Ganaderos afectados por el 'covid de las vacas': “Se non é polo veterinario non sabemos nada”

El último reporte de la Consellería do Medio Rural confirmó los presagios. La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) ya está presente en las cuatro provincias gallegas, después de adentrarse en A Coruña, donde ya se han confirmado casos positivos en cinco comarcas ganaderas diferentes: Arzúa, As Pontes, Santiago de Compostela, Terra de Melide y Teixeiro. En poco más de mes y medio, este virus –que se transmite por la picadura de una especie de mosquito y es inocuo para el ser humano– ha ido extendiéndose por el territorio gallego hasta generalizar su presencia y activar las alertas de todo el sector ganadero.

El covid de las vacas se extiende ya a las cuatro provincias gallegas

Miles de casos detectados

Cerca de 3.000 vacas afectadas y más de mil de explotaciones con positivos confirmados. Es el conteo oficial de una enfermedad que, sin embargo, se expande más rápido de lo que evoluciona la estadística y en la que muchos casos pasan inadvertidos. “É cousa do mosquito”, sentencia enseguida Fermín, un ganadero de Toques, en cuanto ve el andar lastimero de una de sus reses, a la que el veterinario tomó muestras esta semana para ser remitidas a laboratorio y confirmar la existencia del virus de la EHE.

La enfermedad causa en el ganado malestar general, dificultades para caminar, secreciones y una serie de úlceras y lesiones, sobre todo en zonas húmedas o de piel más blanda, que les provocan dolor y dificultan su alimentación. Las indicaciones oficiales cifran la tasa de mortalidad del virus en un porcentaje residual, aunque algunas explotaciones afectadas reportan porcentajes próximos al diez por ciento.

Positivos por confirmar

En A Morcegueira, lugar donde reside Fermín junto a su familia, una pequeña aldea de apenas un par de casas en un desvío de la carretera que lleva de Toques a Sobrado dos Monxes; las dos docenas de vacas de carne de su propiedad pastan y viven cómodamente en los prados anexos, sin tocar el establo más que para alimentar a sus terneros en sus primeros meses de vida. Es un paraje tranquilo, al que ahora también parece haber llegado esta enfermedad.

Los casos en su explotación todavía no han sido confirmados por el sistema, pero –según indica– es un simple trámite, dado que los veterinarios que le asisten le han dejado claro el origen de la dolencia de sus animales. “Se cadra é coma o covid da xente, hai unhas ás que lle afecta moito e outras ás que non”, refiere, dado que dos de sus vacas se han recuperado con facilidad tras ser tratadas con antiinflamatorios. En estos casos más leves, explica, ni siquiera es necesaria la intervención de un especialista y no se elevan los reportes administrativos para el control de la enfermedad. Sin embargo, la situación de otra de sus vacas es más delicada e incluso ha requerido que sea alimentada a mano y que se le limpien las llagas del hocico con sal y vinagre.

La gravedad de los síntomas varía en cada caso

Lo mismo ocurre –asegura– con los animales de uno de sus vecinos, Anxelo, a apenas un centenar de metros de donde pacen las vacas de Fermín. Allí, postrada por el dolor en las extremidades y con la mirada hundida, hay otra res, presuntamente afectada por el virus de la EHE, y a la que los veterinarios también han tomado muestras. “Onde máis se nota é nas pernas, no andar, parece que van caendo”, dice su dueño, que comenta, uno a uno, los mismos síntomas que su vecino y admite su preocupación por el futuro del ejemplar enfermo.

Vacunas y desconocimiento

“Nós se non é polo veterinario non sabemos nada. Foi el quen deu parte e todo”, explica Anxelo, ante el desconocimiento de un virus llegado de otras latitudes y que, desde su aparición confirmada el año pasado, se activa estacionalmente en los meses de calor. Es todo tan reciente y repentino que incluso los responsables de las explotaciones desconocen la existencia de una vacuna para la EHE, la desarrollada por la empresa gallega Zendal.

Aunque se puede adquirir bajo prescripción veterinaria y su coste no es demasiado elevado, su uso todavía no se ha extendido. En ello influye su coincidencia con la campaña de vacunaciones contra la lengua azul, en el límite de los plazos fijados para combatir esta otra enfermedad; y que, si ambas profilaxis se administran a la vez, causan complicaciones de salud –y mortalidad– a los animales, de acuerdo con los reportes de las asociaciones agrarias.

Impacto en los negocios ganaderos

A falta de que se expanda la conciencia y las medidas preventivas contra el virus, cabe agradecer que los efectos sobre los animales no son demasiado graves. “En dous días mellorou e non llo volvín notar”, dice sobre una de las reses a las que trató recientemente, aunque en otras explotaciones sí se han advertido otro tipo de secuelas: abortos o ceses repentinos en la producción de leche, que afectan a la viabilidad económica de estos negocios.

“A vaca, se é unha vaca boa, que vai con graxa e vai cebada, poden dar por ela cinco ou seis mil euros tranquilamente”, afirma Fermín, que –dice– recientemente invirtió sobre 3.000 euros en la adquisición de un nuevo ejemplar. Las ayudas compensatorias por la muerte causada por la EHE apenas ascendían, en el mejor de los casos, a poco más de 600 euros por animal antes del acuerdo alcanzado entre la Xunta y las asociaciones agrarias. “Para dar iso escusan dar nada, porque non supón ningunha solución, entre o que gastas de veterinario e outras cousas”, lamentaba el ganadero, que podría ser uno de los beneficiados por los nuevos criterios de reparto y la actualización de los importes.

Xunta y asociaciones agrarias acuerdan más ayudas para ganaderías afectadas por EHE

La actualización del importe de las ayudas concedidas, la ponderación del lucro cesante y la cobertura de gastos veterinarios y preventivos eran las principales peticiones de las organizaciones agrarias, que ya habían amagado con movilizaciones en caso de que no se atendiesen estas demandas. Sin embargo, después de semanas de negociaciones, ASAGA Galicia y Unións Agrarias firmaron ayer con Medio Rural un acuerdo para mejorar las compensaciones existentes y extender su cobertura, toda vez que el Gobierno central ha dado luz verde a una partida de 15 millones de euros para que las comunidades autónomas sufraguen actuaciones relacionadas con la EHE.

Las indemnizaciones que se concederán de aquí en adelante en Galicia, además de incrementar sus cuantías de forma notable, se tramitarán de forma directa, por lo que llegarán a las explotaciones afectadas sin necesidad de presentar más documentación que la ya remitida para confirmar los positivos. La relación de beneficiarios para las mismas se extraerá de la base de datos de la Consellería, donde ya figuran tanto ganaderías afectadas en el 2023 como a lo largo de este año.

Esta decisión se alcanza para evitar sumir en un laberinto de burocracia a las explotaciones que han sufrido casos de EHE, de modo que reciban las ayudas sin trámites adicionales. Además, la cobertura se extenderá para no solo paliar los daños causados por la mortalidad del ganado, sino que se financiarán actuaciones preventivas, gastos veterinarios y desinfecciones en aquellos lugares donde haya positivos confirmados. El cálculo de estas prestaciones no se hará por número total de animales contagiados, sino que se tendrá en cuenta el tamaño de las explotaciones y se repartirán los fondos proporcionalmente a esta medida.

La medida satisface en buena medidas las pretensiones de las asociaciones del sector, aunque organizaciones como Unións Agrarias advierten de que todavía no se tienen en cuenta aspectos de lucro cesante, que causan importantes pérdidas a las explotaciones por la disminución en la producción de leche o los abortos de terneros. Del mismo modo, lamentaron que estas ayudas lleguen “tarde”, porque entienden que se trataba de una situación “previsible” ante el rumbo que estaba tomando la enfermedad y que solo se ha reaccionado cuando el malestar ha sido tal que ya se estaban convocando movilizaciones.

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