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CRIMEN MACHISTA

La Guardia Civil estrecha el cerco y cree que el presunto homicida sigue en Baiona

«Lo razonable y normal es que esta persona sea hallada, sea detenida y sea puesta a disposición judicial», declara el subdelegado del Gobierno

Despliegue de la Guardia Civil en Baiona por la investigación de un posible crimen machista

Despliegue de la Guardia Civil en Baiona por la investigación de un posible crimen machista / Marta G. Brea

Marta Fontán

Baiona

La muerte violenta a golpes sufrida la madrugada del pasado viernes en Baiona por Estela Blach Silva ya tiene desde este lunes la consideración oficial de asesinato machista. Y, coincidiendo con ello, la exhaustiva búsqueda emprendida para tratar de localizar al presunto homicida, su exnovio Humberto González Rodríguez, que hoy cumplió cuatro días a la fuga, parece empezar a avanzar por el buen camino. La convicción de la Guardia Civil es que este hombre de 38 años con antecedentes por tráfico de drogas y una orden de alejamiento que le impedía comunicarse con la víctima continúa oculto en algún lugar de esta localidad pontevedresa, quizás en el monte o algún otro lugar recóndito de la zona rural baionesa, motivo por el que ha intensificado los rastreos en ese ámbito. «Las pistas son prometedoras en relación con la detención del presunto asesino», resumía el subdelegado del Gobierno en la provincia de Pontevedra, Abel Losada.

Humberto huyó en plena madrugada del viernes en cuanto los sanitarios del 061 que se trasladaron a su vivienda en la parroquia de Belesar –alertados por la propia llamada del sospechoso a los servicios de emergencia– confirmaron la muerte de Estela, quien fue hallada en una silla de oficina con ruedas, tapada con una manta, ante el portal de la casa. Desde entonces la Guardia Civil se ha volcado en tratar de dar con este baionés. Aunque el dispositivo de búsqueda se ha extendido a otras localidades como Vigo e incluso al norte de Portugal, para lo que se cuenta con la colaboración de la Policía Nacional, de distintas policías locales como la de la ciudad olívica y de los cuerpos policiales lusos, la principal hipótesis de los agentes, en base a la investigación realizada, es que el hombre continúa en Baiona o su entorno.

«No tenemos constancia de que se fuera a otra zona», afirmaba este lunes el teniente coronel Óscar Grañas, en la actualidad al mando de forma provisional de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. «De momento pensamos que está allí [en referencia a Baiona] y estamos intensificando la búsqueda en esa zona, de la que es conocedor», añadió, en declaraciones realizadas con motivo del minuto de silencio ante la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra una vez el Ministerio de Igualdad confirmó que se trata de un crimen de violencia de género.

Despliegue de la Guardia Civil en Baiona por la investigación de un posible crimen machista

«Las pistas son prometedoras en relación con la detención del presunto asesino», declaraba este lunes el subdelegado Abel Losada / Marta G. Brea

Allí mismo el subdelegado del Gobierno se mostró optimista. Tras pedir «paciencia» y garantizar que se han puesto todos los medios para tratar de dar con el presunto homicida, Abel Losada afirmó que las pistas en relación con su paradero son «prometedoras». «Lo razonable y normal es que esa persona sea hallada, sea detenida y sea puesta a disposición judicial», avanzó.

A pie

El exnovio de Estela escapó a pie. Los vehículos que estaban estacionados en su vivienda cuando ocurrió todo y su bicicleta continuaban allí cuando llegó la Guardia Civil. Junto a la hipótesis de que pueda estar oculto en pleno monte o en alguna especie de galpón o construcción abandonada que pueda haber en el rural baionés, la Guardia Civil, como es habitual en este tipo de casos, también se puso en contacto con familiares suyos y con personas con las que pueda tener otro tipo de vínculos, en su objetivo de conocer si alguien podría estar dándole cobertura en la fuga. Tras huir, Humberto llegó a telefonear a familiares diciendo que estaba ya fuera de la provincia de Pontevedra, pero desde entonces no hubo ningún otro contacto.

Con el crimen de Estela, ya son 40 las mujeres asesinadas en España en lo que va de año por violencia de género.

El pasado viernes la Guardia Civil realizó una inspección de la vivienda de Belesar donde reside el presunto autor del crimen. Pero no era la primera vez que los agentes entraban en esa casa. En mayo de 2019 Humberto y su hermano fueron detenidos por el mismo cuerpo policial como presuntos autores de un delito contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico al ocultar una plantación interior de marihuana en dicha casa ubicada en una zona apartada de la parroquia de Belesar, en el rural baionés.

Los agentes se incautaron entonces en una de las estancias de la vivienda de una docena de plantas en distintos estados de crecimiento y cerca de 40 aparatos eléctricos para el cultivo y crecimiento de las plantas. Este viernes, transcurridos cinco años desde entonces, la Guardia Civil volvió a entrar en la casa ante la cual fue hallada muerta Estela y dentro de la cual sospechan que fue el crimen. La abundante suciedad, desorden y falta de higiene que se toparon dificultaron la inspección ocular.

Familiares, amigos y vecinos de Baiona dieron el último adiós a Estela en una multitudinaria despedida en la Colexiata de Baiona

Familiares, amigos y vecinos de Baiona dieron el último adiós a Estela en una multitudinaria despedida en la Colexiata de Baiona / Marta G. Brea

Multitudinaria y dolorosa despedida a la víctima

Familiares, amigos y vecinos de Baiona dieron el último adiós a Estela en una multitudinaria y dolorosa despedida. Tras ser velada en el tanatorio del Miñor, este lunes por la tarde el cadáver de esta mujer de 36 años que tenía una hija de corta edad fue conducido hasta la Colegiata de Baiona, donde se celebró el funeral. A continuación recibió sepultura en el cementerio municipal. Por la mañana, igual que ocurrió el domingo, hubo un emotivo minuto de silencio en la praza do Concello de la localidad en el que los asistentes pidieron justicia. La Subdelegación del Gobierno en Pontevedra o la calle del Príncipe de Vigo fueron otros lugares que acogieron concentraciones condenando este crimen machista.

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