Crecer o cerrar: las granjas coruñesas multiplican por cuatro su tamaño

Galicia tiene cada vez menos granjas de leche, pero son más grandes, más profesionalizadas y más productivas. Es la radiografía del sector lácteo gallego en los últimos años, en la que juega un papel fundamental la provincia de A Coruña. En ella, las granjas multiplicaron por cuatro su dimensión desde el cambio de siglo y de milenio. En el año 2000 la media de vacas por ganadería era de apenas 35, ya que sobrevivían todavía mucha pequeñas cuadras familiares herederas de otras épocas en el rural. Hoy, la media se dispara hasta las 120 cabezas: en concreto eran 117 al cierre del pasado ejercicio. 

Así se desprende de la memoria de correspondiente al año 2024 de Africor, la asociación provincial para el control de leche de la raza frisona, la principal vaca de producción láctea. En el informe se refleja ese crecimiento constante de la media de vacas por explotación en este cuarto de siglo. Entre 2000 y 2010 el incremento de tamaño fue más sostenido, pero a partir de ahí se disparó la dimensión de las granjas lácteas de la provincia. Como anécdota, fue en el año 2022 cuando se superó la barrera simbólica de las cien vacas de media.

Y aunque la memoria de Africor solo recoge las explotaciones que están en la asociación, lo cierto es que son más que representativas ya que incluye a muchas de las grandes granjas de todas las comarcas lácteas coruñesas: Santiago, Xallas, Ordes, Melide, Arzúa, Bergantiños, Costa da Morte... «En explotacións ao mellor representamos un 50% do total ou así, pero en vacas Africor ten facilmente entre o 60 % e o 70% do total da provincia», algo que se repite en el resto de delegaciones provinciales, explican desde Africor A Coruña. 

 De hecho, solo en granjas coruñesas Africor tiene registradas 92.158 vacas, prácticamente el doble de las 48.826 del año 2000.

Más allá de peregrinos y funcionarios: el área de Santiago se consolida como motor de producción láctea

Eso sí, a pesar del buen momento que atraviesa el sector lácteo gallego, Africor reflexiona en su memoria sobre una realidad paralela: la disminución de explotaciones de leche. "Esta reestruturación, que ata agora levaba granxas pequenas e quizais non moi viables, comeza a cambiar e xa pechan explotacións por falta de remuda xeracional que se considerarían viables", advierte el colectivo.

Una producción récord

La memoria de Africor confirma que no solo aumenta el tamaño de las explotaciones, sino también la producción de las vacas frisonas. De hecho, una de las razones de ser del colectivo es la mejora de la genética de la raza, lo que a tenor de los datos presentados está dando buenos resultados. «Preguntábamonos se a producción tocaría teito, pero vemos que as medias deste ano —por 2024— superan as de calquera ano anterior», apuntan.

La producción media por vaca en lactación normalizada en 2024 en Galicia fue de 11.042 kilos de leche, una cifra que la provincia de A Coruña superó al lograr una media de 11.249. Un «récord» absoluto y un salto brutal desde el año 2000, cuando la producción media por vaca era de poco más de 7.700 kilos de leche.

¿Y cómo se consigue esto? Hay muchos factores en juego. En Ganadería Bello, de Trazo, Begoña Liñares lo resume así: «Nós mantemos desde hai anos as mesmas vacas pero producimos máis leite con dous muxidos diarios —hay granjas que apuestan por tres— porque hai unha mellora xenética, pero tamén unha mellora no manexo», explica. «Temos uns protocolos moi serios: sempre ordeña a mesma xente, das camas encárgase sempre o mesmo, temos os animais moi cómodos, con moito espazo, boa alimentación... Ao final as vacas son como as persoas e canto máis descansados e alimentados están, máis producen». 

Ganadería Bello, de "dez vacas" heredadas a 240 cabezas

La Ganadería Bello es uno de los ejemplos que mejor ilustra la transformación del sector lácteo. Ubicada en Zabuceda, en el municipio de Trazo, cuenta con 240 cabezas de ganado, de las que 150 son vacas en ordeño. Aunque no es una de las granjas más grandes de Galicia, sí es una explotación moderna que nada tiene que ver «coas dez vacas» que heredó Víctor Manuel Bello de sus padres. Él y su esposa, Begoña Liñares, gestionan la explotación láctea, asociada a Africor, junto a tres empleados. 

Ganadería Bello creció y lo seguirá haciendo, pero no a lo loco porque entienden que el tamaño actual es el idóneo para que que buscan. Aquí no hay ningún afán por alcanzar las cuatro cifras de vacas. «Como moito estamos pensando en incorporar entre 20 ou 30 animais máis» en un horizonte corto de tiempo, ya que al externalizar la recría les queda tiempo y margen. 

Su leche va directa a la planta que tiene la empresa Entrepinares en Vilalba (Lugo), en la que se elaboran quesos y que los propietarios de Ganadería Bello visitaron recientemente.