionales que trabajan con ilusión y afán de mejora. En este sentido, destaco que el Servicio de Neonatología del CHUS es Centro Superior de Unidad de Referencia a nivel nacional para enfermedades metabólicas congénitas -desde enero de 2015- y es Centro Experto Europeo -desde marzo de 2017. Además es el único servicio de España que actualmente está acreditado en seguridad y ­gestión de riesgos del paciente neonato".

Aunque, por supuesto, "de lo que estoy más orgullosa es cuando conseguimos avanzar en el diagnóstico o en el tratamiento de casos complejos, en ocasiones muy pioneros tanto en España como a nivel mundial".

La doctora Couce se define como una persona sencilla y humilde con capacidad de trabajo. Se rige por los valores de la honestidad y la responsabilidad, unidas al compromiso, que le enseñó su padre, "mi referente mayor, que falleció hace unos meses y siempre me inculcó la forma de conseguirlos y tenerlos ­presentes".

SU TRABAJO. Ha sido distinguida el pasado año como Mejor Médico en los III Premios Sanitaria 2000 por su coordinar la Unidad de Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades ­Metabólicas Congénitas (UDyTEMC), que "proporciona una atención multidisciplinar e integral del paciente con un error congénito del metabolismo y de su familia, con continuidad en la atención en la edad pediátrica y adulta".

Su misión primordial es facilitar el diagnóstico, tratamiento y prevención de los pacientes con Enfermedades Metabólicas Hereditarias (EMH), y así, mejorar la calidad de la asistencia y de los cuidados que deben recibir. Centraliza la asistencia a los pacientes con EMH de Galicia, incluyendo los pacientes diagnosticados a través del Programa Gallego de Cribado Neonatal Ampliado y aquellos referidos por otros especialistas con sospecha clínica de errores congénitos de metabolismo.

BANCO DE LECHE. Dirige con éxito el primer banco de leche humana del Sistema Sanitario Gallego. Y como ya publicó este periódico recientemente, "este sistema permite disponer de leche materna en cualquier momento y poder iniciar así la alimentación trófica a los niños enfermos o prematuros hasta que sus madres les puedan dar su propia leche".

Además, ha sido distinguido en los ­Premios Sanitaria 2000 en la categoría de Responsabilidad Social Sociosanitaria, "el modelo de banco recoge leche de madres donantes de varias áreas sanitarias de Galicia".

La doctora Couce pone el foco en quienes necesitan su valiosa ayuda. Su humanidad y profesionalidad saltan a la vista.