Medio millar de gallegos acude cada mes a la línea contra el suicidio: «Hay una franja de 90 minutos que es crucial»
Una de cada tres llamadas recibidas por este servicio del Ministerio de Sanidad es realizada por una persona menor de treinta años

Imagen de archivo de una manifestación por la salud mental en España / E. P.

A pesar de que cada vez se habla más de ella, la salud mental continúa siendo una cuestión tabú en muchos ámbitos. Pedir ayuda es fundamental y desde las propias instituciones públicas se ofrecen diversos servicios a los que se puede acudir. Entre ellos está el 024, la línea de atención a la conducta suicida, un servicio gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.
Detrás de esta línea se encuentra un grupo de profesionales, en su mayoría psicólogos, que buscan crear un espacio seguro y confidencial para aquellas personas que acuden al servicio. Su labor es fundamental y reflejo de ello es el número de llamadas que atienden en toda España. Solo en agosto fueron 14.721, según el último balance publicado por el Ministerio de Sanidad, organismo del que depende la línea.
De estas llamadas, un 43% fueron realizadas por mujeres y un 37,5% por hombres, mientras que el 19,5% no especificó su género. Además, una de cada tres llamadas la hizo una persona menor de 30 años.
Algo más de medio millar de las llamadas recibidas en el 024 durante el mes de agosto se hicieron desde la comunidad gallega, una cifra similar a la de meses anteriores. Por provincias, la mayoría procedieron de A Coruña, mientras que Ourense se situó a la cola.
Más allá del número de teléfono, Sanidad tiene activado un chat online —a través de la web del Ministerio— al que también pueden acudir personas con ideas suicidas o allegados. A través de esta herramienta se llevaron a cabo 3.301 consultas en el conjunto del Estado, solo 26 desde Galicia.
Laura Fernández, responsable del 024: «Lo fundamental es que la persona que llama se sienta escuchada»
Cuando una persona llama a la línea de atención a la conducta suicida, la circunstancia en la que se encuentra puede ser muy variable y existen distintas categorías para clasificar el riesgo. ¿Cómo se procede?
El valor de un riesgo no es una categoría inamovible. Por decirlo de alguna manera, es un guion que utilizamos para ver por dónde podemos empezar a intervenir. Hay que tener en cuenta muchos factores, como la red de apoyo de esa persona. Lo fundamental es que la persona que llama se sienta escuchada, que sienta que es un espacio seguro, donde va a poder hablar sin sentirse juzgada. Muchas veces el simple hecho de tener ese espacio ya tiene un efecto muy positivo y ayuda a reducir el malestar emocional.
En los casos de mayor gravedad, ganar tiempo puede ser una cuestión clave...
Cuando una persona se encuentra en una situación de crisis, de riesgo inminente, hay una franja temporal de aproximadamente 90 minutos que son cruciales, es probable que si conseguimos mantener una intervención, ese nivel de riesgo vaya disminuyendo y la impulsividad para realizar la acción también vaya desapareciendo. Eso no implica que desde el servicio nuestro objetivo sea que esa persona deje de tener ese pensamiento de acabar con su vida, ya que no sería un objetivo realista. Nuestro objetivo es que aplace esa decisión de acabar con su vida.
¿Cómo se actúa en el caso de que la gravedad del caso requiera de la acción de otros servicios, como puede ser el 112?
Dentro de nuestro protocolo de trabajo se estipula cuándo es necesario hacer una activación de los servicios de emergencia. Las casuísticas son muy variadas, pero, por ejemplo, si una persona tiene un riesgo inminente, lo que hacemos es acompañar a esa persona telefónicamente hasta que llegan los servicios de emergencia. Esa llamada no se corta ni siquiera para dar esa activación. La activación la realizaría una supervisora para que no haya riesgo de perder la comunicación y a la persona.
«Nuestro objetivo es que aplace esa decisión de acabar con su vida»
Las llamadas son anónimas, si bien hay personas que proporcionan algunos datos personales. En el caso de saber que se trata de un menor de edad, ¿se actúa del mismo modo?
La intervención va a ser la misma. Aunque sepamos que es un menor de edad, se va a hacer una evaluación y en función del nivel de riesgo se va a trabajar adaptando la intervención a la comunicación que nos está haciendo.
Reproduciendo los estereotipos de género, se dice que las mujeres somos más dadas a hablar de cómo nos sentimos que los hombres. ¿Se observan diferentes comportamientos?
Existe una paradoja de género cuando hablamos de un suicidio. Las tasas de suicidio son mucho más altas en hombres, lo que se vincula a un tema relacionado con esos roles y con esos estereotipos La mujer, quizá, tiene más facilidad a la hora de pedir ayuda, mientras que el hombre cuando suele pedirla ya es porque se encuentra en una situación donde hay un mayor malestar emocional. De hecho, recibimos más llamadas que proceden de personas que se identifican como mujeres que llamadas de hombres.
El 024 está también a disposición de familiares o allegados de personas que han tenido tentativas de suicidio...
El servicio se compone, fundamentalmente, de las llamadas que recibimos de la propia persona que se ha planteado el suicidio como una opción. Con todo, hay llamadas que tienen que ver con familiares, con el entorno escolar o, incluso, el laboral, porque han podido detectar una persona empleada que, en algún momento, ha hecho una verbalización, por ejemplo. En la gran mayoría solicitan consejo, cómo actuar con la persona. Sigue existiendo miedo, un tabú, acerca de esta cuestión y lo que quieren es saber cómo actuar con su persona cercana, querida, e intentar también ayudarla de la mejor forma posible.
«Es un servicio muy complejo, ya que, al final, sostenemos el dolor de las personas que llaman»
Además del teléfono, el Ministerio de Sanidad tiene activo un chat online, ¿son más jóvenes las personas que recurren a esta vía?
En los meses que lleva operativo vemos que se dirigen a él, fundamentalmente, menores de 30. La comunicación es diferente porque hay información que con el chat se pierde, pero tenemos otra. No tenemos un silencio, pero sí vemos o cuánto tiempo tarda en dar una respuesta. En ocasiones es más difícil porque, si no quiere facilitar ningún tipo de información, no vamos a tener un número de teléfono o una dirección para, en el caso de que sea un riesgo alto, poder dar un aviso. Pero en general, las personas que contactan con el servicio suelen colaborar. También es cierto que a veces la forma de entrar al servicio es a través del chat, pero, cuando ya se ha establecido un vínculo, se le pregunta: ¿te gustaría que pudiéramos seguir esa conversación por teléfono?
La línea atiende multitud de llamadas al día, lo que supone una gran presión para los profesionales que están detrás, ¿quién cuida a los que ayudan?
Es un servicio muy complejo, ya que, al final, sostenemos el dolor de las personas que llaman. Es muy importante que las personas que atienden las llamadas, aparte de tener apoyo técnico, tengan un apoyo más emocional. Hay 12 personas supervisoras, distribuidas por los distintos turnos, que intentan crear espacios para que las psicólogas puedan hablar de situaciones o llamadas que las hayan podido remover más o generar alguna inquietud.
- El Bono Activa Comercio de la Xunta vuelve esta semana
- Agotado el Bono Activa Comercio tras solo dos días en funcionamiento
- Galicia veda la pesca del salmón para la próxima temporada en todos sus ríos
- Una bodega gallega se cuela entre las 100 mejores del mundo para visitar
- Entra en vigor el encierro de aves de corral en 40 concellos por la gripe aviar
- El peaje Santiago-Vigo pasará de 12,5 euros desde enero y hasta a A Coruña costará 8,8
- Mil docentes de colegios e institutos dejan las aulas gallegas este año
- Tras los pasos de Ribadavia: este pueblo gallego compite por las luces navideñas de Ferrero Rocher