Geoparque Montañas de Courel, lección en vivo de geología y mineria romana

El pasado 13 de abril el Geoparque Montañas de Courel cumplió un año de vida de su reconocimiento por la Unesco, el único que goza hasta ahora de este categoría en la comunidad gallega.

En circunstancias normales ese aniversario se habría celebrado en vivo por todo lo alto, pero la cuarentena decretada por la pandemia lo ha apagado y la celebración se limitó al mundo virtual, en las redes sociales.

Con su actividad y proyectos pendientes en suspenso, el trabajo del geoparque se limita ahora a su proyección, por diferentes canales, en Internet. En esa línea han dado vida a un mapa digital que, a través de 83 lugares de interés, ofrece al visitante un recorrido orientativo por el corazón geológico de Galicia, de cara a la recuperación progresiva de las actividades turísticas, toda vez que se ponga punto final a la movilidad restringida actual.

Esta cartografía, elaborada a partir de la aplicación Google Maps, muestra la ubicación de esos más de 80 lugares sobresalientes en el territorio del geoparque, agru- pados en un decena de categorías. Son una invitación a una especie de Jurassic Park mágico, sin dinosaurios, claro está.

NÓMINA GEOLÓGICA. En este apartado figura, como estrella, el plegamiento de Campodola, restos rocosos de los movimientos tectónicos que hace millones de años dieron origen a lo que hoy es suelo gallego. Tam- bién se incluye la laguna glaciar de Lucenza, los depósitos glaciares de A Seara, el paraje cárstico de Val das Mouras, la cueva de la Bura- ca das Choias, el espectacular meandro del río Sil en A Cubela y las rutas que discurren por esta última aldea y por el bosque de la Devesa do Cervo.

Otra de la categorías del mapa es la referida al patrimonio minero. En este caso agrupa los enclaves de la minería romana de Montefura- do, A Toca, Penafurada, Mar- garide y O Covallón, así como la ruta que pasa por este último paraje y la antigua mina de antimonio de Vilarbacú.

ALDEAS PALEOZOICAS. Es la denominación que recibe una singular ruta que se reparte por varias aldeas ubicadas en terrenos formados durante diferentes períodos de la era Paleozoica. Son las de Seceda, A Seara, Céramo, Froxán, Moreira de Abaixo y Campodola.

En la categoría de Patri-monio Natural figuran las cascadas de O Pombar, Re- xiu, Albardaira, Vieiros y A Pedreira, junto con el excepcional bosque de la Devesa da Rogueira, un paraíso en Gali -cia en lo que a biodiversidad de fauna y flora se refiere.

La arqueología también tiene su epígrafe en ese mapa, en el que aparecen los castros de Vilar, Vilamor, Seceda, A Toca y A Torre, todos ellos vinculados con las explotaciones mineras auríferas de época romana. Un auténtico paseo por lo mejor de nuestra tierra.

Etnografía y paraíso para las orquídeas

El mapa virtual del Geopar- que Montaña de Courel incluye también una categoría de patrimonio etnográfico en el que se señalan una serie de construcciones tradicionales, entre las que figuran la serrería de Seoane do Courel, los pozos para elaborar cal en A Seara, Vilamor y Cereixido; la aldea de A Cube- la, el molino de aceite de Bendilló y la llamada alvariza de A Granxa.

Pero además este geoparque cuenta en su territorio con unas singulares micro reservas de orquídeas. Estos espacios protegidos se localizan en terrenos calizos en los que crecen, en el suelo, numerosas variedades silvestres de estas hermosas flores, entre las que se encuentra algún tipo que es muy difícil de ver en otras zonas de la geografía gallega. Estas mini reservas botánicas, de reciente creación, reciben los nombres de Alto da Pedra, Aflora- miento de Visuña, Alto do Couto y Monte Cido. En ellas florecen variedades como la llamativa Ophrys apifera, cuyo aspecto semela el de una abeja de la miel; la flor de Orchis morio, la Orchis mascul o la Dactilorhiza maculata, entre otras muchas variedades. ÁNGEL ARNÁIZ