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Los agricultores ven «poco eficaz» la emergencia cinegética por el jabalí

La Xunta abre hoy la veda para la caza sin límite de este animal

UUAA cree necesario actuar pero recuerda que en 2024 los ejemplares abatidos en ese periodo apenas supusieron el 1%

Un hombre se prepara para cazar en Boborás (Ourense), en octubre del pasado año

Un hombre se prepara para cazar en Boborás (Ourense), en octubre del pasado año / Rosa Veiga (E. P.)

Mateo Garrido Triñanes

Mateo Garrido Triñanes

Santiago

Tal y como avanzó este diario el pasado jueves, el Ejecutivo gallego aprobó ayer la declaración de emergencia cinegética con el objetivo de controlar la población de jabalí y paliar, así, los daños en cultivos y montes que causan estos animales y los accidentes de tráfico que pueden llegar a provocar al irrumpir en alguna de las calzadas de la comunidad.

De este modo, la Xunta abre la veda desde hoy para la caza sin límite de este animal hasta el próximo 22 de febrero en el 83% del territorio gallego. Una medida que impulsa por quinta vez tras las declaradas en 2019, 2021, 2023 y 2024. Precisamente, la reiteración de esta declaración ha motivado la oposición frontal de los cazadores y las dudas entre los principales damnificados por la conducta del jabalí: los agricultores, que creen que la medida se ha evidenciado poco eficiente.

«Si la Xunta da el paso es porque sus indicadores internos de avisos por daños en la agricultura y de accidentes de tráfico no se moderan o siguen disparados», explica Jacobo Feijóo, responsable de Desarrollo Rural de Unións Agraria (UUAA), que sí considera necesario actuar para proteger los cultivos del jabalí. Sin embargo, Feijóo añade que en sucesivas ocasiones la emergencia cinegética ha demostrado ser «poco eficaz» en este sentido.

Como ejemplo, el responsable de UUAA recuerda que durante la temporada de caza 2024/2025 se capturaron en toda la comunidad 18.884 ejemplares de jabalí. De ellos, tan solo 228 fueron abatidos durante el periodo que comprendió la emergencia cinegética. Es decir, esta medida extraordinaria únicamente contribuyó al 1%de las aprehensiones de este animal. Unos porcentajes que fueron muy similares en las ocasiones anteriores en las que el Ejecutivo gallego decretó la emergencia.

Un jabalí se alimenta en el margen de una carretera de la provincia de A Coruña, en una imagen de archivo

Un jabalí se alimenta en el margen de una carretera de la provincia de A Coruña, en una imagen de archivo / Cabalar/EFE

Precisamente, ayer, desde Ourense, la directora xeral de Patrimonio Natural, Marisol Díaz Mouteira, justificaba que, aunque parezca que son cifras «bajas», la declaración ejerce como una «medida de refuerzo» al periodo de caza reglada.

Otro de los puntos que la Federación Galega de Caza puso sobre la mesa fue el desacople de esta medida con respecto a los momentos más críticos del año para los posibles daños del jabalí en las parcelas de cultivo: el de la siembra y la cosecha, principalmente, del maíz. En esto concuerda también Feijóo: «Sería más eficaz actuar quirúrgicamente durante la veda en acciones puntuales de caza cuando sea demandado por los agricultores afectados».

En este sentido, UUAA ve necesarias medidas más estables e innovadoras de control del jabalí, especialmente en las comarcas agrarias. «Hay que lograr el equilibrio que necesitamos para que haya fauna cinegética y salvaje y actividad productiva. La caza y los cazadores son esenciales, pero adonde no pueda llegar la caza, hay que utilizar sistemas complementarios de control», apunta Feijóo.

Y es que, tras registrarse el último año 4.629 avisos por daños en cultivos —la cifra más elevada de la serie histórica—UUAA considera que «el jabalí esta siendo ya un factor de inhibición tanto para que los profesionales pongan más superficie de cereal a producir, como para que muchos particulares cultiven sus huertas».

Los incendios obligan a reajustar el programa en Ourense

De este modo, la emergencia cinegética arrancará hoy en 254 concellos pertenecientes a 38 comarcas gallegas:Arzúa, Bergantiños, Betanzos, A Coruña, Eume, Ferrol, Ordes, Ortegal y Santiago en la provincia de A Coruña;Os Ancares, Chantada, A Fonsagrada, Lugo, A Mariña Central, A Mariña Occidental, A Mariña Oriental, Sarria, Terra Chá y Terra de Lemos en la de Lugo;A Paradanta, Caldas, Deza, O Condado, O Morrazo, Pontevedra, Tabeirós-Terra de Montes y Vigo en Pontevedra y Allariz-Maceda, O Carballiño, A Limia, Ourense, O Ribeiro, Terra de Caldelas, Terra de Celanova, Terra de Trives, Valdeorras, Verín y Viana en la de Ourense.

Precisamente en esta última provincia, la Consellería de Medio Ambiente se ha visto obligada a introducir modificaciones debido a los incendios que durante el pasado mes de agosto calcinaron aproximadamente el 8% de la superficie del conjunto de la provincia.

Así lo explicó ayer en una comparecencia de prensa la directora xeral de Patrimonio Natural, Marisol Díaz Mouteira que anunció la exclusión del concello de Petín (Valdeorras) de la emergencia al haber sido «arrasados completamente» sus tecores y zonas libres.

Además, las restricciones de caza pautadas por la Xunta en territorios afectados por incendios obligaron a reajustar los cupos de captura en 30 tecores y a prohibirla por completo en otros cuatro y en una zona libre, lo que aplicará igualmente durante la emergencia cinegética. Concretamente, estos reajustes de los cupos se aplicaron en aquellos tecores con una superficie mínima afectada por los fuegos del 15%, una medida que afecta a 29 terrenos en Ourense y uno en Lugo.

Asimismo, la prohibición de caza afecta a tecores y zonas libres que, a causa de los fuegos, no tengan una superficie mínima continua de 500 hectáreas, lo que afecta a cuatro tecores y una zona libre, todos en la provincia de Ourense. Allí, al igual que en Petín no se podrá cazar jabalíes, a pesar de la emergencia cinegética.

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