Ni en Ordes ni en Lugo: así es el mural gallego que opta a convertirse en el mejor del mundo

Hablar de muralismo en Galicia es sinónimo de éxito asegurado. Y es que, tras brillar el año pasado en el prestigioso certamen Street Art Cities, este año la comunidad gallega vuelve a estar representada entre las obras finalistas.

De entre un total de 100 obras repartidas por todo el mundo, 18 son españolas y una se encuentra en Galicia. El próximo sábado, 25 de enero, se dará a conocer cuál será el mejor mural del 2024. ¿Será la gallega?

'Charanguista Andino'

Tenemos que acercarnos hasta el lateral de un bloque de viviendas de Fene (A Coruña), para conocer el mural gallego situado entre los finalistas del Street Art Cities. Una obra realizada por el chileno Cristóbal Persona.

En ella puede apreciarse a un artista tocando el charango, un instrumento de cuerda de la familia del laúd, originario de la región andina de Sudamérica.

El mural recuerda a las leyendas en torno a la figura de El Sereno, el cual emerge de los manantiales de agua, de las profundidades y durante la noche, para recibir las ofrendas que los músicos les entregan a cambio de nuevos cantos y del poder que transfiere a los instrumentos que toca.

Para llegar a ella, debes dirigirte a la Avenida da Porta do Sol, 29.

La violonchelista de Fene

No es la primera vez que un mural gallego se cuela en la lista de los mejores del mundo. En 2023, la obra que el artista madrileño Sfhir pintó en un imponente edificio de nueve pisos de Fene logró alzarse con el primer premio.

Utilizando la forma del edificio, incluido su patio de luz, el artista logró integrar a la perfección el mural y dar vida a su personaje, un violonchelista. De hecho, y gracias a las particularidades del edificio, parece que está tocando el instrumento de verdad.

Además de coronarse como el mejor mural de 2023, está considerado también como uno de los murales verticales más grandes, si no el más grande de toda la carrera de Sfhir.

Su belleza impresiona en mayor medida, si cabe, durante la noche. Y es que, parece cobrar vida cuando los vecinos encienden las luces de la escalera, haciendo que se ilumine la zona del violonchelo.

El mural fue realizado durante el Perla Mural Fest y rinde homenaje al centro cultural con el mismo nombre, demolido hace años.