Los funcionarios docentes denuncian “agravio” en los concursos de traslados y piden un baremo justo

El proceso de estabilización del personal interino para reducir la temporalidad, como exige la Unión Europea, hace que aquellos que superasen un concurso-oposición partan con desventaja

Un grupo de alumnos atienden a una explicación de su maestra / Arciniega

Un grupo de alumnos atienden a una explicación de su maestra / Arciniega / Mateo G. Triñanes

Los concursos de traslados en la educación no universitaria que se producen anualmente –un año de manera autonómica y al siguiente, estatal– son aguardados con esperanza por todos aquellos docentes que desean mejorar su situación laboral, mayoritariamente obteniendo un destino más cercano a su localidad de residencia.

Sin embargo, el proceso de estabilización del personal interino puesto en marcha por la administración para reducir la temporalidad entre el personal de la administración, tal y como pedía la Unión Europea, ha alterado las reglas del juego y los profesores que han accedido a su plaza a través de un concurso-oposición denuncian que debido a ello partirán en una situación de “desventaja” para tratar de conseguir el ansiado traslado.

El motivo es que el personal estabilizado se convierte a todos los efectos en funcionariado, pero sin pasar por el año de prácticas y con todos los años de interinidad computados como experiencia. Mientras, los docentes que han accedido a su plaza tras opositar acceden a su primer concurso siempre con cero puntos, y tras un año de aprendizaje laboral –dando sus primeras clases– que en ningún caso se les computa como experiencia llegado el concurso.

“Para nosotros es un agravio considerable al haber aprobado las pruebas del concurso-oposición”, explica una de las docentes afectadas. Es por ello que se están comenzando a organizar a nivel estatal en torno al “Colectivo de funcionarios perjudicados por la actual baremación del concurso de traslados”, donde están ya agrupados más de 2.500 profesores funcionarios de todas las etapas educativas desde Infantil hasta Secundaria, FP, Escuelas Oficiales de Idiomas y Conservatorios de Música y Danza, para tratar de ejercer presión en la opinión pública y así lograr que el Ministerio de Educación corrija esta situación.

Al mismo le ofrecen dos posibles soluciones para poner un punto y final al conflicto. En primer lugar la modificación del Real Decreto 1364/2010, del 29 de octubre, creando un apartado en la baremación que puntúe el hecho de haber accedido a la condición de funcionario tras haber obtenido plaza en una oposición. Otra opción sería la de crear dos fases en el concurso de traslados: la primera, para los que accedieron a través de oposición y, a continuación, una segunda fase, con las plazas restantes para quien obtuvo la plaza a través de la estabilización.

Por el momento, sus propuestas no han sido oídas con atención. Los funcionarios docentes denuncian que “desde el Ministerio se pasa la pelota a las comunidades y viceversa”, como suele suceder cuando se habla de competencias transferidas como la educación y la sanidad. Sin embargo, esperan que antes del próximo concurso de traslados que tendrá lugar en el mes de noviembre se pueda encontrar una solución para que no perjudique a aquellos docentes que accedieron a su plaza de funcionario mediante el método tradicional de oposiciones.

No todo son los traslados

El proceso de estabilización y el sistema por el que se ha optado en el concurso de méritos, además de la situación ya comentada que ha generado en los traslados, ha traído también una serie de efectos secundarios que repercuten directamente en la calidad de la enseñanza pública, por ejemplo, la concesión –o adjudicación–de plazas a personas que no tienen ninguna formación específica en determinadas especialidades.

“Por ejemplo, yo soy de Filosofía y tengo mucha puntuación en Filosofía, pero veo que han sacado muchísimas plazas para Física y Química, me presenta Física y Química, y a lo mejor he conseguido esa plaza de Física y Química cuando realmente yo no tengo ninguna formación específica en esa especialidad”, explica una funcionaria.

Falta de una postura firme sindical

Desde el colectivo apuntan que los sindicatos se encuentran en una difícil situación, en la que no son capaces de ofrecer una postura firme al respecto. Con trabajadores públicos a un lado y a otro, las centrales juegan, al igual que Ministerio y comunidades, a despejar la pelota.

“Ellos dicen que en el proceso de estabilización nunca estuvieron a favor de un concurso de méritos, que fue el Parlamento quien finalmente dio el visto bueno. Entonces, ninguno tiene una posición definida y oficial, tampoco defendiendo los derechos de los que accedimos a través de los concursos-oposición”, explica una docente perteneciente a este colectivo.

Si bien es cierto, que a nivel estatal tanto Comisiones Obreras como UGT “parece que están un poquito más por la labor o por intentar tomar alguna medida para paliar este agravio”, no lo hacen de una manera decidida. Mientras que por su parte, el sindicato mayoritario en la enseñanza pública gallega, la CIG, ”está prácticamente posicionado en contra de que haya una diferenciación entre los funcionarios de carrera por concurso de oposición y los funcionarios de carrera por estabilización”, explica.