La violencia crece en la red: «La ciberseguridad 100% no existe»
El Instituto Nacional de Ciberseguridad puso en marcha hace cinco años una línea telefónica gratuita para atender este tipo de incidencias: el 017. Desde entonces, los casos de acoso en Internet, entre ellos los de índole sexual, no han parado de aumentar, con mujeres y menores en el punto de mira de los delincuentes

Una joven con su teléfono móvil. / ANTONIO GUILLEM
Fotos íntimas publicadas sin consentimiento, grupos en redes sociales para comentarlas, actitudes agresivas y vejaciones, llamadas impertinentes, inteligencia artificial para manchar la imagen de las víctimas... Los delitos y el acoso en la web se multiplican a un ritmo indetenible, con las mujeres y los menores en el punto de mira de aquellos que delinquen en un entorno en el que aún queda mucho territorio por explorar. Hay una cosa que está clara, la protección de la intimidad en Internet es cada vez más compleja. En el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) van más allá en esta afirmación: «La ciberseguridad 100% no existe».
La violencia atraviesa el mundo digital de maneras que, hace apenas unos años, incluso meses, eran impensables. Y es que, tal y como explican desde Incibe a este diario, «asiduamente aparecen nuevos métodos y formatos de fraude o acoso». Este organismo, dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, cuenta con un teléfono, el 017, disponible todos los días del año, en horario de ocho de la mañana a once de la noche, para realizar cualquier consulta relacionada con la ciberseguridad. Se puso en marcha hace apenas cinco años cuando este tipo de cuestiones empezaron a ser una problemática cotidiana.
Frente a lo que cualquiera pueda pensar, la mayoría de consultas realizadas el pasado año, concretamente el 54%, fueron preventivas, es decir, la persona que descolgó el teléfono lo hizo para plantear una duda. «Esto refleja la implicación de los usuarios para protegerse, pero no debemos confiarnos, ya que las técnicas cada vez son más sofisticadas y nadie está libre de caer en la trampa».
Los métodos refinados se suman a un acceso temprano a la web, muchas veces sin supervisión adulta. Sin ir más lejos, la ONG Save the Children afirma en un informe reciente que el 58% de los menores de edad en España comienzan a acceder a Internet de forma habitual a los 11 años. Son, determinan desde Incibe, «un grupo especialmente vulnerable, ya que tienen menos herramientas emocionales y cognitivas para identificar un riesgo o reaccionar ante él».
Apuntan, además, «la presión social» que hay en la adolescencia por «estar presentes en redes sociales y compartir contenido», algo que «dificulta la protección». «Ninguna plataforma es más segura que otra», añaden.
No hay mayor ejemplo de esto que la realidad: las diferentes formas de violencia están, en muchas ocasiones, conectadas entre sí y compartidas a través de diversos medios. El Ministerio del Interior registró en el año 2023, último del que ha publicado un informe sobre cibercriminalidad, 4.896 denuncias por delitos en la red contra niños y adolescentes. De ellos, 1.068 —uno de cada cuatro casos— se correspondieron con delitos sexuales, lo que refleja que este tipo de abusos que se suceden en el mundo real se han extendido también en el mundo digital.
Violencia sexual:«Lo primero es denunciar»
La violencia hacia las mujeres a través de los teléfonos se incrementa en las estadísticas elaboradas por organismos oficiales y cada caso supone un vuelco en la vida de las víctimas. Las distintas administraciones buscan paliar las consecuencias. Sin ir más lejos, la Xunta va a poner en marcha un servicio autonómico de borrado de la huella digital de las víctimas de este tipo de violencia con el objetivo de que estas «puedan recuperar su intimidad y reconstruir su reputación».
Los profesionales ya detectan un aumento de los casos de ciberacoso y sextorsión en los que se modifican imágenes y se genera material falso con gran realismo con el que se busca humillar o chantajear a mujeres y adolescentes. «Ante estas situaciones, lo primero es no difundir el contenido y denunciar de inmediato, tanto en la plataforma en cuestión como ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en caso de ser necesario», alegan desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad, cuya sede se sitúa en León.
En el caso de que una víctima de acoso sexual en Internet llame al 017, «recibe unas pautas concretas, siempre desde la confidencialidad, y se ofrece una primera atención psicosocial basada en la ayuda o en el acompañamiento». Además, en caso de ser necesario, se le deriva a otros teléfonos como el 016 o el 112.
- El peaje Santiago-Vigo pasará de 12,5 euros desde enero y hasta a A Coruña costará 8,8
- Una bodega gallega se cuela entre las 100 mejores del mundo para visitar
- Agotado el Bono Activa Comercio tras solo dos días en funcionamiento
- Galicia veda la pesca del salmón para la próxima temporada en todos sus ríos
- Los ríos de Santiago multiplican su caudal por diez en cuatro horas: 'Subiu alomenos cinco metros
- Entra en vigor el encierro de aves de corral en 40 concellos por la gripe aviar
- Mil docentes de colegios e institutos dejan las aulas gallegas este año
- ¿Hasta cuándo afectará la borrasca Claudia a Galicia?
