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Entrevista | Laura Cuesta Cano Profesora de Cibercomunicación en la Universidad Camilo José Cela

«Un adolescente no puede tener un móvil que cuesta la nómina de uno de sus padres»

¿Se pueden limitar los peligros que conlleva el uso de la tecnología entre los menores? La profesora universitaria Laura Cuesta cree que no solo es posible, sino, sobre todo, imprescindible

La profesora Laura Cuesta Cano, en la Cidade da Cultura, en Santiago, tras participar en una sesión de trabajo centrada en la futura Ley de Educación Digital que está elaborando la Consellería de Educación

La profesora Laura Cuesta Cano, en la Cidade da Cultura, en Santiago, tras participar en una sesión de trabajo centrada en la futura Ley de Educación Digital que está elaborando la Consellería de Educación / Jesús Prieto / Jesús Prieto

Susana López Carbia

Susana López Carbia

Santiago

Ni niños de 7 años bailando en TikTok, ni padres que utilicen las pantallas como chupete digital. Acompañamiento y sentido común son premisas clave para evitar los riesgos que entraña el acceso a internet a edades tempranas en una sociedad cada vez más digitalizada. Es la receta de Laura Cuesta Cano, profesora de Cibercomunicación en la Universidad Camilo José Cela de Madrid y divulgadora digital, que participó esta semana en Santiago en una jornada de trabajo sobre la futura Ley de Educación Digital que prepara la Consellería de Educación. Una norma que la Xunta quiere aprobar antes de que finalice el curso.

¿Realmente es posible un buen uso de la tecnología?

Es posible e imprescindible. Vivimos en una sociedad digital y conectada. Los padres y madres somos los primeros agentes que tenemos que dar esa educación y ese acompañamiento a nuestros hijos e hijas para un buen uso de la tecnología. Hay que ir gradualmente y decidir el cómo, el cuándo y el porqué darles esos primeros dispositivos. Y eso se complementa con el centro escolar, que debe formarlos para que adquieran las competencias digitales necesarias para desarrollarse en un futuro profesional, académico, laboral y social que va a ser digital.

¿Qué deben aprender los padres antes de dar un móvil a sus hijos?

No hace falta que sean grandes tecnólogos. Pero sí deben aprender a configurar la privacidad y seguridad de los dispositivos. Ver si ponen unos antivirus precisos, configurar contraseñas robustas, saber qué aplicaciones hay dentro de sus móviles y cómo funcionan, configurar los perfiles para que personas desconocidas no puedan contactar con ellos. Es decir, recurrir a los controles parentales.

«El móvil es una herramienta que prestamos a los hijos y, como tal, debe ser supervisada»

¿Cree que en general las familias siguen todos esos pasos?

Efectivamente, cada vez damos tecnologías antes a los menores y muchas veces sin ese acompañamiento. Eso hace que aumenten los riesgos de sexting, grooming o acceso a contenidos pornográficos a edades cada vez más tempranas. La solución no es prohibir ese acceso a la tecnología hasta los 16 o 18 años, sino saber qué tipo de tecnología puedo dar a mis hijos y acompañarlos cuando lo haga.

¿Son realmente efectivas esas aplicaciones de control parental?

Sí, siempre que pensemos que no son sustitutivas de nuestro trabajo como padres. Nos ayudan cuando no estamos presentes, pero el mejor control parental siempre van a ser los padres.

La profesora adjunta de la Universidad Camilo José Cela Laura Cuesta Cano, esta semana en la Cidade da Cultura, en Santiago

La profesora adjunta de la Universidad Camilo José Cela Laura Cuesta Cano, esta semana en la Cidade da Cultura, en Santiago / Jesús Prieto / Jesús Prieto

Entonces, ¿hay que poner más el foco en los hogares que en los centros educativos?

Por supuesto. Los riesgos que se pueden dar en el ámbito familiar no legitiman que se retire la tecnología de las aulas, que está siempre controlada y es segura.

En todo caso, ¿recomendaría a los padres revisar el móvil de sus hijos?

Lo que los niños tienen que entender es que los móviles no son suyos. Por eso siempre recomiendo a los padres que no regalen un móvil o un smartphone por los cumpleaños, por navidades o por buenas notas. Debe ser una herramienta que les prestamos, igual que les proporcionamos libros. No es un objeto para que puedan utilizar a su libre albedrío. Así que, por supuesto, es una herramienta que, en edades tempranas, hay que supervisar. Tenemos que poner normas y límites. Hay familias que hacen una especie de contratos consensuados para que los menores entiendan que adquieren una nueva responsabilidad. Pero supervisar no es lo mismo que espiar.

«Los móviles no se sacan en la mesa, ni en casa ni en un restaurante. En las casas tiene que haber descansos digitales»

Póngame un ejemplo.

Hay padres y madres que instalan aplicaciones de spyware (programas espía) y duplican el contenido que tienen sus hijos en sus propios dispositivos. Eso no se debe hacer, porque supone romper el derecho de intimidad y privacidad que tienen nuestros hijos.

Usted habla de edades tempranas. ¿Cuál es el momento adecuado para que los menores tengan móvil?

No hay una edad clave. Ojalá hubiera recetas mágicas en la educación, pero educar es muy difícil. Aún así, nadie mejor que un padre o una madre sabe cuándo sus hijos están más capacitados por madurez y por responsabilidad. Si supone una guerra continua que se pongan a hacer los deberes o recojan su habitación, a lo mejor no es momento todavía de que se hagan responsables de un dispositivo o lo que conlleva la autorregulación.

Esa autorregulación ¿debe llegar también a las casas? ¿Tiene que haber descansos digitales?

Por supuesto. Y también para los adultos. Los móviles no se sacan en la mesa, ni en casa ni en un restaurante. Debe haber un compromiso de la familia para que los niños vean que al final es algo que genera un bienestar familiar. Que entiendan que los móviles no se llevan al baño ni a la habitación, ni se anda con ellos en el bolsillo.

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, en la jornada de trabajo celebrada en Santiago para perfilar el contenido de la futura Ley de Educación Digital

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, en la jornada de trabajo celebrada en Santiago para perfilar el contenido de la futura Ley de Educación Digital / CEDIDA

¿Y recomienda castigar retirando el móvil o la videoconsola?

Cuando castiguemos retirando la tecnología que sea porque no han cumplido algo relacionado con ella, no por el resto de cosas. Si han sacado malas notas o se han portado mal, no castiguemos quitándoles el móvil, porque acabaremos creando una mayor dependencia hacia el dispositivo. Tampoco debemos premiar con un smartphone o una consola por sacar buenas notas. Pero si les decimos: «Estos son los horarios en los que puedes utilizar la tecnología, o no te puedes descargar aplicaciones sin nuestro permiso» y eso lo incumplen, debe haber una consecuencia.

Lo difícil es resistir la presión social que existe en torno a los móviles y videoconsolas...

Hay muchos despropósitos. Lo que está claro es que no tenemos por qué darles un smartphone con 10, 11 o 12 años. Hay muchos tipos de tecnología, según las necesidades que tengamos. Y cuando decidamos que pueden tenerlo, no tienen por qué tener perfil en redes sociales. Ojo, porque en España los menores de 14 años no pueden tener presencia en redes sociales y, sin embargo, hay niños de 7, 8 y 9 años bailando en TikTok. No hay que dar barra libre de todo. No. No puede ser que un adolescente tenga un móvil que cuesta la nómina mensual de uno de sus padres. Si con 12 años les damos una tarifa ilimitada de datos, ¿cómo pretendemos que aprendan a autorregularse?

Nos centramos en los móviles, pero los expertos alertan de que cada vez hay más adolescentes enganchados a los videojuegos en línea. ¿Le preocupa?

No hay un consenso de la comunidad científica respecto a los videojuegos. A veces hay una patología previa. Es decir, niños que se sienten aislados o tienen algún problema necesitan refugiarse en los videojuegos para demostrar sus habilidades y socializar. Existe un problema cuando las horas de pantalla empiezan a interferir en la vida de los niños y niñas.

«Con la nueva Ley de Educación Digital Galicia está hablando con todos los agentes implicados en la educación de los menores. Es muy enriquecedor»

La Asociación Española de Pediatría insiste en que hay que restringir el uso de las pantallas...

No debemos empantallar a los niños, pero comparto más las nuevas recomiendaciones de la Asociación Americana de Pediatría, que no habla de tiempos de pantallas, sino de qué tipo de pantallas consumen los menores y de qué acompañamiento tienen. Me parece más lógico que decir que no debe haber pantallas entre los 0 y los 6 años. Entonces, ¿no podemos ver una película con nuestros hijos? ¿No podemos llevarlos al cine con 5 años? Es un pensamiento demasiado radical. Lo que hace falta es sentido común. No podemos usar las pantallas de chupete digital y que niños y niñas vayan el carrito con un smartphone o una tablet. Eso no quiere decir que si necesitamos hacer una llamada por seguridad no les podamos poner unos dibujos o una canción. Sentido común y acompañamiento.

Ha participado en una sesión de trabajo de la futura Ley de educación digital de Galicia, que será la primera de España. ¿Era necesaria?

En Galicia habéis sido pioneros en todo: en el plan de digitalización, en la regulación de los smartphones en los centros educativos y ahora con la nueva Ley de educación digital, para la que se está hablando con todos los agentes implicados en la educación de los menores. Es algo que los que venimos de otras comunidades autónomas no hemos visto y nos parece muy enriquecedor.

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