El 14 de abril de 2014, el Parlamento gallego aprobaba por unanimidad de los tres grupos políticos con representación en la Cámara -PPdeG, PSdeG y BNG- la Lei pola igualdade de trato e a non discriminación de lesbianas, gais, transexuais, bisexuais e intersexuais de Galicia. Era la primera de estas características que se aprobaba en España, tan solo con el precedente de la ley impulsada dos años antes por la Cámara vasca para proteger al colectivo trans de la discriminación por identidad de género. La realidad social ha cambiado mucho en estos nueve años, en los que la norma legislativa no ha tenido ninguna actualización, y son numerosos los puntos en los que no se han llevado a cabo las actuaciones contempladas.
“No seu momento o texto foi satisfactorio, pero xa houbo que facer múltiples renuncias para que saira adiante. A lei naceu con moi boa intención, pero quedou nun texto iniciativo pola falta de vontade política para aplicalo”, señala Javier Carballo, secretario de políticas LGTBI del PSdeG, partido del que partió la iniciativa. Sobre esto, Iria Carreira, portavoz de política LGTBI del Bloque, apunta que “xa nacía con centos de eivas”, xa que “tiña moitas máis capacidades de desenvolvemento”. “A lei quedou atrás e unha actualización non estaría de máis”, añade, al tiempo que indica que “nunca desbotaría un consenso” entre partidos en este ámbito.
La diputada en la Cámara gallega por el Partido Popular Marta Rodríguez Vispo resalta que la ley que salió adelante hace nueve años “es muy buena”, a pesar de que reconoce que “es verdad que, a lo mejor, con los años algunos puntos se pueden llegar a actualizar”. Además, insiste en la posición de su grupo político como “defensores de la libertad y de la no discriminación. De eso que no se dude”.
Dentro de las competencias propias de la comunidad autónoma, la ley comprende ámbitos como la educación y el deporte, con el objetivo de combatir el acoso y favorecer la visibilidad del colectivo en las aulas. “Que as aulas non sexan un espazo seguro para as persoas LGBTI é algo demasiado grave como para que pase desapercibido”, hace hincapié Carreira. También apunta que al profesorado no se le proporciona la formación necesaria, xa que “a administración non dota de coñecemento aos traballadores”, algo que “ocorre tamén no eido sanitario onde se perpetúan discriminacións cando se asocia o colectivo con certas enfermidades”.
En este sentido, la popular remarca que se están llevando a cabo análisis desde el Observatorio LGTBI de Galicia para evitar las actitudes violentas en el ámbito del deporte de los menores del colectivo, pero que no se pueden proporcionar datos porque “aún no han concluído” .
La falta de formación en materia laboral es otra de las preocupaciones de la oposición. “A lei establece facer estudos de LGBTIfobia no traballo e tamén se supoñía que ía haber un protocolo de actuación”, explica el socialista. Asimismo, en el Bloque advierten de otra realidad en este sentido, la de las mujeres trans, “ que teñen unha das taxas de desemprego máis altas con situacións moi precarias”.
El servicio de información, de apoyo y mediación al colectivo integrado en la norma, que establece la creación de un servicio en colaboración con los gobiernos locales, es uno de los puntos que más critica la oposición. “É o incumprimento máis perverso”, destaca Carballo, mientras que resalta que “delegan esta competencia nos Centros de Información á Muller, que teñen outra función específica e moito traballo”. “ Todo o asesoramento pasa a depender dos CIM e das asociacións, moi importantes, pero nas que non debe recaer todo o traballo”, subraya la portavoz de política LGTBI del Bloque.
Sobre el servicio de información contemplado, Rodríguez Vispo destaca que “es un colectivo muy amplio, en el que cada uno tiene sus necesidades”, por lo que “a veces es difícil tener información” . “Si tú eres una persona trans, entonces tú te vas a una asociación trans, porque seguramente es donde estén más formados”, señala acerca del apoyo. En este sentido, advierte que “esto no quita que las asociaciones tengan que estar respaldadas por las administraciones”.
A nivel estatal uno de los debates más abiertos en los últimos tiempos sobre el colectivo ha sido el de la conocida como Ley Trans, aprobada el pasado 16 de febrero. La norma gallega dedica las personas trans un artículo de apenas dos líneas. “É unha das cousas que quedaron no limbo, tamén no caso das persoas non binarias dentro do colectivo trans. Aínda así, avanzouse coa lei estatal”, manifiesta Carreira.
“Se debería hacer una ley estatal, pero con consenso. La de ahora no ha sido muy acertada, porque hay que hacer que la gente esté de acuerdo”, asevera Rodríguez Vispo sobre la situación legislativa del colectivo trans. La popular puntualiza que en el ámbito autonómico “se puede complementar”, pero “para hacer una modificación es mejor esperar a que se haga otra cosa a nivel español”.
El PSdeG considera que en este sentido “hai carencias” en la norma, puesto que “tampouco se fala de intersexualidade”. Además, pide mejores en el desarrollo regulamentario del ámbito de la familia “en el que hay que desarrollar aspectos como la adopción”.