La Xunta abre la puerta a que unos 2.000 bajos comerciales vacíos se reconviertan en viviendas

Según las cifras que maneja el sector inmobiliario, Galicia cuenta en la actualidad con unos 7.000 bajos comerciales sin uso que se ofertan en alquiler. De ellos, unos 2.000 estarían en disposición de ser utilizados como viviendas, tras la aprobación, por parte del Consello de la Xunta, del decreto que actualiza las normas de habitabilidad de estos locales y de las entreplantas. A esos 2.000 locales se sumarían otros que también permanecen vacíos, pero que no se alquilan a través de las agencias inmobiliarias.

Según explicó el presidente gallego, Alfonso Rueda, al término de la reunión semanal de su Gobierno, “no se trata de eliminar comercios” para sustituirlos por viviendas, sino de “facilitar” que aquellos bajos que están vacíos, con muy pocas posibilidades de volver a albergar un establecimiento comercial, puedan tener un uso residencial. Se pretende así “aumentar la oferta” de viviendas “dignas”, “contribuir a una bajada de los precios de los alquileres” y evitar la “degradación” que existe en determinados puntos de los cascos urbanos de las ciudades gallegas.

Al respecto, Rueda recordó que ya es posible reconvertir un bajo comercial en vivienda, pero apuntó que los requisitos que se estaban exigiendo “hacían en la práctica muy difícil y muy costoso” acometer esos cambios.

La vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, que acompañó a Rueda en la comparecencia ante los medios de comunicación, fue la encargada de explicar cómo se flexibilizarán los requisitos que permitirán “darle un segundo uso” a estos locales, pero “garantizando la calidad de vida” de las personas que residirán en ellos, con unos “mínimos” que salvaguardará la nueva normativa.

“No hay más que pasear por algunas calles de las ciudades europeas para comprobar que esos usos ya están permitidos”, señaló sobre una norma que hará que Galicia se “europeice” en materia de vivienda.

El decreto, “en sintonía con las necesidades sociales y económicas”, establece que los locales que se podrán reconvertir en viviendas tendrán que tener una superficie útil mínima de 40 metros cuadrados. Además, se permite modificar la altura de 1,8 metros desde el suelo a las ventanas exteriores y se establece la altura mínima en 2,5 metros frente a los 3,2 metros que se exigían hasta ahora.

En cuanto a las entreplantas, se fija la altura mínima en 2,4 metros, frente a los dos metros y medio de la norma anterior. También se autorizan nuevos sistemas de ventilación alternativos a las chimeneas.

Además, según explicó Vázquez, se facilitará que los ayuntamientos puedan aprobar la concesión del uso residencial para estos bajos y entreplantas sin tener que modificar sus planes de ordenación municipal. Un proceso “largo y tedioso” que, recordó, se exigía hasta ahora.

Los concellos también podrán presentar “anexos de habitabilidad” cuando sea necesario que serán informados por la Consellería en un plazo máximo de tres meses. La conselleira incidió en que el decreto fue “muy participado” por el sector, a través del Observatorio da Vivenda de Galicia y del Comité Asesor de Habitabilidade.