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Hágase la luz... y la luz fue abandonada: tres centrales eléctricas que antaño iluminaron Galicia

Muchas de estas estaciones generadoras de energía fueron esenciales durante el siglo XX, pero la modernización de las infraestructuras las ha dejado atrás

La Central Hidroeléctrica del Tambre, en Noia, diseñada por Antonio Palacios

La Central Hidroeléctrica del Tambre, en Noia, diseñada por Antonio Palacios / Xosema | Wikimedia Commons

Diego G. Carballo

Diego G. Carballo

Santiago

Galicia siempre fue una tierra de producción de energía. De hecho, en el primer cuatrimestre de 2024 produjo un 11 % de toda la electricidad de España, gracias especialmente a las centrales hidroeléctricas. La inmensidad de ríos de Galicia y su geografía escarpada y montañosa hacen de ella un lugar perfecto para este tipo de centrales generadoras de energía.

Para los más curiosos, quizás es muy complicado entrar en una de las actualmente abiertas a hacer un tour, pero existen una gran cantidad de las llamadas “fábricas da luz” que alumbraron las casas de nuestros padres y abuelos y que hoy yacen abandonadas. De esta forma, podemos ver sus “tripas” y observar cómo resistieron al paso de los años. Estas son algunas de las que se encuentran cerca de Santiago.

Fábrica da luz de Cuntis

En la localidad pontevedresa de Cuntis hay un pequeño río que esconde varios secretos. Cerca de la aldea de Folgoso, próxima a la frontera con A Estrada y a unos 11 minutos del centro urbano de Cuntis, nace el río de A Patela.

Este afluente del río Gallo –a su vez afluente del Umia– baja desde el montañoso sureste del municipio –a unos 500 metros sobre el nivel del mar– hasta el centro urbano –a unos 170–, dejando a su paso bellos parajes como la cascada Fervenza do Hérvedo, cerca del lugar de Castrolandín.

La Fervenza do Hérvedo, en Cuntis

La Fervenza do Hérvedo, en Cuntis / Turismo de Galicia

Río arriba se pueden seguir unos carteles hasta encontrar la antigua “fábrica da luz” de Cuntis, enterrada en la vegetación. No se sabe con exactitud cuando comenzó la producción de electricidad en el lugar, pero se estima que fue entre finales del siglo XIX y principios del XX. Su actividad cesó en los años 80, cuando entró en estado de abandono.

Las centrales hidroeléctricasprimitivas” aprovechaban saltos en el agua para utilizar la fuerza de esta para hacer girar las turbinas, lo que explica su localización al lado de la cascada antes mencionada. Su actividad dependía de trabajadores que la atendían día y noche para no dejar sin luz a Cuntis.

En el interior del edificio, cuyas ruinas se conservan solo parcialmente, aún se puede encontrar maquinaria en francamente buen estado. Destacan especialmente las turbinas construidas en Suiza en 1921, como rezan sus inscripciones, por la fábrica Ateliers de Constructions Vevey, creada en 1848 y que cerró en 1992.

Para llegar al lugar –a 30 minutos en coche de Santiago– se recomienda caminar desde el Castro de Castrolandín, ya que el acceso en vehículo es imposible. Un poco más arriba de este conjunto histórico encontramos una pista que se adentra en el bosque, con un marcador que indica por dónde ir a la Fervenza do Hérvedo.

Central hidroeléctrica del Tambre

Aunque, como mencionamos, existen muchas centrales dónde se explota la energía hidroeléctrica en nuestra contorna, en Noia existe una que es única por su estilo: la Central Hidroeléctrica del Tambre. Y eso es porque su diseñador no fue otro que el gran Antonio Palacios, nacido hace 150 años en O Porriño y famoso por ser la cabeza detrás de grandes edificios como el Teatro García Barbón de Vigo, el Templo Votivo de Nigrán o el Palacio de Comunicaciones de Madrid, entre muchos otros.

Esta central hidroeléctrica en Noia la encargó la Sociedad Gallega de Electricidad en 1924, siendo inaugurada en 1927, convirtiéndose en la primera gran central eléctrica de la comunidad autónoma. En 1947 se construyó la presa de Barrié de la Maza, un embalse entre Negreira y Brión, para sustituir al canal de siete kilómetros que dirigía el agua hacia las turbinas generadoras.

El edificio de la Central Eléctrica do Tambre, en Noia, diseñado por Antonio Palacios

El edificio de la Central Eléctrica do Tambre, en Noia, diseñado por Antonio Palacios / Certo Xornal | Wikimedia Commons

Aunque la central sigue produciendo electricidad casi un siglo después, sufrió cambios con el tiempo, y en el lugar podemos ver muchos de los artilugios utilizados en el pasado para generar electricidad. Alrededor del edificio principal se encuentran jardines en los que algunas de estas piezas están expuestas, como si de monumentos se tratasen.

Algunas de las turbinas generadoras de electricidad expuestas en los jardines de la Central Hidroeléctrica del Tambre

Algunas de las turbinas generadoras de electricidad expuestas en los jardines de la Central Hidroeléctrica del Tambre / Xosema | Wikimedia Commons

Cerca de la misma también podemos visitar otras construcciones, como una edificación antaño usada para el personal de mantenimiento y que ahora es un restaurante, o el puente colgante del Tambre, a escasos metros de la central. Todo este conjunto histórico se encuentra a unos 30 minutos en coche de Santiago.

Fábrica da luz de Gosolfre

En el lugar de Chacín, en el municipio coruñés de Mazaricos, podemos encontrar otra de estas “fábricas da luz”. En el profundo valle del Rego de Santa Baia es donde se encuentra, unos metros más abajo de la Fervenza de Gosolfre en la cual confluyen tres ríos: el Gosolfre, el de O Couto y el Rego do Vao da Casa.

La Fervenza de Gosolfre, cerca de la "Fábrica da luz" del mismo nombre, en Mazaricos

La Fervenza de Gosolfre, cerca de la "fábrica da luz" del mismo nombre, en Mazaricos / Turismo de Galicia

Esta central es la que tiene el peor estado de conservación de las tres que mencionamos, conservándose parte del edificio principal, en cuya planta baja se encuentran los restos de los generadores y otras piezas. La humedad de la zona y la maleza amenazan con derrumbar el edificio.

La maquinaria generadora de electricidad en la "fábrica da luz" de Gosolfre, en Mazaricos

La maquinaria generadora de electricidad en la "fábrica da luz" de Gosolfre, en Mazaricos / Galicia Máxica

Se conoce poco de su historia, estimándose una fecha de apertura de finales de la década de 1920 o principios de los años 30 –basándose en los materiales y estructura de la edificación–, y su cierre alrededor de los años 60 o 70.

Es posible acceder a la central abandonada a través de alguno de los senderos que llevan a la Fervenza de Gosolfre, y que detallan en Galicia Máxica, pero se debe extremar el cuidado al ser una zona escarpada y de montaña. Esta se encuentra a unos 40 minutos en coche de Santiago.

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